Puig y Oltra convierten en residual el castellano en la educación infantil de los colegios valencianos
El tercer intento de catalanización de las aulas en la Comunitad Valenciana por parte de la Conselleria de Educación, en manos de Compromís, está resultando un éxito a tenor de los proyectos lingüísticos de los centros para el próximo curso 18-19 que se han autorizado con la nueva ley del plurilingüismo en el sistema educativo valenciano aprobada en abril de este año.
Los proyectos lingüísticos de los centros aprobados estos días en que se ha abierto el periodo de escolarización evidencian que el castellano, en la gran mayoría de los colegios, ha quedado totalmente suprimido de la educación infantil, atropellando la libertad de los padres para elegir el tipo de educación que quieren para sus hijos. No hay opción. En la mayoría de ellos, según los programas aprobados a los que ha tenido acceso OKDIARIO y que son públicos, el valenciano engloba el 90 por ciento de las materias, el inglés el 10% y el castellano el 0%. Muchos de los niños de tres, cuatro y cinco años de la Comunitat Valenciana que estudian en centros públicos no recibirán ninguna enseñanza en castellano.
En educación primaria la lengua de Cervantes no queda mejor parada. Queda relegada en la mayoría de centros a la propia asignatura de lengua castellana y a la asignatura de religión/valores y/o Educación Física (25% aproximadamente). En inglés lo mismo: solo English y plástica (15%). El resto, todo en valenciano (60%).
Asociaciones de padres ya han advertido de la irregularidad de esta situación que incumple la propia ley del plurilingüismo aprobada en abril. Según recoge el texto legal, en infantil se deben impartir las tres lenguas y en primaria la enseñanza en castellano debe darse también en una asignatura troncal además de lengua castellana. «No nos pueden arrebatar a los padres nuestro derecho constitucional a elegir la lengua en la que queremos educar a nuestros hijos y no nos vamos a quedar de brazos cruzados», han advertido a OKDIARIO.
La portavoz del PP en Las Cortes valencianas, Beatriz Gascó, ha comentado que «el gobierno valenciano está en manos de personas que solo quieren imponer su proyecto ideológico al margen de la ley, como en Cataluña, aunque arrasan con la libertad de las personas. Dicen que la ley fomenta el plurilingüismo cuando en realidad solo impone el valenciano. Están engañando y mintiendo a las familias de buena fe, imponiendo un modelo que para nada recoge las necesidades que la sociedad demanda sino que solo recoge ideas nacionalistas».
Para la diputada Beatriz Gascó, «el conseller Marzà está haciendo ingeniería social con la educación para que el nacionalismo deje de ser una minoría y los elementos catalanistas en las aulas se sientan como propios por parte de los valencianos, intentando implantar un modelo educativo de pensamiento único con una lengua única».
Un conseller independentista
En realidad, el conseller de Educación, Cultura y Deporte Vicent Marzà tiene ideas independentistas. Ha realizado declaraciones señalando que «los países catalanes son una realidad más allá de lo que diga el Estado» o «sin Valencia no hay independencia». Pertenece a Escola Valenciana, una entidad premiada por su defensa del catalán y subvencionada por la Generalitat de Cataluña, y en febrero de 2017 firmó la Declaración de Palma para fortalecer los lazos históricos y culturales de las tres CCAA (Cataluña, Baleares y Comunidad Valenciana) en ámbitos como la lengua y la cultura catalana.
Las dos tentativas anteriores fueron tumbadas por la presión de las familias que interpusieron recursos en el Tribunal Superior deJusticia de la Comunidad Valenciana lo que obligó a Ximo Puig a retirar la ley.
Posteriormente también tuvo que retirar un decreto ley con una Comisión Bilateral Interpuesta y en el punto de mira del TSJ porque consideraban que ese decreto ley había sido aprobado para burlar una decisión suya. En abril se aprobó por Les Corts una nueva ley (tercer intento) calificada por muchas familias como la ley de la estafa lingüística que tenía como objetivo «fomentar el valenciano y conseguir el plurilingüismo real de las tres lenguas». En realidad, lo que ha conseguido de hecho es arrinconar el castellano siguiendo la misma «hoja de ruta» del independentismo catalán.