La presidenta interina del Tribunal Superior vasco negoció con Podemos ser candidata y mediar con ETA

La ‘Manuela Carmena vasca’ ha asegurado que no comprendió "las palabras de Echenique cuando dijo que era innecesaria una comisión de investigación de los GAL".

Garbiñe Biurrun
Garbiñe Biurrun, presidenta interina del Tribunal Superior de Justicia vasco.
Carlos Cuesta

Garbiñe Biurrun ocupa de forma interina la Presidencia del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. No es ninguna desconocida: negoció con Podemos ser candidata a la Presidencia del Gobierno vasco, considera que «el Estado debería tener un interés máximo por saber qué ocurrió con los GAL» y pretendió formar parte de la «Comisión para Impulsar el Proceso de Paz» con ETA, promovida por Lokarri.

De hecho, fue el propio Consejo General del Poder Judicial quien salió al paso de ese intento por la incompatibilidad que implicaba. Hoy, esta magistrada, ocupa la cabeza del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco.

Biurrun accede a esta plaza de forma interina tras la jubilación de Juan Luis Ibarra y no descarta presentar candidatura para que su paso interino se convierta en estable al frente del organismo judicial: «Podría ser una de las candidaturas, todavía no lo he decidido», aseguraba la magistrada en la radio pública vasca recientemente.

Su cercanía a Podemos es difícilmente discutible. Hasta el punto de que la formación morada le ofreció ser su candidata autonómica y fue ella la que declinó tras pensárselo y señalar que seguiría compartiendo con Podemos Euskadi «espacios de encuentro y de trabajo» en la defensa de los «derechos de ciudadanía», dentro de los límites que la Judicatura le permite.

Cercana a Podemos

Biurrun, de hecho, en estos momentos, puede seguir sin problema cerca de Podemos, porque su último roce ya ha sido solventado: preguntada por los GAL en una reciente entrevista, la presidenta interina del Tribunal Superior, afirmó que ella sólo sabía de forma parcial lo que ocurrió con los GAL, ya que la «investigación fue limitada».

Añadió que desconocía el contenido exacto de los documentos de la CIA desclasificados, porque «lo que no se conoce es quién auspicio, fomentó y financió eso desde el Estado». Y, por último, afirmó que los delitos «han prescrito, por lo que interesa una investigación de carácter político. Sin duda hubo una decisión política: todas las instituciones del Estado deberían tener un interés máximo en saber lo que ocurrió».

Por eso y desde esa postura, afirmó hace unos días que se mostraba «muy decepcionada con Unidas Podemos. No comprendí las palabras de Echenique cuando dijo que era «innecesaria una comisión de investigación», «con coalición o no, hay líneas rojas que jamás deberían franquearse».

Ahora ese posible punto de desconexión ha desaparecido, porque Podemos ha cambiado de opinión y, efectivamente, ha pasado a exigir, como señalaba Biurrun, esa investigación.

Activista

Biurrun ha sido activista en muchas facetas: hasta 1997, año en el que obtiene su plaza en la Judicatura, fue militante de Euskadiko Ezkerra y miembro de CCOO. Ha formado parte también de Gesto por la Paz, Lokarri, Movimiento por la Paz y Amnistía Internacional.

En 2014, la juez llegó a formar parte de la Comisión para Impulsar el Proceso de Paz, un ente diseñado para colaborar en el desarme de ETA. El Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), más tarde, le prohibió la participación por la incompatibilidad con su cargo de juez.
De nuevo, en 2015 el CGPJ prohibió a Biurrun formar parte del Consejo de Dirección de Gure Esku Dago, un movimiento en favor del separatismo denominado por ellos como «derecho a decidir».

El CGPJ señaló que la imposibilidad de compatibilizar el puesto de juez con actividades que «menoscaben» la necesaria imparcialidad. En 2016, Biurrun no tuvo problema en mostrarse favorable a la manifestación en Bilbao contra la dispersión de presos de ETA; además, ha solicitado de forma reiterada el acercamiento de los etarras a cárceles del País Vasco.

Esa trayectoria no pasó desapercibida para Podemos. Y por ello Biurrun fue propuesta al cargo de lehendakari de forma interna por la formación morada. Fue ella, de hecho, la que rechazó el cargo por motivos personales y, tal y como se comentó en aquel momento, por la incompatibilidad que generaba con su cargo judicial.

Biurrun llegó a emitir un comunicado que fue divulgado por Podemos Euskadi y la propia juez, señalando que ella renunciaba a esa oferta «tras un período de reflexión intenso y difícil», ya que «asumir este apasionante reto le obligaría a renunciar a compromisos personales, sociales y profesionales que no puede eludir, por razones que quedan dentro del ámbito de su intimidad».

La ‘Manuela Carmena vasca’

Un año antes de esa oferta, de hecho, el entonces secretario general de Podemos, Roberto Uriarte, le ofreció otro cargo representativo de la formación morada: el de diputada por Podemos en el Congreso de los Diputados. Biurrun igualmente rechazó la propuesta.

Biurrun ha dejado claro que comparte «la visión de cambio» de Podemos Euskadi y que está convencida de que «ese cambio y esos avances imprescindibles se lograrán con el concurso de muchas personas, grupos sociales y políticos, desde todos los ámbitos de debate y participación ciudadana».

Conocida como la ‘Manuela Carmena vasca’, en 2014 se ofreció para formar parte de un grupo de mediación con ETA para lograr su desarme.

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