Puigdemont sondea al inhabilitado Junqueras de nº 2 en una lista conjunta como reto al PSOE y al Supremo
ERC hace varias semanas que sopesa la opción de ir junto a Junts a una repetición electoral, tal como avanzó OKDIARIO
Carles Puigdemont está dispuesto a recoser todo aquello que se ha roto con Oriol Junqueras desde que en 2017 ambos cesaran como miembros del Govern. En ese momento, sin previo aviso, Puigdemont se fugó de España y Junqueras fue condenado y pasó tres años y ocho meses en prisión por los mismos hechos. Aunque la relación entre ambos ya fue tormentosa, cuando gobernaron conjuntamente, la pérdida de la mayoría por parte del separatismo en las elecciones del 12 de mayo ha llevado al candidato de Junts a ofrecer al dirigente de ERC ir de número 2 en una candidatura conjunta en caso de una repetición electoral el 13 de octubre. Un movimiento que de rebote supone un desafío hacia el PSOE y el Supremo.
En Esquerra Republicana, los grandes derrotados de los últimos comicios autonómicos que el president en funciones, Pere Aragonés, decidió adelantar confiando en los sondeos, hace semanas que trabajan en un acercamiento a los junteros. Días después del 12M, OKDIARIO ya avanzó que ERC sopesaba concurrir junto a Junts en caso de unas nuevas elecciones -si antes no hay acuerdo para investir a Salvador Illa-. Un pacto que parece difícil a día de hoy y que en todo caso deberán refrendar unas bases republicanas más proclives a caminar con JxCat que con el PSC.
Reunión entre Puigdemont y Junqueras
El ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, y el que fuera su vicepresidente, Oriol Junqueras, se reunieron este lunes tras más de un año sin dirigirse la palabra. Se trata del primer acercamiento entre ambos en los últimos meses y se produjo el mismo día que el Tribunal Supremo rechazó amnistiar la malversación de los condenados por el referéndum ilegal del 1 de octubre -entre los que se encuentran los dos dirigentes-. Se trata de un paso imprescindible de cara a una eventual lista conjunta que acerque al separatismo de nuevo al Govern de la Generalitat.
De esta forma, Junqueras, que ha sido el más reacio a una aproximación con los de Puigdemont, ha decidido romper el hielo de cara a una eventual lista conjunta del separatismo que emule el Junts pel Sí que en 2016 logró gobernar con mayoría absoluta. Ahora, Junts y ERC buscarían descabalgar al PSC, ganador de los últimos comicios, además de desafiar al PSOE y al Tribunal Supremo por las inhabilitaciones. Pues los de Pedro Sánchez deberán remar a favor de los intereses separatistas para que Junqueras pueda volver a ser candidato.
A merced del Supremo y el Constitucional
Y es que mientras Carles Puigdemont sí podrá volver a ser candidato, en tanto que no ha sido ni condenado ni inhabilitado, pero Oriol Junqueras depende de la voluntad del Tribunal Supremo. La Sala de lo Penal del Supremo y el juez instructor de la causa, Pablo Llarena, han dictado dos autos en los que rechazan exonerar la malversación al procés, pero ven amnistiable el delito de desobediencia que se le atribuye a varios de sus líderes. De tal forma que el líder de ERC, temporalmente dimitido de sus cargos orgánicos, no podría concurrir de nuevo a unos comicios.
Los magistrados consideran que «el delito de desobediencia está incuestionablemente abarcado por la ley de amnistía», «en su integridad» y «sin matices». No obstante, ante sus dudas sobre la constitucionalidad de la ley aprobada el 30 de mayo en el Congreso, el Supremo ha pedido a las partes que presenten sus alegaciones sobre la pertinencia de elevar una cuestión de inconstitucionalidad ante el Tribunal Constitucional.
La Ley de Amnistía quedará previsiblemente en manos del Tribunal Constitucional, después de que el Tribunal Supremo preguntara a acusaciones y defensas del procés si debe consultar a la corte de garantías sobre la constitucionalidad de amnistiar la desobediencia. También ante los eventuales recursos de amparo que se espera que presenten el expresidente catalán Carles Puigdemont y el resto de encausados contra la decisión del Supremo de no perdonarles la malversación.