Sánchez presumió de su política de emergencias climáticas 10 días antes de verse desbordado por Filomena
Lo hizo durante la presentación de su balance anual el pasado 29 de diciembre en el Palacio de La Moncloa
La ley de Cambio Climático, que incluye prevención de riesgos, lleva dos años de retraso bajo mandato socialista
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, presumió de su política frente a emergencias climáticas apenas 10 días antes de verse desbordado por la histórica borrasca Filomena, que colapsó el centro del país y provocó varias muertes y cuantiosos daños. Lo hizo durante la presentación de su balance anual en una comparecencia de autobombo el pasado 29 de diciembre en el Palacio de la Moncloa.
Aquel día, el jefe del Ejecutivo socialcomunista presentó largo y tenido, haciendo uso incluso de diapositivas, el documento llamado ‘Cumpliendo. Informe de rendición de cuentas del Gobierno de España’, con el que repasó la acción del primer año de la coalición, con los comunistas en el poder 80 años después. En esta comparencia, Pedro Sánchez habló de «compromiso cumplidos» y sacó pecho de haber redactado el «Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Energética que se encuentra en última fase de tramitación parlamentaria», y el II Plan Nacional de adaptación al Cambio Climático (PNACC) 2021-2030, que es la piedra angular de dicha ley en ciernes.
Seguridad Nacional
Ambos fueron dos compromisos incluidos en la Declaración de Emergencia Climática que aprobó el Gobierno en enero de 2020. Sin embargo, la Ley de Cambio Climático y Transición Energética, que llegó al Congreso de los Diputados el pasado mes de mayo, todavía anda lejos de ver la luz. Y ello, pese a que incluye prevención de riesgos. De ahí que la Estrategia de Seguridad Nacional vigente ahora mismo, la aprobada por el Gobierno de Mariano Rajoy en diciembre de 2017 que no pudo desarrollar por la moción de censura de Pedro Sánchez de junio de 2018, diera especial relevancia a la puesta en marcha de una ley de Cambio Climático para hacer frente a las catástrofes y los fenómenos meteorológicos más adversos.
En concreto, dicha Estrategia emplazaba a la «integración de esfuerzos» en una «futura Ley de Cambio Climático y Transición Energética (…) guiada por una visión integral que contemple todas las dimensiones que afectan a la seguridad». Sin embargo, desde entonces, tres años después, de los cuales dos y medio fueron bajo mandato de Sánchez, dicha ley todavía no ha llegado al BOE.
La Estrategia de Seguridad Nacional remarcaba que «el incremento de las temperaturas globales está teniendo como consecuencias más destacadas el aumento en frecuencia e intensidad de diversos fenómenos meteorológicos extremos, el incremento de los niveles del mar, la acidificación del océano, la desertificación, la degradación del suelo, la disminución de los recursos hídricos y la inseguridad alimentaria».
«Mejorar la preparación»
Por su parte, el II Plan Nacional de Adaptación al Cambio Climático, aprobado el pasado septiembre por el Consejo de Ministros sin que todavía haya podido ser desplegado al no estar tramitada la ley, recoge que «en las últimas décadas se ha producido, a nivel mundial, un aumento significativo del número y gravedad de las emergencias y catástrofes». Por ello, prosigue, «la previsión es que, como consecuencia del cambio climático, esta tendencia se mantendrá en el futuro y se producirán efectos de mayor duración y alcance. Para afrontar los riesgos que plantea esta evolución, se requiere mejorar la preparación y abordar su gestión con un enfoque cada vez más integrado», destaca.
Según el plan, «las evaluaciones de riesgos constituyen una primera herramienta para reconocer los retos planteados y establecer mecanismos apropiados para la gestión del riesgo, incluyendo la prevención, en la medida de lo posible, de los impactos». En este sentido, aboga por la realización de estudios basados en las proyecciones y escenarios sobre el cambio climático y apoyados en «registros y análisis retrospectivos de riesgos naturales», de forma que se puedan establecer «prioridades en la ejecución de medidas de prevención adaptativa de desastres y de preparación y respuesta ante los mismos en función de los riesgos y su impacto económico, las carencias de capacidad, la eficacia y la eficiencia, teniendo en cuenta posibles alternativas».
El documento precisa que las «conclusiones de estos estudios deberán tomarse en consideración en los desarrollos y actualizaciones de los planes que configuran el Sistema Nacional de Protección Civil (planes territoriales y planes especiales de ámbito estatal)». Sin embargo, la borrasca Filomena ha sorprendido al Gobierno este enero sin este trabajo avanzado, careciendo de una ley de Cambio Climático que la seguridad nacional contemplaba desde 2017.
A fin de evitar un mayo retraso, el Gobierno solicitó el pasado diciembre al Congreso de los Diputado que la Comisión para la Transición Ecológica y Reto Demográfico se pueda reunir en el mes de enero -considerado inhábil a efectos parlamentarios- a fin de avanzar en los trabajos de dicha ley de Cambio Climático, en fase de enmiendas parciales. Según fuentes parlamentarias, la previsión es que el texto pase al Senado a finales de este enero o principios de febrero y siga allí su tramitación parlamentaria, que no será definitiva antes de marzo.