El asesino Rodrigo Lanza se enfrenta a 25 años de cárcel por el «crimen de los tirantes»
Este lunes ha arrancado, en la Audiencia de Zaragoza, el juicio contra Rodrigo Lanza por el asesinato de Víctor Laínez, a quien ataco por la espalda por llevar unos tirantes con la bandera española. El antisistema, al que la televisión pública TV3 y algunos periodistas, como Julia Otero, quisieron convertir en víctima, se enfrenta a 25 años de prisión por el crimen que cometió a la salida de un bar de Zaragoza. La estrategia de la defensa de Lanza se basa en que el ataque fue, en realidad, una defensa «por miedo a perder la vida».
Con una apariencia renovada, alejada de las greñas que presentaba cuando agredió a Laínez, se ha presentado Lanza en la Audiencia de Zaragoza. El pelo cortado de manera más tradicional y sin rastas, sin piercings ni pendientes de ningún tipo (antes tenía hasta 5 visibles) y con una camisa azul, Lanza se ha sentado en el banquillo.
«Víctima del sistema» fue el apelativo con el que Julia Otero se refirió a Rodrigo Lanza durante una entrevista en su espacio radiofónico. Durante esos días, TV3 emitió un documental en el que, casi, se presentaba a este antisistema italiano de origen chileno como un ciudadano modelo. Ahora la Fiscalía y las acusaciones exigen la pena máxima recogida en el Código Penal por asesinato: 25 años por un asesinato de odio, con alevosía y ensañamiento.
Cabe recordar que Lanza tiene antecedentes. En 2008 fue condenado por la Audiencia de Barcelona a cuatro años y medio de prisión por agredir a un agente de la Guardia Urbana barcelonesa con una piedra y dejarlo tetrapléjico en una protesta contra el desalojo de un edificio okupado. El Tribunal Supremo elevó dicha pena a cinco años, pero él solo cumplió dos.
«Que la alimaña pague por lo que hizo»
La familia de Víctor Laínez ha pedido que el acusado «pague por lo que ha hecho» y ha sostenido que fue un crimen ideológico.
Un jurado popular juzgará desde este lunes en la Audiencia Provincial de Zaragoza a Lanza como presunto autor del asesinato por odio de Laínez, de 54 años, quien falleció en un centro hospitalario cuatro días después de sufrir una agresión en un bar la madrugada del 8 de diciembre de 2017 supuestamente por llevar esos tirantes.
Vinculado al movimiento antisistema y okupa, Lanza Huidobro nació en Viña del Mar (Chile), aunque tiene la nacionalidad italiana, es nieto del almirante golpista chileno Sergio Huidobro, un colaborador del general Augusto Pinochet, y ya cumplió una pena de cinco años de cárcel tras agredir en 2006 a un agente de la Policía local de Barcelona al que dejó tetrapléjico.
En declaraciones a los medios antes del inicio del juicio, el hermano de la víctima, Javier Laínez, ha asegurado que la familia solo espera que se haga justicia «y que esta alimaña pague por lo que ha hecho», porque -ha dicho- ya salió casi impune de lo ocurrido en Barcelona.
Ha sostenido que fue un crimen ideológico, porque su hermano no se metía con nadie, era una buena persona y si hubiera sido nazi o falangista habría tenido antecedentes y habría estado fichado por la policía, y no era así.
Hechos que se juzgan
La brutal paliza que provocó la muerta de Víctor Laínez ocurrió el 8 de diciembre de 2017 en torno a las tres de la madrugada. Laínez se hallaba en el interior del bar Tocadiscos, en Zaragoza, y fue increpado por Rodrigo Lanza, según dijeron varios testigos, por llevar unos tirantes con la bandera española. Tras una discusión airada, Lanza salió del local.
Cuando Laínez se dispuso a salir del bar, su presunto asesino y sus amigos lo esperaban fuera. Se lanzaron por la espalda contra él y lo derribaron. Ya en el suelo se cebaron con él golpeándole con patadas en la cabeza y por todo el cuerpo.
Víctor Laínez falleció cuatro días más tarde en el hospital por «severo traumatismo craneoencefálico» que presentaba en la cabeza.
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