Investidura parlamentaria

Sánchez evidencia que ocultó al Rey la debilidad de sus apoyos al aceptar su encargo

El candidato socialista usa el trámite de la investidura para negociar en directo el 'sí' de Podemos que ya debía tener encauzado

Iglesias reprocha a Sánchez que pida la abstención a PP y C’s y le exige carteras en el Gobierno

Pedro Sánchez
El Rey Felipe VI recibiendo a Pedro Sánchez en Zarzuela. (Foto. EFE)
Segundo Sanz

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ocultó al Rey la debilidad de sus apoyos al aceptar su encargo para formar Gobierno. Y es que el líder socialista decidió someterse a la investidura sin socios a la vista. Una irresponsabilidad que ha quedado de manifiesto en la sesión de investidura de este lunes, un trámite parlamentario que ha aprovechado para negociar en directo el ‘sí’ de Podemos que ya debía tener encauzado. Con todo, aún necesitaría la abstención de los separatistas catalanes.

El pasado 6 de junio, tras la ronda de consultas con los líderes de los partidos con representación parlamentaria, Felipe VI hizo a Pedro Sánchez el encargo de formar de Gobierno. Y el líder de los socialistas aceptó subrayando que «tengo un enorme sentimiento de gratitud hacia el pueblo español y un sentimiento de enorme responsabilidad». Fue entonces cuando subrayó que daba el paso porque que la ciudadanía «quiere que gobierne el Partido Socialista: o gobierna el PSOE o gobierna el PSOE. No hay otra alternativa», apostilló.

Es decir, Sánchez, con 123 diputados, ni rechazó el encargo del monarca ni advirtió de la alta probabilidad de que no consiguiera reunir los apoyos suficientes para ser investido presidente. El ex jefe del Ejecutivo Mariano Rajoy, con los mismos 123 diputados, declinó el ofrecimiento del Rey en 2015 precisamente porque Sánchez tenía más apoyos que él. Fue tras la repetición electoral del 26 de junio de 2016 cuando el ex presidente del PP sí aceptó el encargo de Felipe VI, pero con una salvedad: dejó claro que no se presentaría a la investidura si no creía que pudiera salir adelante.

En cambio, Pedro Sánchez no hizo ninguna advertencia, más que subrayar que «o gobierna el PSOE o gobierna el PSOE». Así las cosas, desde que aceptara el encargo el 6 de junio, el candidato socialista estuvo varias semanas sin fichar para su investidura, hasta que el día 2 de julio la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, anunció que ésta tendría lugar los días 22 y 23 de julio.

«En ese momento»

Entretanto, el propio secretario de Organización del PSOE y ministro de Fomento en funciones, José Luis Ábalos, se expresó así el pasado 17 junio en una rueda de prensa en Ferraz: «No se puede condicionar la investidura a si hay apoyos o no. España no puede estar sin Gobierno. Pedro Sánchez se presentará a la investidura y los apoyos se decidirán en ese momento».

Una estrategia, marcada por la debilidad de sus apoyos, que no ha podido ocultar este lunes el candidato socialista. Así, Sánchez ha utilizado el trámite de pedir la confianza de la Cámara para improvisar en el Pleno una negociación sobre la marcha con sus eventuales socios de Unidas Podemos.

A la formación de Pablo Iglesias y sus confluencias les ha dicho que está dispuesto a «asumir el riesgo de nombrar ministros de Podemos», pero al mismo tiempo les ha advertido de que hay otras fórmulas posible para que no acaben votando en su contra como la «extrema derecha»: esto es, un acuerdo de investidura o un acuerdo de legislatura, sin presencia de representantes del partido morado en el Ejecutivo.

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