Pedro Sánchez plagia al filósofo israelí Yuval Harari en su último discurso de ‘Aló, presidente’
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Tras plagiar a Kennedy y a Churchill, tras plagiar su tesis doctoral… el presidente Pedro Sánchez ha plagiado ahora a un filósofo e historiador israelí, Yuval Harari, en su homilía de este sábado sobre la crisis del coronavirus.
Durante su comparecencia televisada, Sánchez ha insistido en que el Gobierno se limita a hacer lo que le aconseja su consejo asesor de «científicos y expertos», siguiendo al pie de la letra las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Es falso, porque el Gobierno desoyó las cinco alertas que la OMS le remitió desde el pasado mes de enero, en las que le instaba a hacer acopio de material sanitario para hacer frente a la pandemia.
«Naturalmente intercambiaremos experiencias con otros países», ha añadido, «en especial con nuestros socios europeos como venimos haciendo hasta ahora. Al fin y al cabo, la unión es la gran ventaja de los humanos frente al virus. Un coronavirus en Asia y otro en Europa no pueden intercambiar consejos. Pero los humanos sí podemos hacerlo».
Para escribir su discurso, los guionistas de La Moncloa han echado mano de un texto firmado el pasado 5 abril por el filósofo israelí Yuval Harari en La Vanguardia. El artículo plagiado decía así: «Para derrotar el virus necesitamos ante todo compartir globalmente la información. Es la gran ventaja de los seres humanos sobre los virus. Un coronavirus en China y un coronavirus en Estados Unidos no pueden intercambiar consejos sobre cómo infectar a los humanos. Sin embargo, China puede enseñar a Estados Unidos muchas lecciones valiosas sobre los coronavirus y cómo tratarlos».
Como hizo en su tesis doctoral fake, Pedro Sánchez ha calcado casi palabra por palabra varias frases de este articulo, intercambiando sólo algunos términos («China» por «Asia», «Estados Unidos» por «Europa») y ocultando su autoría real.
La misma técnica que aplicó en su rueda de prensa del pasado 4 de abril, cuando Pedro Sánchez parafraseó una de las más célebres frases del presidente norteamericano John Fitzgerald Kennedy, pronunciada en su discurso inaugural el el 20 de enero de 1961: «No te preguntes lo que tu país puede hacer por ti, pregúntate qué puedes hacer por tu país».
Pedro Sánchez lo dijo de una forma más modesta, al pedir a los ciudadanos responsabilidad para cumplir las medida de confinamiento: «Deberemos pasar del ‘qué pueden hacer los demás por mi, al qué puedo hacer yo por los demás’».
Y en su rueda de prensa anterior, del 28 de marzo, Sánchez intentó emular el discurso de «sangre, sudor y lagrimas» del primer ministro británico Winston Churchill: «Todo lo que puedo ofrecer es sacrificio, resistencia y moral de victoria». Una expresión que ha vuelto a repetir este sábado. Ya no queda ni una sola idea original en La Moncloa.