País Vasco

Sánchez negociará con Urkullu el Estatuto «de la Nación vasca» a cambio de apoyos en el Congreso

Sánchez Urkullu
Iñigo Urkullu y Pedro Sánchez.
Luz Sela
  • Luz Sela
  • Periodista política. En OKDIARIO desde 2016. Cubriendo la información del Congreso de los Diputados. Licenciada en Periodismo por la Universidad de Santiago de Compostela. Antes, en COPE, ABC Punto Radio y Libertad Digital.

PNV y PSE han alcanzado este jueves un principio de acuerdo para repetir su coalición en el Gobierno Vasco. Las formaciones han apurado hasta el último momento para cerrar el pacto, del que nadie dudaba, ya que hoy es el último día para presentar candidatura a lehendakari. El acuerdo sigue la senda de colaboración entre socialistas y nacionalistas, que se proyecta también en la legislatura del Gobierno de Pedro Sánchez. A punto de iniciar la negociación de los Presupuestos, supone un importante activo para el socialista, dispuesto a negociar con el partido de Urkullu la renovación del Estatuto de Guernica. Aunque con diferencias de partida, los socialistas no esconden su apuesta por introducir el controvertido concepto «nación» en el texto estatutario.

El documento programático que guiará la nueva legislatura vasca se titula Bases para el acuerdo entre PNV y PSE para la reactivación económica y la generación de empleo desde la defensa de los servicios públicos y las políticas sociales, sobre la base de más y mejor autogobierno.

Del texto sólo han trascendido cinco páginas, aunque acabará de concretarse la próxima semana. Las prioridades de los socios son, según se recoge, garantizar la salud y reforzar el sistema de servicios sociales; un diálogo con los agentes económicos y sociales para presentar «de forma urgente» una estrategia para el crecimiento sostenible para el empleo y la recuperación, para volver a dejar la tasa de paro por debajo del 10 por ciento, y una apuesta por las políticas sociales «para no dejar a nadie atrás».

Sin embargo, el autogobierno sustenta las políticas del Gobierno nacionalista y compromete también a sus socios del PSOE. El texto se limita a defenderlo, sin extenderse, así como al «cumplimiento íntegro del Estatuto de Guernica» y a «lograr un nuevo pacto estatutario para una nueva generación».

«Constitución interna»

Detrás de ese sucinto enunciado se esconde la pretensión del PNV de ampliar las competencias, además de finalizar el traspaso de las pendientes. El catálogo de reclamaciones se amplía y las competencias serán todas aquellas «necesarias» para «garantizar los derechos políticos, económicos, sociales, lingüísticos y culturales de la ciudadanía vasca», como han anunciado en varias ocasiones. Los nacionalistas quieren una «relación bilateral y de igual a igual entre el pueblo vasco y el Estado, de respeto y reconocimiento mutuos, de naturaleza confederal».

Aunque en las negociaciones de las últimas semanas no se ha llegado a una posición común por el Estatuto, sí existe la convicción de impulsarla y de tejer acuerdos amplios. De hecho, cada parte se ha dado libertad para defender sus posturas, que parten con diferencias, aunque también con puntos de encuentro.

Los socialistas, de hecho, hablan abiertamente del Estatuto como ‘Constitución interna de Euskadi’ en la que, defienden, se deben «introducir los elementos sustantivos del autogobierno» y también los conceptos de «nación» y «nacionalidad», blindados ya desde su preámbulo. Así, el PSOE está dispuesto a perpetuar el trato singular al País Vasco.

Cabe recordar que el acuerdo firmado para la investidura de Pedro Sánchez -por el que los seis diputados peneuvistas votaron a favor- comprometía al PSOE a impulsar modificaciones legales para reconocer las “identidades territoriales”.

Sánchez prometía así buscar un encaje al nuevo Estatuto que se debate en la Ponencia de Autogobierno. Además, se obligaba a transferir las competencias de Tráfico a Navarra y a reducir la judicialización de las discrepancias.

Tras cerrar el acuerdo, queda por negociar en los próximos días la estructura del gabinete, el reparto de carteras, del que no dice nada el documento de hoy. Hay más plazo, ya que la investidura del lehendakari en el Parlamento Vasco está fijada para el día 3 de septiembre.

Una de las incógnitas es si la secretaria general del PSE, Idoia Mendia, accede al Gobierno para reforzar el peso político de los socialistas en el gabinete, y de hacerlo, si lo hace como consejera o se recupera la figura de vicelehendakari.

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