Sánchez llega al ridículo de la manipulación: atrasa oficialmente las primeras 28 muertes hasta justo el 8-M
Se trata de víctimas que fallecieron desde el día 3 de marzo y cuya cifra fue creciendo paulatinamente día a día
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Las manipulaciones estadísticas del Gobierno de Sánchez llegan al esperpento. Los datos oficiales elaborados por el Ministerio de Sanidad -que hoy muestra OKDIARIO- desvelan que el Ejecutivo ha atrasado la anotación de los primeros 28 muertos por coronavirus para hacerlos aparecer de golpe el mismo 8-M en el que se celebró la manifestación feminista.
La movilización se celebró por la tarde, pero los datos del conjunto del día, obviamente, no llegaron hasta haber finalizado la jornada y poder comunicar el recuento de víctimas. Traducido: al anotarlos el mismo 8-M, el Gobierno puede justificar que no tenía conocimiento en los momentos previos a la manifestación bandera del PSOE y Podemos, con lo que se cubre frente a reclamaciones judiciales derivadas de la negligencia oficial de haber permitido la concentración multitudinaria feminista en plena pandemia. El problema es que todos esos muertos fueron comunicados a la prensa previamente, día a día, desde la jornada del 3 de marzo, con lo que el engaño estadístico se convierte en la manipulación más tosca y burda que nadie se pueda imaginar.
Increíble pero cierto: los datos oficiales agregados del Ministerio de Sanidad reflejan una aparición de golpe de 28 muertos. Los primeros 28 muertos causados por el coronavirus. Y esos documentos oficiales fechan esa aparición justo el mismo día 8-M. Se trata de víctimas que fallecieron desde el día 3 de marzo y cuya cifra fue creciendo paulatinamente día a día, tal y como reflejó toda la prensa porque todos ellos se fueron comunicando de forma oficial y desde el mismo Ministerio de Sanidad.
Ahora, el Gobierno, en su locura manipuladora, ha cambiado los históricos y ha incluido de golpe 28 fallecidos sin el más mínimo rubor.
Controles oficiales
Los listados oficiales, que recogen el avance del número de víctimas mortales, hospitalizados, ingresado en UCI, etc, así lo reflejan. Y se trata de los listados supuestamente supervisados con todos los controles oficiales. Allí -en caso de ser capaces de encontrar los archivos, porque están claramente escondidos- es posible ver, región a región y día a día, el avance de la enfermedad.
Estos documentos se convierten, de este modo, en un poderoso elemento probatorio de cara a presentes y futuras reclamaciones judiciales. Y es que la aparición de signos claros de alerta previos al 8-M demostraría la negligencia del Gobierno al no impedir la manifestación feminista.
Pues bien, en este contexto, es en el que esos documentos han incluido de golpe el 8-M los 28 muertos que se produjeron de forma escalonada entre el 3 de marzo y ese domingo 8 de marzo.
Todo ello ocurre cuando, en esos datos oficiales, Pedro Sánchez acaba de admitir de facto su engaño a toda la población sobre el peligro que implicaba la manifestación feminista del 8-M. OKDIARIO publicó hace una semana la escalada de contagios ocultada por su Ejecutivo en la semana previa al 8-M, en especial, en la Comunidad de Madrid.
Durante todos esos días previos a la gran concentración feminista, la tasa de infectados por coronavirus se disparó a ritmos del 50% o más diario, pese a lo que el Gobierno socialcomunista permitió e impulsó la manifestación del 8-M.
Pero la historia de manipulaciones estadísticas no acaba ahí. Este diario publicó igualmente en exclusiva los datos recopilados por el Gobierno central, y remitidos por las comunidades autónomas, donde se desvelaba el engaño. Pero lo cierto es que la burla a la población ha continuado agravándose.
Porque el Ejecutivo de Pedro Sánchez ha ido cambiando día a día los datos históricos que mantiene escondidos para ir, paso a paso, admitiendo en los registros oficiales que la escalada no fue sólo eso: fue un auténtico estallido de contagios en los días previos al 8-M.
OKDIARIO ha descargado los archivos históricos en tres días distintos y no han dejado de crecer las cifras. Y es que el Gobierno necesita ahora defenderse de las querellas que se le amontonan, afirmando que no engañó en los datos.