Podemos no acusa en el ‘caso mascarillas’ al quedar demostrado que Almeida fue víctima de una estafa
El partido de Ione Belarra se niega a formular un escrito de acusación contra los empresarios Medina y Luceño
La Audiencia Provincial ha avalado la decisión de no prorrogar la instrucción e imputar a altos cargos municipales
Podemos demuestra que sólo estaba en el juicio del caso mascarillas ligado al Ayuntamiento de Madrid para erosionar la imagen del alcalde, José Luis Martínez-Almeida. En un documento al que ha tenido acceso OKDIARIO que ha sido remitido al Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid, los de Ione Belarra renuncian a actuar contra los empresarios acusados de estafa, Alberto Luceño y Luis Medina, porque –justifican– no se ha realizado bien la investigación judicial.
«Esta parte entiende que no está en disposición de formular escrito de acusación, pues la instrucción no ha comprendido a nuestro juicio un verdadero ejercicio de esclarecimiento de los hechos», alegan desde Podemos. Se agarran a que la Audiencia Provincial estime su recurso «a fin de completar la investigación de lo sucedido sin los límites artificiales que, desde nuestro punto de vista, se ha impuesto hasta el momento a la instrucción».
No obstante, fuentes jurídicas apuntan que la Audiencia Provincial va a denegar en los próximos días los últimos recursos y, por tanto, están más cerca de sentarse en el banquillo de los acusados los empresarios que vendieron al Consistorio de la capital mascarillas a precios artificialmente inflados. El Ayuntamiento de Madrid pide 11 y 9 años de cárcel para Alberto Luceño y Luis Medina, respectivamente, por los delitos de estafa agravada y falsedad documental al Consistorio de la capital por la venta de material sanitario en plena pandemia de Covid-19.
Hicieron compras de lujo
Estos comisionistas «convencieron [al Ayuntamiento] de que actuaban movidos por razones altruistas, sin obtener ningún beneficio de la operación», afirmó la Fiscalía Anticorrupción. A pesar de no tener precisamente una gran experiencia en el mercado de Malasia, se lanzaron a comprar mascarillas, test y guantes –estos últimos de menor calidad de la comprometida–. Se interceptaron correos electrónicos con mensajes como «Pa’ la saca» y «Ahora cabeza» entre los dos investigados.
Posteriormente, tal y como detectaron los servicios antiblanqueo, con las comisiones se compraron un piso, coches de alta gama y relojes de lujo. En concreto, una vivienda en Pozuelo de 1,1 millones, un Ferrari 812 Superfast (355.000 euros), un Lamborghini Huracan Evo Spider (299.999 euros) y un McLaren 720S (250.000 euros). Los relojes fueron tres Rolex. En suma, Luceño gastó tres millones. Medina, por su lado, se hizo con un yate por valor de 325.000 euros con la comisión de un millón que se embolsó.
Podemos, una y otra vez, ha tratado de extender la acusación a los altos cargos de Almeida. Sin embargo, el juez ha considerado que el Ayuntamiento es parte perjudicada en este caso y no hay connivencia con los empresarios. El Juzgado ha denegado una y otra vez la petición de Podemos, Más Madrid y PSOE de ampliar la investigación a los responsables del Ayuntamiento de Madrid.
Además, en julio de este año la Audiencia Provincial de Madrid dictó un auto por el que desestimó el recurso de apelación de Podemos, que insistía en interrogar como investigada a la alta funcionaria del Consistorio que tramitó el contrato. Esa misma instancia desestimó también, en otro auto fechado el 21 de julio, el recurso de Podemos contra la denegación de la prórroga de la instrucción.