Rodríguez rechaza la idea del anticapitalista Urbán: «No seré nº2 de Podemos, me quedo en Andalucía»
La líder andaluza de Podemos, Teresa Rodríguez, ha rechazado este lunes la idea lanzada por su compañero de la corriente anticapitalista de Podemos Miguel Urbán para ser la número dos del partido tras el Asamblea Ciudadana de Vistalegre II, prevista para febrero. La lideresa podemita ha manifestado que está de coordinadora en Andalucía y que con eso tiene «suficiente».
La lucha de poder en el partido radical de izquierdas es pública, y cada uno trata de colocar a sus cercanos. Así, la semana pasada, el eurodiputado Urbán declaró: «Si me preguntan a mí, Teresa Rodríguez sería la número dos».
Teresa Rodríguez ha señalado a los periodistas que no se va a mover de Andalucía y ha agregado: «No hay trenes que pasen y que yo espere. Me quedo aquí y cuando termine mi mandato volveré a mi trabajo y a mi militancia de base».
Sobre el proceso constituyente de Podemos Andalucía, que llevará a esta formación a federalizarse o ser autónoma respecto al partido estatal, ha comentado que en breve se concretará una reunión con la Secretaría de Organización, que dirige Pablo Echenique, para negociar los términos del proceso.
«Para nosotros es fundamental. O Podemos se convierte en una organización que respete las autonomía de los territorios o vamos a desaprovechar tres cuartas partes del potencial que tiene esta iniciativa y la participación de la militancia de base. Hemos tomado esa decisión y se llevará adelante sí o sí», ha recalcado.
Preguntada por la polarización del debate interno en Podemos a cuenta del próximo congreso, la coordinadora andaluza está convencida de que su formación saldrá «reforzada» y ha opinado que se «ha naturalizado» el debate interno.
No obstante, ha advertido del riesgo de que Podemos se convierta en un «viejo partido en el que haya lucha de poder de familias por ocupar cuotas» si la gente no aprecia los matices entre las distintas corrientes y sectores.
En opinión de Rodríguez, el debate se esta desarrollando de manera «razonable» en aspectos como las instituciones y la calle, en la descentralización del partido o en cómo afrontar la relación con el PSOE y plantear una alternativa.
Por ello, ha negado que exista una «división real», cree que las distintas posiciones responden a la «discusión de compañeros» y se ha mostrado convencida de que la imagen que se traslade tiene «fecha de caducidad» y que le «interesa menos» que lo que va a «crecer» el partido con el debate interno y en el congreso.