El PSC teme que la salida de Lastra aleje el diálogo con ERC
El portavoz de ERC Gabriel Rufián había entablado una relación de mucha confianza con la socialista Adriana Lastra, ya cesada
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El cese de Adriana Lastra como portavoz del grupo parlamentario socialista en el Congreso, cargo en el que ha sido sustituida por Héctor Gómez, ha caído como un jarro de agua fría en las filas del PSC. La asturiana, desde que Pedro Sánchez accedió al Gobierno, ha conseguido entablar una buena relación con el portavoz de ERC, Gabriel Rufián. Ahora, según los diputados catalanes, su salida puede poner en riesgo el apoyo de los separatistas al Ejecutivo.
El diálogo permanente que mantenían los dos políticos desde las elecciones de noviembre del 2019, había facilitado el voto favorable de ERC a varias iniciativas presentadas por el PSOE. Desde los socialistas catalanes atribuyen a Adriana Lastra el éxito de la aprobación de los últimos Presupuestos Generales del Estado, en un momento en el que los republicanos, poco antes de las elecciones catalanas, dudaban de la idoneidad o no de dar luz verde a las cuentas.
Según reconocen fuentes cercanas a la ex portavoz socialista y al jefe de filas de ERC en el Congreso, Adriana Lastra era la única que transmitía seguridad a los catalanes. Dicho en otras palabras: Rufián sólo confiaba en la palabra de la diputada asturiana. Los incumplimientos y las mentiras sistemáticas por parte de Pedro Sánchez y el desgaste en la relación entre ERC y el PSC, tras el referéndum del 1-O, no facilitaba esa vía de diálogo que supo abrir Lastra al persuadir al líder de ERC.
Tal es la sintonía entre la exportavoz del PSOE en el Congreso y su homólogo republicano que, desde la investidura de Sánchez, Gabriel Rufián entraba y salía de los despachos de la zona de Gobierno sin pedir permiso. Como si fuera un socialista más. Algo que, de hecho, no gusta en la dirección de Esquerra, que permanentemente critica esa cercanía entre su líder en Madrid y la dirigente cercana a Sánchez. Sobre todo porque JXCat lo utiliza para atacar.
Si bien al principio escondían esas citas, ya al final, Lastra y Rufián se dejaban fotografiar juntos a la entrada y salida de unos encuentros en los que a veces también estaba presente el presidente. Desde el partido del separatista bromean a menudo que «da la sensación que está buscando un nuevo cargo». Una normalización de las relaciones que hacía previsibles la mayoría de votaciones en la cámara baja, pese a la emoción que se le intentaba imprimir. Ahora, la situación vuelve a una incertidumbre que pone nervioso al PSC.