ERC no descarta la lista conjunta que pedía Junts si hay repetición para recuperar la mayoría separatista

ERC quiere saber cómo les iría en las urnas en caso de reeditar una coalición con Junts si hay repetición electoral en Cataluña. La formación que sigue liderando Oriol Junqueras -que dejará la presidencia del partido tras el 9 de junio para volver a presentarse a otra reelección- encargará un sondeo para conocer el grado de aceptación que tendría una candidatura única del independentismo en unos eventuales comicios en otoño, antes de hacer cualquier movimiento en el sentido de apoyar o no la investidura de Salvador Illa o Puigdemont.

Aunque existe un debate interno sobre el camino que deben seguir, por ahora la dirección de ERC se inclina por no facilitar la investidura de ningún candidato  y promover el bloqueo. Ello, a menos que su principal rival, Junts, se avenga a abstenerse para permitir al socialista Salvador Illa la formación de un gobierno en solitario, es decir, sin depender del PP ni de los comunes. Algo que, según fuentes del partido de Carles Puigdemont, descartan por completo.

Puigdemont cree que con los 59 apoyos que suman Junts, ERC y la CUP cuenta a día de hoy con más posibilidades de ser elegido que el candidato socialista, ganador de las elecciones. Illa únicamente tendría asegurados 48 votos afirmativos de su partido y de los comunes.

En caso de haber concurrido juntos a las urnas el 12 de mayo, ERC y Junts hubieran logrado 55 escaños y, aunque no tendrían mayoría absoluta, sí estaría más despejado el camino de la investidura de Puigdemont. Pues hubieran logrado, como mínimo, 13 escaños más de los que consiguió Illa.

Aunque las tensiones entre los principales dirigentes de los dos partidos siguen muy vivas, con Junts tratando de recomponer puentes con Junqueras, en la dirección de ERC hay quienes opinan que formar un gobierno conjunto es «lo único» que les puede «salvar mínimamente de una incierta y dolorosa travesía por el desierto». De esta forma, podrían conquistar de nuevo el poder y evitar una repetición electoral, que apenas cambiaría el escenario actual.

Los republicanos, en caso de reeditar una lista al estilo de la de Junts pel sí, de 2015, podrían lograr incluso algún representante más de los 20 que lograron el pasado 12 de mayo y mantener puestos clave en el Govern, además de ganar tiempo para su recomposición.

Además, argumenta una fuente de la Ejecutiva de ERC, una candidatura conjunta, que ya propuso Junts cuando Aragonés decidió el adelanto electoral, «cambiaría las mayorías de nuevo» y «permitiría mantener vivo el objetivo de convertir a Cataluña en una república».

De esta forma, la argumentación de Pedro Sánchez de haber sepultado el procés, de la que alardean estos días los socialistas, decaería por completo. En ERC, aunque son partidarios del diálogo con el Estado, recuerdan que «la declaración unilateral de independencia sigue suspendida» y que «nunca se ha renunciado a ella». Aunque siempre han dejado claro que no es su prioridad.

La Asamblea Nacional Catalana (ANC), la principal entidad separatista, ya ha pedido a ERC y Junts que bloqueen todas las investiduras posibles y acudan a las urnas en una repetición electoral bajo la misma marca. Es decir, lo que deseaba Puigdemont antes del 12-M y lo que se plantean ahora los republicanos para salir del bache en el que se encuentran.

Dimisión de Junqueras

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, que anunció una falsa dimisión en diferido para después de las elecciones europeas del 9 de junio, se ahorrará tener que tomar la decisión. Junqueras no es partidario ni de investir al candidato de Junts ni al socialista Salvador Illa. Apuesta por actuar de forma pasiva, aunque suponga un bloqueo y una repetición electoral.

Será una comisión gestora, que tutelarán la secretaria general Marta Rovira, su adjunta Marta Vilalta y la vicepresidenta de la Generalitat en funciones, Laura Vilagrà, la encargada de dirigir las negociaciones y las distintas consultas a las bases que se realicen para recabar la opinión de la militancia.

Los afiliados, mucho más radicalizados que la dirección en el discurso contra el PSC, raramente bendecirán el hecho de facilitar la investidura de Illa. Por lo que el escenario de la repetición se contempla cada vez con más fuerza.