Sánchez exige a AENA que prepare el traspaso del control de El Prat a Cataluña

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se prepara para cesiones a gran escala a los independentistas. Una de las joyas de la corona es el Aeropuerto de El Prat, en Barcelona. El jefe del Ejecutivo quiere un giro en AENA –el gestor público de los aeropuertos españoles–. En las próximas fechas, tres consejeros serán renovados en esta compañía cotizada. Sánchez quiere influir en ellos para que favorezcan sus objetivos de negociación con el separatismo. Pero, además, ha pedido ya al gestor público que se haga un estudio de la viabilidad e impacto de una de las grandes exigencias de partidos como JxCat o ERC: el control por parte de la Generalitat del Aeropuerto de El Prat. Algo que significaría fraccionar la coordinación de los aeropuertos españoles.

AENA es una empresa pública española encargada de la gestión de los aeropuertos de interés general en España. La sociedad es propiedad al 51% del ente público empresarial ENAIRE, gestiona un total de 46 aeropuertos y 2 helipuertos en España y participa a través de su filial AENA Internacional en el control de 15 aeropuertos más en Europa y América.

Además de todo eso, es una empresa cotizada en el mercado y con un puesto destacado en el IBEX 35. Pero todo ello a Sánchez le preocupa menos que su pacto con los separatistas para permanecer en el poder. Por ello, Quim Torra quiere aprovechar el momento para subir su apuesta: el control absoluto del aeropuerto de El Prat. Esa exigencia pondrá difícil a ERC no seguir en el deseo a los hombres de Carles Puigdemont.

La petición esconde todo un plan de promoción internacional incalculablemente más eficaz que las polémicas embajadas catalanas en el exterior. El aeropuerto es una de las grandes puertas de llegada de turistas y viajeros extranjeros a España. Y una de las que el separatismo quiere convertir en el gran escaparate de la «república catalana». Porque el control por su parte significaría llenar El Prat de toda la simbología separatista de modo que nadie de los que entre en esta región española pudiese pensar que realmente está pisando territorio español.

Infraestructura estratégica

El Prat, además, es una de las infraestructuras más importantes de Cataluña. Controlar esta guinda supone un paso muy importante hacia la concepción –o, al menos, apariencia– de un Estado de facto. Por ello Sánchez ha decidido abrir la mano, al menos, a estudiar la petición.

Hay que tener en cuenta que El Prat es, además, una de las infraestructuras estratégicas de Cataluña, hasta el punto de que ha sido uno de los objetivos clásicos de intento de toma por parte de los CDR en cada ataque realizado. Y es que lo consideran un paso necesario en lo que denominan que es su supuesto “derecho de control de sus fronteras”.

El plan del golpe de Estado separatista del 1-O preveía igualmente la toma inmediata del control del Aeropuerto de El Prat. Ese objetivo se podría convertir en todo un símbolo de avance en su carrera por la independencia.
Los primeros pasos en este plan ya se han dado. El consejo de administración de AENA aprobó hace poco menos de un año un cambio discreto ante los medios de comunicación, pero de gran contenido: el nombramiento de Josep Antoni Duran i Lleida, como consejero independiente de la sociedad gestora de los aeropuertos, para cubrir la vacante dejada por Josep Piqué en el máximo órgano del gestor aeroportuario.

Duran i Lleida ha sido el compañero inseparable de Jordi Pujol durante años y años de avance nacionalista. El político catalán entró en el Consejo de AENA justo cuando el Gobierno de Sánchez empezaba a mostrarse más dispuesto que nunca a ceder más de lo que nadie hubiese podido imaginar. Justo cuando ofrecía a la Generalitat negociar por medio de un ‘relator’ neutral, como si Cataluña fuese un país diferente.

AENA, además, cuenta ya en su cúpula con caras habituales del socialismo catalán, del mismo PSC que ha ofrecido a la Generalitat reconocer “la realidad nacional catalana” y que busca un encaje con ERC y Podemos para lograr un tripartito en esta región. Uno de estos protagonistas es nada menos que Maurici Lucena Betriu, su presidente y consejero delegado del Consejo de Administración. Lucena fue consultor del área de análisis económico en el despacho Solchaga, Recio & Asociados, ha sido director general del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), bajo mandato de José Luis Rodríguez Zapatero, y fue diputado y portavoz del Grupo Parlamentario Socialista del Parlamento de Cataluña desde diciembre de 2012 hasta octubre de 2015. Lucena es presidente del Consejo de Administración y Consejero Delegado de AENA desde el 16 de julio de 2018.