País Vasco

El PSOE acepta la «nación vasca» en el nuevo Estatuto si no conlleva reivindicaciones de soberanía

El PSOE no reniega del polémico concepto de 'nación' para la actualización del Estatuto del País Vasco, aunque asegura que no supone el derecho a "constituirse en Estado"

Sánchez Bildu
Pedro Sánchez e Idoia Media.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

El PSOE está dispuesto a encajar el concepto de ‘nación’, ansiado por PNV y Bildu y que genera una amplia polémica entre socialistas, en el nuevo Estatuto de Guernica, aunque con limitaciones.

Las propuestas de los expertos designados por los distintos grupos del Parlamento se presentarán el próximo lunes. Pero, en estas últimas semanas, los debates para tratar de consensuar un nuevo texto estatutario han evidenciado la ruptura del segmento político vasco: por un lado, el intento del PNV por distanciarse de Bildu -con quien en su día pactó la propuesta base de la reforma- propiciando un acuerdo más amplio incorporando a Podemos y PSOE y, por otro, el desacuerdo en términos clave como el llamado ‘derecho a decidir’.

En plena polémica por la defensa de Miquel Iceta del concepto ‘nación’ -como reveló OKDIARIO- los socialistas vascos no renuncian a debatir sobre esa singularidad en el nuevo Estatuto, que comenzará su tramitación en los próximos meses. Así lo confirmó este jueves el PSE, en pleno debate en el Parlamento vasco de una iniciativa por el 40 aniversario del Estatuto de Guernica.

La propuesta del PSOE vasco no es nueva, pero sí toma un especial sentido ante el órdago del separatismo catalán, en plenas negociaciones de Pedro Sánchez con ERC para su investidura y también tras el rechazo explícito de algunos barones socialistas a reconocer ‘naciones’ distintas a la española.

En el partido de Idoia Mendia la acepción se acoge aunque con matices y fuera de la propuesta netamente soberanista que propugnan PNV y Bildu. En 2016, en el documento que vertebra su postura territorial, los socialistas ya hablaban de una «nación», en tanto «comunidad que se autodefine como tal por razones culturales históricas o lingüísticas» y que «no presupone el derecho político a constituirse en Estado». «Los socialistas vascos no sacralizamos el concepto ‘nación’, que en los últimos tiempos está sufriendo una profunda modernización y reformulación de su significado orgininal en el mundo occidental, ni tampoco lo consideramos un tabú», suscribían desde el PSE.

Añadían también que «el Tribunal Constitucional ya aventuró que una definición como nación de esa naturaleza (no jurídico-política) podría ser perfectamente compatible con la Constitución, que ya distingue entre nacionalidades y regiones» y que el preámbulo del nuevo Estatuto debía ser aprovechado para «hacer un reconocimiento explícito de la pluralidad de identidades y sentimientos que existen en la sociedad vasca, y que tienen como nexo común la asunción de la singularidad del País Vasco en términos de ‘nacionalidad’».

Debate por el ‘derecho a decidir’

El debate sobre el denominado ‘derecho a decidir’ es la piedra angular de la andadura estatutaria y condicionará el alcance de la reforma y el entendimiento entre los grupos.

Al margen del acuerdo parcial que se avanza entre PNV, PSOE y Podemos, este jueves se añadió otro elemento a la ceremonia de la confusión: la aprobación, en la Cámara vasca, de una iniciativa parlamentaria en favor de la autodeterminación, presentada conjuntamente -antes del disenso de las últimas semanas- por PNV y Bildu.

El texto -enmienda a una proposición del PSE por el aniversario de Guernica- insta a una relación con el Estado basada en «la igualdad, la bilateralidad y el pacto», a renovar el catálogo de competencias y apela de forma decidida al «derecho a decidir». 

El texto salió adelante, aunque recibió el voto en contra del PSE-EE, que avisó de que no permitirá propuestas que «se salten la legalidad», y el PP, que alertó de un intento de imponer la independencia «de facto». Podemos, por su parte, sí se mostró favorable a articular el ‘derecho a decidir’, aunque finalmente sus parlamentarios -salvo Pili Zabala, que votó a favor- se decantaron por la abstención.

El texto de los socialistas, rechazado, instaba a una apuesta por el ‘autogobierno’ y por el cumplimiento de la transferencia de competencias.

Desde el PNV, Joseba Egibar subrayó la urgencia del «mayor consenso posible» para la reforma del Estatuto, si bien aseguró que el acuerdo no significa renunciar a la «identidad nacional» vasca. Además, se mostró partidario de que el Estado español respete la «plurinacionalidad» y permita la «coexistencia» de las naciones que engloba.

Por parte de Bildu, muy críticos, se reclamó a los nacionalistas a explicar si están dispuestos a dejar la apuesta por el ‘derecho a decidir’ que se incluía en aquel pacto y en la iniciativa aprobada este jueves en un mero «desiderátum».

El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, subrayó que no asumirá «ningún supuesto que se salte la legalidad» a la hora de afrontar el proceso para actualizar el Estatuto, y que tampoco permitirá que se establezcan «categorías ciudadanas» en el futuro marco de ‘autogobierno’ vasco.

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