El podemita Zapata se sienta este lunes en el banquillo por humillar a las víctimas del terrorismo
El concejal de Ahora Madrid Guillermo Zapata será juzgado este lunes en la Audiencia Nacional por el tuit que publicó sobre Irene Villa en 2011 y que la asociación Dignidad y Justicia cree constitutivo de un delito de enaltecimiento del terrorismo y de humillación «a todas las víctimas del terrorismo».
La asociación que preside Daniel Portero, hijo del fiscal asesinado por ETA Luis Portero, y que pide para el edil un año y ocho meses de cárcel, será la única acusación en este juicio después de que la Fiscalía retirara la acusación contra él al entender que de ese comentario no se puede desprender una voluntad de ofender a las víctimas del terrorismo.
La sección tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, que preside el magistrado Alfonso Guevara, será la encargada de dirimir si fue delictivo ese tuit: «Han tenido que cerrar el cementerio de las niñas de Alcàsser para que no vaya Irene Villa a por repuestos».
El edil siempre ha justificado que ese tuit y otros que publicó en esa época -«¿Cómo meterías a 5 millones de judíos en un seiscientos?, en un cenicero»- estaban encuadrados en un ejercicio de humor negro.
Con ese mismo argumento, el juez instructor de esta causa, Santiago Pedraz, la archivó hasta en tres ocasiones al considerar que no había delito porque la propia afectada por ese tuit manifestó no sentirse ofendida por el comentario y al entender que con ese comentario no pretendió humillar a las víctimas del terrorismo «por mucho que una mayoría crea que unas palabras sean humillantes».
La decisión de juzgar a Zapata fue finalmente adoptada por los magistrados de la sección segunda de lo Penal Enrique López y Concepción Espejel -recusados en el caso Gürtel por su afinidad ideológica al PP- y contó con el voto en contra del tercer miembro del tribunal, José Ricardo de Prada -que pasó a integrar el tribunal que juzgará Gürtel tras ser admitidas las recusaciones-.
En un voto particular, De Prada descartó la existencia de delito porque la propia Villa dijo no sentirse ofendida y reprochó a López y Espejel que hicieran «prevalecer los criterios personales o sesgos políticos o ideológicos».
A juicio de los dos magistrados que acordaron la reapertura del caso, el tuit en cuestión se debe poner en relación con otros mensajes similares de Zapata tales como: «Ser comunista nunca ha sido tan sencillo, es sólo un poco más sencillo que ser de ETA» o «Se confirma que ETA, además de criminal era idiota, con la cantidad de simpatizantes y aliados que tenía, no fue capaz de tomar el poder».
Y es que esos comentarios, señalaban, «pueden indicar un cierto grado de desprecio a las víctimas del terrorismo, y una cierta y bastante manifiesta trivialización del terrorismo que podría exceder de lo que es un mero ejercicio del humor negro», contexto en el que Zapata quiso justificar esos tuits.
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