El PSOE se da dos meses para discutir «sus discrepancias» con el PSC
El presidente de la gestora del PSOE, Javier Fernández, y el primer secretario del PSC, Miquel Iceta, se han emplazado este lunes a crear una comisión con tres o cuatro miembros de cada partido en la que abordarán sus «discrepancias» políticas sobre el «modelo territorial» de España y sobre sus relaciones orgánicas. Ambos dirigentes se han dado de plazo dos meses, hasta mediados de enero, para debatir las líneas rojas en la comisión. «Queremos hacerlo lo más rápido posible», señaló Fernández.
Iceta y Fernández han comparecido por separado tras la reunión de hora y media que han mantenido en Ferraz, para hablar de la crisis abierta en la relación de ambos partidos.
En primer lugar lo ha hecho el líder de los socialistas catalanes, que ha señalado que la comisión deberá presentar unas conclusiones en un plazo de no más de dos meses.
Pese a que ambos han admitido que es imposible “pelearse” con el otro interlocutor, y que el tono del encuentro ha sido “cordial y franco”, ambos han asegurado que la relación tal y como está es de muy difícil solución salvo que se pretenda colocar un parche, entre ambos partidos. El PSC defiende que Cataluña es una nación, mientras que para el PSOE, según le ha recordado Javier Fernández a Iceta, “en términos jurídicos, políticos y constitucionales, la nación es una”.
El primer secretario del PSC, no obstante, ha asegurado que para los socialistas catalanes la declaración de Granada de julio del 2013, “sigue vigente, y la vamos a defender siempre”. El problema es que, para Javier Fernández, la apuesta del PSC por la plurinacionalidad del Estado sobrepasa, y con mucho, los acuerdos de Granada que sólo contemplan una reforma de la Constitución en clave federal que no afecta a la soberanía nacional.
Ambos interlocutores pese a la discrepancia política y orgánica, han mostrado eso sí su voluntad de que ambos partidos sigan “caminando juntos”. “Hemos cosido muchísimo”, dijo Iceta al término de la cita. “En los dos hay una voluntad firme de superar las discrepancias”, zanjó.
“Estamos de acuerdo en que queremos seguir caminando juntos con un proyecto político compartido”, dejó claro el catalán. No obstante, por lo pronto el PSC no designará a nadie para ocupar la silla que le tienen reservado en la gestora del PSOE, a la espera de que se “aclare” la situación. Tampoco han abordado en esta reunión, según han asegurado los dos, qué ocurrirá en la dirección del grupo socialista en el Congreso, en la que está previsto que Meritxell Batet abandone el puesto manteniendo el «no es no» de Sánchez en la investidura de Mariano Rajoy, como hicieron los siete diputados del PSC. Lo único que han acordado es mantener “la mejor coordinación posible para evitar disfunciones”.
La lealtad se mantendría con Díaz
Iceta ha asegurado que si Susana Díaz fuera elegida secretaria general del PSOE, los socialistas catalanes seguirían dentro de la organización por cuanto, ha explicado, siempre se han caracterizado por la «lealtad» al líder.
El dirigente del PSC ha destacado «la lealtad a prueba de bomba» que todos los máximos responsables de los socialistas catalanes han guardado con el líder del PSOE, y así, ha enumerado todos los que ha habido desde Felipe González a Pedro Sánchez para corroborar dicha lealtad.
Asimismo, acerca del uso del término «nación» referido a Cataluña, Iceta ha reconocido discrepancias con el PSOE, pero se ha mostrado firme en la defensa de la Declaración de Granada que los socialistas impulsaron en 2013 en aras de una reforma de la Constitución para imprimirle un corte federal.
De hecho, según sus palabras, ha mantenido que hay que aparcar «intereses orgánicos concretos» en la salvaguarda de una relación PSOE-PSC que, a su entender, debe ser «equilibrada y benéfica» para las partes, por cuanto les une como elemento «fundamental» un «proyecto federal para toda España».
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