OKDIARIO muestra la prueba que acredita que Marlaska remodeló la Guardia Civil sin acordarlo con Robles

"El ministro del Interior ha convenido con la ministra de Defensa el ascenso del general de división [Félix Blázquez González] a teniente general", rezaba la nota de prensa del 27 de mayo

Defensa no aceptó la premisa falsa y el comunicado tuvo que ser modificado a toda prisa

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Carlos Cuesta

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha asegurado que los cambios en la Guardia Civil fueron fruto de una «remodelación de equipos», nunca de una «injerencia en otro poder del Estado».

Pero un cambio en las notas de prensa del día 27 de mayo de su propio Ministerio del Interior demuestra que nada más lejos de la realidad. Los documentos que hoy muestra OKDIARIO revelan que el departamento de Fernando Grande-Marlaska pretendió hacer pasar las remodelaciones en la Benemérita como un acto pactado con la ministra de Defensa, Margarita Robles, es decir, como un acto más o menos investido de normalidad.

Así lo plasmó la primera nota del Ministerio del Interior emitida ese día 27 para comunicar el nombramiento del nuevo Mando de Operaciones de la Dirección Adjunta Operativa de la Guardia Civil.

Dos frases retiradas

Pero la nota duró poco más de cinco minutos: tuvo que ser cambiada y retirada de ella las dos frases en las que se afirmaba falsamente que los nombramientos habían sido «convenidos con la ministra de Defensa».

Y se quitaron porque era otra mentira más de Fernando Grande-Marlaska: nada había sido pactado ni comunicado y así se le informó de inmediato para que retirara la nota de prensa.

OKDIARIO muestra hoy las dos notas de prensa: la que fue retirada de inmediato y la emitida con toda urgencia para intentar tapar lo ocurrido: una prisa más que justificada teniendo en cuenta sus intenciones porque revelaba que los actos de Marlaska no tuvieron normalidad alguna.

Ni tan siquiera fueron hablados con el otro departamento -Defensa- del que depende la Guardia Civil por su condición militar.

La nota del descuido que ha confirmado la versión de las distintas asociaciones de la Guardia Civil y ha dejado en entredicho, una vez más, al ministro del Interior, es la que comunicaba que «el general de división Félix Blázquez González» era «propuesto para ser el nuevo Mando Operativo de la Dirección Adjunta Operativa de la Guardia Civil».

Subtítulo y primer párrafo

Esa parte de la nota no fue modificada. Pero sí el segundo subtítulo y el primer párrafo. Porque allí se insistía por parte de Interior en que «el ministro del Interior ha convenido con la ministra de Defensa el ascenso del general de división a teniente general y, una vez que se produzca ese ascenso, será nombrado Mando de Operaciones de la Dirección Adjunta Operativa de la Guardia Civil».

Se trataba de uno de los movimientos provocado por el terremoto que había generado la destitución del coronel Diego Pérez de los Cobos y la consiguiente dimisión del DAO, el teniente general Laurentino Ceña.

Se trataba de la nota en la que Marlaska pensó que podría reafirmar sus tesis involucrando a otro Ministerio, al de Defensa: generando la sensación de que todo el atropello ocasionado en la Guardia Civil contaba con el respaldo de Margarita Robles y con una apariencia de normalidad.

El tiro le salió por la culata: Defensa no aceptó la inscripción falsa y la nota tuvo que ser cambiada. Se trata de la enésima mentira de Marlaska que queda al descubierto.

Indignación en la Guardia Civil

Todo ello, mientras la indignación en el Cuerpo de la Guardia Civil sigue creciendo. Y es que Fernando Grande-Marlaska no sólo destituyó a Diego Pérez de los Cobos por cumplir con lo que exigía al coronel la juez del caso 8-M. Además, el ministro se llegó a comprometer a un pacto de no agresión: a no atacar ni desmentir las explicaciones que pudiese dar el coronel o su entorno, entendiendo, supuestamente, que la polémica impactaba directamente sobre el buen nombre del Cuerpo de la Benemérita.

Y Fernando Grande-Marlaska también ha roto ese compromiso: ha negado abiertamente que exigiera el contenido de la instrucción judicial, limitando el cese a una cuestión de pérdida de confianza por motivos objetivos y profesionales. Es decir, insinuando que el cometido de Pérez de los Cobos no era el requerido para el puesto.

«No ha habido ni habrá ninguna injerencia de este Ministerio con otro poder del Estado», ha señalado el ministro de Interior. Es más, según su peculiar versión, no es cierto que existiera ni la más mínima presión sobre el coronel Pérez de los Cobos para que entregara al Gobierno la información relativa a las diligencias que la Guardia Civil trasladó a la juez instructora Carmen Rodríguez-Medel, que investiga en estos momentos la posible prevaricación implícita en la autorización de la manifestación feminista del 8-M.

Por otra parte, el entorno del ministro ha filtrado que se trata de un cese por pérdida de confianza por motivos profesionales. Traducido: que el coronel no cumplía con las expectativas del Gobierno para el desempeño de su cargo.

Y eso no fue lo pactado por Marlaska con los responsables del Cuerpo. Porque el ministro asumió el compromiso de permitir una salida honrosa al coronel para evitar una mayor polémica e impacto sobre la Guardia Civil. Una salida en la que no negara la posibilidad del entorno de Pérez de los Cobos de explicar la realidad de lo ocurrido.

La intromisión de Fernando Grande-Marlaska en la instrucción judicial del caso del 8-M ha provocado, de este modo, el mayor terremoto en la Guardia Civil en mucho tiempo. Y no parece que las aguas se vayan a calmar por el momento.

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