Sánchez rompe otro pacto de Estado: 6 de los 10 diputados que accederán al CNI atacan la Constitución
El presidente socialista del Gobierno, Pedro Sánchez, ha roto este jueves lo que hasta ahora era considerado como un «pacto de Estado» por la oposición, esto es, que quienes suponen un desafío a la Constitución no puedan tener acceso a información reservada para luego utilizarla con el fin de «debilitar» a las instituciones y la Carta Magna.
Sánchez ha dado entrada a golpistas y proetarras, junto a sus aliados de PNV y Podemos, en la Comisión de Secretos Oficiales. Y lo ha hecho como contrapartida para poder convalidar su decreto con medidas socioeconómicas frente a la invasión rusa de Ucrania. Los proetarras de Bildu -que tendrán ahora a una condenada por ensalzar a ETA sentada en la Comisión que examina al CNI- han salido al rescate del Ejecutivo de PSOE-Podemos en una votación que este tenía perdida.
En plena polémica por un presunto espionaje del Gobierno a líderes independentistas, el Ejecutivo de coalición ha impulsado una reforma legal para dar entrada en la Comisión donde comparece el CNI a seis diputados (de un total de 10) que pretenden romper el consenso de la Transición: Mertxe Aizpurua (EH Bildu), Gabriel Rufián (ERC), Míriam Nogueras (Junts per Catalunya), Albert Botran (CUP), por el Grupo Mixto, Aitor Esteban (PNV) y Pablo Echenique (Unidas Podemos).
Fuentes de la dirección del PP denuncian la entrada por primera vez de los proetarras de Bildu en esta Comisión de Gastos Reservados del Congreso, así como la vuelta de formaciones que dieron un golpe de Estado en Cataluña en otoño de 2017: ERC y Juns Pel Sí. Y es que, este órgano lleva más de tres años sin reunirse y su constitución en esta legislatura todavía no se había producido por la existencia de vetos cruzados entre los grupos para no llegar a la mayoría de tres quintos exigida desde 2004. PP, Vox y Cs habían vetado a los independentistas y Bildu, mientras que el PSOE y sus socios se oponían a este veto y rechazaban la entrada de la formación de Santiago Abascal.
Ahora, con los independentistas exigiendo a Sánchez gestos por el presunto espionaje de Pegasus, como una comisión de investigación o el cese de la ministra de Defensa, Margarita Robles, de quien depende el CNI, el presidente del Gobierno ha utilizado la reforma reglamentaria -a través de Meritxell Batet y Félix Bolaños- de rebajar de tres quintos (210 votos) a mayoría absoluta (176) la composición de la Comisión de Secretos Oficiales para negociar los apoyos parlamentarios a su decreto anti-guerra.
Por primera vez
En ese mercado persa, ERC ha abandonado al Gobierno. Sin embargo, los cinco proetarras de Bildu sí han accedido a apoyar el texto, salvando al Ejecutivo por «responsabilidad», han esgrimido, de una derrota histórica. Y ello, pese a que los batasunos han denunciado espionaje de Pegasus a su diputado Joan Iñarritu. Ahora recibirán información secreta por primera vez en Democracia a través de su portavoz en la Cámara, Mertxe Aizpurua, condenada por apología de ETA y editorialista del diario clausurado Egin que señalaba objetivo de la organización terrorista.
Fuentes de la dirección del PP explican que en el intercambio de cartas y llamadas que tuvieron estos días con el Gobierno respecto al decreto con medidas económicas frente a la guerra de Ucrania tuvieron la esperanza de poder llegar a algún tipo de acuerdo a partir de la propuesta de los populares, que reclamaban distintas bajadas de impuestos.
Ningún gesto
Sin embargo, «nos han dicho que ‘no’ a todo», resumen fuentes de la cúpula del PP sobre la negociación con Moncloa, situando como momento decisivo la convocatoria de un segundo Pleno este jueves para meter a ERC, Bildu, Junts y la CUP (en representación del Grupo Mixto) en la Comisión de Secretos Oficial tras la reforma exprés acometida por Batet. Ahora, los de Alberto Núñez Feijóo volverán a formular tales medidas en la tramitación del decreto de urgencia como proyecto del ley. Además, remarcan que este hecho, el abrir el texto a enmiendas, «no fue ningún gesto» de Moncloa puesto que los socialistas no tenían de partida apoyos suficientes para convalidar el decreto.
En la votación secreta del Pleno de los 10 miembros de dicha Comisión, el PP ha declinado votar los nombres de Mertxe Aizpurua (que ha obtenido 186 votos), Gabriel Rufián (186), Míriam Nogueras (186) y Albert Botran (185). ERC y CiU (antecesora de Junts) entraron en la Comisión de Secretos Oficiales en 2017 con el voto del PP, pero entonces no se había producido el golpe de Estado del 1-O. Sus últimos miembros fueron Joan Tardà y Jordi Xuclà, respectivamente. Los diputados de esta Comisión están sometidos a un régimen de confidencialidad sobre las sesiones a puerta cerrada.
Olona contra Batet
Desde Vox, la secretaria general del grupo parlamentario, Macarena Olona, ha responsabilizado a Batet de ponerse al servicio de Sánchez con su reforma del reglamento y permitir así a los independentistas acceder a los secretos oficiales. De este modo, le ha acusado de «vulnerar derechos» de todos los ciudadanos, de haber «secuestrado» a la Cámara y de «prostituir» a la institución. Diputados de Vox han proferido también voces de «¡dimisión!», en referencia a la presidenta socialista del Congreso. El partido de Santiago Abascal sólo ha apoyado a PP y Cs. «Los votos de Vox nunca servirán para abrir la puerta del CNI a quienes atentan contra los pilares básicos del Estado mediante golpes de Estado, alertas antidemocráticas o lanzamiento de piedras», ha señalado la tercera fuerza del hemiciclo.
Por su parte, Ciudadanos ha declinado participar en la votación en señal de protesta ante semejante «infamia», si bien su portavoz adjunto, Edmundo Bal, ha sido votado por PSOE, PP y Vox y estará en la Comisión.