Podemos admite problemas en la «definición de los puestos de trabajo» en pleno ‘caso Nanny’
No es la primera vez que Podemos recoge en sus informes anuales los problemas para definir sus puestos de trabajo. Una circunstancia que adquiere especial significado ante algunos de los escándalos de la formación, como la escolta del partido que denunció que en realidad ejercía de recadera, chófer y mecánica de Pablo Iglesias e Irene Montero o, más recientemente, el caso Nanny, que implica al Gobierno por tratarse de una alto cargo del Ministerio de Igualdad.
En su último informe de control interno, Podemos asume disfunciones en la «descripción de los puestos de trabajo» que, aseguran, se han ido «minimizando».
En el informe interno correspondiente al ejercicio de 2018, Podemos ya revelaba esas deficiencias, como desveló OKDIARIO. Un problema preocupante a los ojos de la formación.
«Hemos de destacar que, si bien en 2018 hemos sido capaces de sentar las bases para esta nueva forma de definir los puestos de trabajo, hemos de asumir que no hemos alcanzado el punto óptimo en el que todos los casos se acogen a ella. La total implantación es el reto para 2019 y garantizar que toda vinculación a la organización sea definida de manera correcta», se recogía en aquel informe.
Ahora, el partido destaca que «debido a la implantación y extensión de la correcta descripción de los puestos de trabajo unido a una mejora significativa en los requisitos de comunicación con las nuevas incorporaciones» han sido «capaces de continuar minimizando las disfunciones detectadas en periodos anteriores». Es decir, confirman que existían dichas disfunciones, a las que la formación intenta aún poner remedio.
Según Podemos, «en evolución con la senda trazada en el ejercicio anterior en cuanto a nuestros procesos de selección y contratación, se ha conseguido adelantar la información de los puestos de trabajo concretos a las personas mejorando, no sólo la comunicación, sino también la detección precoz de errores o imprecisiones en las necesidades a cubrir durante periodos de eventualidad».
«En definitiva, podemos indicar que la mejora en el control documental, la definición de los puestos, pero más recientemente, la coordinación con los agentes territoriales y las labores de formación, la unificación de criterios y el desarrollo de herramientas y planes propios, fortalecen la estructura laboral de la Organización que debe adaptarse a los diferentes escenarios que nos deparan, no sólo, los procesos electorales externos, sino también, los procesos participativos internos», avisa el partido, ahora en manos de Ione Belarra.
El partido advierte finalmente de que «todos los esfuerzos, deben seguir encaminado a proteger a Podemos en todas las gestiones requeridas, garantizando derechos e impulsando a su estructura laboral a la consecución de los objetivos que nos marca cada periodo político».
‘Caso Nanny’
Los dirigentes de la formación morada han dado ejemplos de esa «indefinición».
Hace unos días, OKDIARIO publicó en exclusiva el e-mail que demuestra que en el partido conocían desde hace más de un año que Irene Montero utilizaba a su asesora en el Ministerio de Igualdad, Teresa Arévalo, como cuidadora de sus hijos.
Miembros del partido conocían que La Nanny, como se la conoce internamente, se desplazaba hasta la vivienda que Montero y Pablo Iglesias tienen en Galapagar para cuidar a los menores. El caso estalló cuando la ex responsable de Cumplimiento Normativo de Podemos, Mónica Carmona, denunció ante el juez del caso Neurona que la actual ministra de Igualdad usaba a «una persona a sueldo del partido» -identificando a Teresa Arévalo- como niñera de sus hijos. Lo cual, añadió, además de ser contrario a las más elementales normas éticas, podría ser constitutivo de un acto de administración desleal.
Arévalo, como publicó también este periódico, ejercía de niñera de la hija pequeña de Montero en actos electorales de Podemos, como el mitin para las elecciones del 10-N celebrado en Alicante.
La abogada purgada de Podemos afirmó además que avisó a la actual secretaria general y ministra de Derechos Sociales y Agenda 2030, Ione Belarra, de que Montero estaba usando como niñera a una miembro de Podemos a la que luego ascendió a jefa adjunta de su gabinete y también a su escolta para labores domésticas. Pero, según manifestó la letrada en sede judicial, Belarra le colgó el teléfono porque «estaba muy ocupada».