Sánchez desoyó a sus economistas que advirtieron hasta en 6 ocasiones del golpe económico por el coronavirus

Un informe de la Dirección de Análisis Macroeconómico del Ministerio de Economía advirtió al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, hasta en seis ocasiones del golpe económico que se avecinaba por culpa del coronavirus. El informe, que hoy publica OKDIARIO, corresponde al mes de enero e incorpora algunos datos de los primeros días de febrero, es decir, que fue elaborado hace ya más de un mes por funcionarios del Ministerio de Economía. Pese a ello, el Gobierno sólo ha empezado a esbozar medidas económicas esta semana, tras pedirlo la OCDE, y a regañadientes.

El informe que alertaba de la situación que se avecinaba es el denominado ‘Síntesis de Indicadores Económicos (SIE)’. Una publicación realizada por la Subdirección General de Análisis Coyuntural y Previsiones Económicas de la Dirección General de Análisis Macroeconómico, como señala el propio estudio.

Se trata de una publicación de periodicidad mensual que plasma los principales indicadores adelantados de la economía. Es decir, todos aquellos datos que pueden alertar a Pedro Sánchez de un golpe económico. Y, efectivamente, lo alertaron. Eso sí, al Gobierno le dio igual. Porque sólo tras un mes y esta semana ha empezado a adoptar alguna medida económica pese a la gravedad de la situación y del parón económico que ya está provocando el coronavirus.

“Incertidumbre”, “temor”, “impacto en la economía mundial”, “volatilidad”. Se trata de algunas de las expresiones que diseminaba el informe con generosidad a lo largo de hasta seis advertencias altamente preocupantes. Seis alertas que deberían haber llevado a la cautela y que, sin embargo, siguieron adornando el rumbo de inacción de este Gobierno hasta esta semana.

Sobre los “mercados financieros y panorama internacional”, el estudio señalaba que “los mercados financieros se han visto afectados en enero por la firma del acuerdo comercial entre Estados Unidos y China (Fase I), que ha permitido rebajar la incertidumbre, pero la aparición del coronavirus y la incertidumbre sobre su impacto en la economía mundial han aumentado la volatilidad”. Iba a más y destacaba –por segunda vez y al hablar de los bancos centrales– el peligro que ello implicaba teniendo en cuenta que se producía en “un contexto de mantenimiento de la política monetaria por parte de los principales bancos centrales y de entrada en vigor del Brexit el 1 de febrero”, por lo que “la incertidumbre y la aversión al riesgo han presionado a la baja los índices bursátiles y las rentabilidades de la deuda pública, y en los mercados de divisas, el euro se ha depreciado frente al dólar”.

El informe volvía a alertar del efecto económico del virus por tercera vez al hablar de las “fuentes de incertidumbre”, concentradas en “la disputa comercial y tecnológica entre Estados Unidos y China, que ha afectado a los flujos de comercio internacional y la inversión, y el coronavirus, que está teniendo un efecto significativo en la economía china”.

En cuanto al estudio de la marcha de las bolsas, el informe lanzaba la cuarta alerta: “En los mercados bursátiles, la incertidumbre por el coronavirus y su posible impacto sobre el crecimiento de la economía mundial ha presionado a la baja los índices bursátiles”.

Una tónica que se confirma en el estudio al hablar de la industria y manufacturas: “El PMI de manufacturas global aumentó tres décimas en enero, hasta 50,4 […]. Estos resultados sugieren que el sector manufacturero global podría emprender una senda de recuperación, si bien podría truncarse, temporalmente, por la epidemia del coronavirus de Wuhan”.

La sexta alerta llegaba al hablar “del precio medio del petróleo Brent”: “Desde mediados de diciembre hasta la segunda semana de enero, el precio del petróleo Brent se mantuvo en torno a 71 dólares por barril, sostenido por los recortes de producción acordados por la OPEP y los principales países productores a principios de diciembre. A partir de entonces, el precio del crudo emprendió una senda descendente, lastrado, principalmente, por el temor al impacto económico de la epidemia de coronavirus, cerrando enero con una media mensual de 64,4 dólares, inferior en casi cinco dólares al promedio de diciembre”.

Seis alertas que no han evitado que Pedro Sánchez haya preferido esperar hasta recibir el tirón de orejas de la OCDE exigiendo medidas de Bruselas reclamando una acción potente y de la CEOE clamando por ayudas.