La polémica de los indultos

El Rey no se puede negar a firmar los indultos pero tampoco es responsable de su contenido

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El Rey, junto a Carlos Lesmes y Rafael Catalá en la apertura del Año Judicial. (EFE)

La posibilidad de que el Gobierno de Pedro Sánchez conceda los indultos a los condenados por sedición en el juicio del procés es cada vez más real. Si esa medida de gracia finalmente es aprobada, el Rey Felipe VI deberá firmar el indulto de cada uno de los condenados sin posibilidad de oponerse. El Monarca no puede negarse a firmarlos, pues esta obligación viene recogida en la Constitución Española. Ahora bien, pese a esa obligación, el Jefe del Estado no es responsable del contenido de los mismos y, por tanto, de lo que pueda suceder con posterioridad cuando sean recurridos ante el Tribunal Supremo.

Esto no es baladí pues todas las formaciones políticas de la oposición, con PP, Vox y Ciudadanos al frente, ya han afirmado que van a presentar un recurso ante la sala de lo Contencioso-Administrativo del Alto Tribunal si la decisión del Gobierno se inclina por conceder los indultos. Durante la manifestación de Colón, Isabel Díaz Ayuso dijo que Sánchez trata de hacer «cómplice» al Rey de los indultos a los golpistas catalanes. Pero lo cierto es que el monarca tiene poca capacidad de maniobra ante la medida de gracia que tiene previsto conceder el Ejecutivo.

Felipe VI no puede negarse a cumplir con su obligación que viene recogida en el artículo 62 de la Constitución Española. Dicho artículo expone que «corresponde al Rey ejercer el derecho de gracia con arreglo a la ley»,  y que «no podrá autorizar indultos generales», pues «deberá firmarlo con el indispensable refrendo de aquellas personas que los refrenden». El refrendo viene recogido en el artículo 64 de la Constitución. Dicho artículo dice: «Los actos del Rey serán refrendados por el presidente del Gobierno y, en su caso, por los ministros competentes. La propuesta y el nombramiento del presidente del Gobierno, y la disolución prevista en el artículo 99, serán refrendados por el presidente del Congreso».

Ley ‘añeja’

Pero la ley que regula los indultos viene de antaño. Es añeja, muy añeja. De hecho, es de 1870 y fue impulsada y firmada por Eugenio Montero Ríos, como bien explicaba el ex presidente del Tribunal Constitucional Francisco Tomás y Valiente en un artículo sobre esta medida de gracia, y la necesidad de no otorgarla cuando no existe arrepentimiento. Pero mucho antes de esa ley, lo que es el indulto ya existía, aunque con una regulación completamente diferente.

De hecho, esta medida de gracia se aplica desde los tiempos en que las monarquías absolutas reinaban en España. Una época que distaba muchísimo de la actual monarquía parlamentaria, bóveda de nuestro ordenamiento constitucional. En aquella época, la única persona que podía conceder el indulto, como no podía ser de otra forma, era quien ocupaba el trono. El Soberano tenía el legibus solutus. O lo que es lo mismo, no tenía que estar vinculado a las leyes que regían el país y, por lo tanto, podía dictar otras leyes o hacer lo que quisiera.

Entre las potestades que tenían los reyes absolutistas estaba la de derogar sentencias de los tribunales de justicia. Es ese hecho el que choca frontalmente con las atribuciones que actualmente posee el Monarca, en este caso Felipe VI, quien al pertenecer a una monarquía parlamentaria tan sólo se limita a firmar aquello que el Gobierno ha decidido, sin posibilidad de pronunciarse sobre si apoya o se opone a la medida adoptada.

Esto es porque actualmente existe lo que se llama separación de poderes, que no le otorga al Rey, como sucedía con las monarquías absolutistas, el plenitudo potestatis o totalidad del poder por el que se regía aquel ‘absolutismo necesario’.

Firma del Rey

La cuestión que surge, y que el PP ha sacado a la palestra, es por qué el Gobierno de Pedro Sánchez va a hacer firmar a Felipe VI los indultos después del discurso que el Monarca dio el día 3 de octubre de 2017, dos días después de los incidentes que llevaron al mayor juicio que se ha celebrado en España en toda la democracia. Un juicio que ha terminado con los principales cabecillas del procés condenados a penas de 13 años por un delito de sedición. Según los ‘populares’, sería irresponsable que Pedro Sánchez hiciera firmar al Rey Felipe VI, como establece la legalidad vigente, los indultos que tiene intención de otorgar.

Entre los argumentos del PP se encuentra aquel discurso, el más importante que ha dado Felipe VI desde que ascendiera al trono y que será recordado durante décadas. Aquel 3 de octubre, Felipe VI se presentó ante los españoles y dijo frases tan contundentes como «con sus decisiones (los ahora condenados) han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado». Es por ello que no deja de ser paradójico que el Gobierno de Pedro Sánchez haga firmar al Rey los indultos de aquéllos que trataron de acabar con el sistema constitucional establecido, tal y como dijo el Tribunal Supremo en su sentencia.

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