La Casa Real británica sentará juntos a Juan Carlos I y Doña Sofía en el funeral al no estar divorciados
Si la realización televisiva del funeral de la Reina Isabel II decide pinchar la imagen de la zona de la Abadía de Westminster donde van a ser acomodados don Juan Carlos y doña Sofía, las cámaras les captarán sentados uno junto al otro. Eso es lo que, explican fuentes próximas a Zarzuela, dicta el protocolo: pese a que no conviven juntos desde hace tiempo, siguen casados y deberán sentarse juntos. A no ser que una de las dos partes pida expresamente al Palacio de Buckingham que quiere sentarse al margen.
La invitación oficial comunicada por la Casa Real británica a don Juan Carlos y doña Sofía abre la posibilidad de que vuelva a vérseles en público. Ambos acudirán a Westminster, pero no lo harán a la zona reservada a los mandatarios mundiales, donde estará su hijo Felipe VI. Los ex jefes de Estado y otros invitados se situarán, por protocolo, en un área secundaria menos relevante. Tras ellos, otros miembros de la nobleza estableciendo un orden jerárquico de títulos.
Aun así, explican fuentes próximas a Zarzuela, los responsables protocolarios del funeral «buscarán la forma de que los invitados al funeral se sitúen cerca de otros familiares cercanos». En el caso de doña Sofía, por ejemplo, se entiende que el protocolo le sentará junto a su hermana Irene de Grecia, con quien convive en Londres.
Cabe la posibilidad, advierten estas mismas fuentes, que don Juan Carlos y doña Sofía no se sienten juntos. Pero para que se dé, indican, una de las dos partes debe comunicar previamente su deseo de no sentarse junto a la otra a los responsables de protocolo de Buckingham Palace.
Su último encuentro
Don Juan Carlos y doña Sofía coincidieron por última vez, al menos públicamente, el 28 de enero de 2020. Aquel día, apenas dos meses antes de la llegada de la pandemia, se celebró en Madrid el funeral por la infanta Pilar de Borbón, hermana del Rey emérito. La cita de Londres del próximo lunes será, por tanto, una ocasión especial para volver a ver al ex jefe del Estado y a su reina consorte.
Hasta este lunes se daba por hecho que Felipe VI y doña Letizia representarían a España en el entierro de la monarca británica. Pero la extensión de las invitaciones por parte de la Casa Real inglesa a los Reyes eméritos cogió al Gobierno por sorpresa. Ni Moncloa ni Zarzuela pueden impedir el viaje de don Juan Carlos, pese a que han existido presiones para que no vaya.
Sin Falcon
Otro de los aspectos que ha despertado dudas sobre el viaje de don Juan Carlos y doña Sofía al funeral es la forma en la que llegarán hasta Londres. En el caso de la Reina emérita, su vivienda habitual está en la capital inglesa, por lo que es probable que ya se encuentre allí tras finalizar sus vacaciones en Mallorca. El pasado fin de semana fue captada tomando un vuelo regular de Iberia desde las islas con destino a Madrid junto a su hermana Irene.
El caso de don Juan Carlos es diferente. Reside en Abu Dabi y, desde el Gobierno y Zarzuela se descarta el envío de aeronaves del Ejército del Aire para recogerle y trasladarle hasta Londres. Ni en un vuelo directo sin pisar España ni tampoco viniendo hasta Madrid y sumándose a la comitiva de su hijo Felipe VI.
Por tanto, a Don Juan Carlos se le agotan las opciones. La más factible técnicamente es la de viajar en un jet privado hasta Londres, tal y como hizo cuando este verano voló hasta Vigo para visitar a sus amigos en Sangenjo. De ahí, usando el mismo jet, voló a Madrid y se vio con su hijo en Zarzuela. El alquiler lo pagó la monarquía de Emiratos Árabes Unidos.
Sin embargo, este plan tiene un problema: Londres ya ha comunicado que los vuelos de aeronaves privadas estarán muy limitados durante esos días debido a la previsión de colapso de los grandes aeropuertos que rodean la capital británica. Por tanto, los protocolos enviados por el Foreing Office a las embajadas indican que deberán tomarse «vuelos regulares» en la medida de lo posible.
Esa recomendación parece poco factible para actuales jefes de Estado. El presidente estadounidense, Joe Biden, acudirá a bordo de su Air Force One, y otros mandatarios mundiales como el presidente australiano ya han advertido que no cumplirán ese consejo por evidentes motivos de seguridad. Sin embargo, el Rey emérito no es un jefe de Estado.
En caso de tomar un vuelo regular, algo que hasta el momento resulta desconocido en don Juan Carlos, la línea de Etihad Airlines Abu Dabi-Londres se cubre en 7 horas con aviones Boeing 787-9 ‘Dreamliner’. Aviones de gran tamaño que cuentan con suites de lujo en primera clase y que son conocidas como hoteles volantes.
La última opción que le queda a don Juan Carlos es sumarse a la delegación oficial de Emiratos Árabes Unidos en el traslado. En ese caso, el Rey emérito acompañaría a Mohamed Bin Zayed hasta Londres en uno de los lujosos aviones de la monarquía del Golfo. Bin Zayed, gran amigo de la monarquía británica, ha sido oficialmente invitado aunque se desconoce si asistirá a Londres. Al funeral, como rito protestante que será, no acuden los mandatarios de países islámicos por decisión propia. Pero sí pueden hacerlo a los actos al margen que se celebrarán posteriormente.