Marlaska ninguneó a la Guardia Civil tras pedir ropa de abrigo para protegerse de los temporales
Las asociaciones de agentes denuncian que no ha habido inversiones para equipamiento especial ni mejora de infraestructuras.
«Yo no lo veo», dijo el ministro del Interior Fernando Grande-Marlaska al ser preguntado por la posibilidad de declarar zona catastrófica a Madrid después de haber sido asolada por el paso del temporal Filomena, cuyas históricas nevadas han dejado al descubierto falta de preparación, previsión y medios por parte de administraciones como la que él mismo dirige. Y no es este periódico ni ningún otro el que ha detectado esas carencias. Han sido los propios hombres y mujeres que trabajan bajo el mandato de Marlaska los que denuncian la pesadilla que está suponiendo capear este temporal con medios e instalaciones que no están dando la talla. La situación de la Guardia Civil durante este temporal está siendo en algunos casos muy extrema.
En todas las televisiones del país hemos podido ver imágenes estas jornadas de los 4×4 de la Guardia Civil realizando labores de rescate y remolcado de vehículos en las vías en las que habían quedado atrapados, o servicios en zonas especialmente aisladas para asegurar la atención a los vecinos que no podían salir de sus domicilios. Pero lo que denuncian asociaciones de guardias civiles como la Asociación Española de Guardias Civiles es precisamente lo otro, lo que no se ve, y esa denuncia, recogida por OKDIARIO, es especialmente preocupante cuando se atiende al detalle: “El pasado 22 de enero del 2020 AEGC denunció las condiciones en las que muchos guardias civiles habían tenido que hacer frente al temporal que asolaba el país. Casi un año después otro temporal, la borrasca Filomena, ha vuelto a dejar de manifiesto las mismas carencias. Un año ha tenido la Dirección General para dotar a los guardias de la equipación necesaria que les permita protegerse de las inclemencias meteorológicas: botas especiales, guantes, chaquetones de invierno, camisetas térmicas. Toda esta ropa de abrigo debería estar en la equipación de todos los guardias civiles, con independencia de donde estén destinados, ya que por nuestra movilidad hoy podemos estar en Canarias pero mañana tener que prestar servicio en Soria, Burgos o Teruel”.
Sin ropa de abrigo apropiada
Y ese es el quid de la cuestión, que la falta de equipación de los agentes que sirven en cualquier punto del país no puede atribuirse a que Filomena ha sido un fenómeno inesperado y cuyas proporciones han superado cualquier cálculo hecho a priori.
La realidad del motivo de las carencias en la Guardia Civil es extensible a cualquier otro cuerpo: no hay equipo adecuado porque no se invierte en que lo haya. Pasó con los vehículos, y ya trataremos al detalle ese asunto, y pasa ahora con las medidas de protección para agentes que han hecho interminables horas de servicio con temperaturas bajo cero.
De hecho, AEGC ha hecho públicos determinamos episodios de este temporal en los que la consecuencia de la falta de equipamiento apropiado ha hecho que hubiera menos agentes en la calle y en las carreteras para atender a los ciudadanos que los necesitaban: “Si cada guardia contara con esta equipación hoy no tendríamos que denunciar que ha habido compañeros que han tenido que retirarse del servicio a causa del frío por no ir bien equipados y que muchos finalmente han causado baja por enfermedad y también ha habido otros que han tenido que buscarse la vida y pedir ropa prestada a compañeros”.
En las cárceles
Pero como siempre la profesionalidad de los guardias civiles y su entrega están muy por encima de los políticos que deciden en qué se gastan el presupuesto asignado a la Benemérita. Muy mal tiene que verse un guardia civil para dejar de prestar servicio y en esa línea hay que reconocer el especial esfuerzo realizado por los guardias civiles que prestan servicio en las cárceles españolas, sobre todo del centro del país, donde han realizado turnos de 45 horas, durmiendo en el interior de las cárceles, porque pese a ser consideradas instalaciones de alta seguridad, algunas de esas prisiones, como la de Valdemoro en Madrid, no ha visto abiertos sus accesos hasta la jornada del lunes 11. Otros guardias, como los que prestan servicios en edificios oficiales de la capital tuvieron que buscar y pagar hoteles de su propio bolsillo. En Interior no les dieron ninguna solución y se quedaban en la calle y con lo puesto.
En el capítulo de infraestructuras está claro que Filomena ha pillado por sorpresa a las ya maltrechas instalaciones de la Guardia Civil. La caída de parte de la cubierta de entrada y parte de los aparcamientos de la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid son episodios atribuibles a la violencia de una nevada histórica, pero ¿cómo puede explicarse que un cuartel en Toledo, el de Illescas, pase el temporal sin calefacción?
AEGC asegura que “la Comandancia de Toledo tienen constancia de la avería desde que surgió, es más, ya han tenido en sus manos un presupuesto para arreglar la avería, pero no fue aprobado por lo que se ha presentado el temporal con medio cuartel sin calefacción y los guardias civiles si quieren caldear un poco sus oficinas tienen que llevar de sus casas calefactores eléctricos. La oficina de Prevención, la de Denuncias, VIOGEN (violencia de género), el cuarto de puertas, las oficinas de SEPRONA y la de Policía Judicial, o la entrada del cuartel y las salas de espera están afectadas por la avería por lo que la incidencia también afecta a los ciudadanos que acuden al cuartel”. Filomena ha desatado el caos en general, pero en la Guardia Civil durante este temporal se ha vuelto a demostrar que solo la profesionalidad de sus agentes puede solventar la falta de previsión de quien debe equiparlos adecuadamente para su trabajo.