Los Mossos realizaron disparos al aire para evitar el asalto a la subdelegación del Gobierno en Lérida
Agentes de la unidades antidisturbios de los Mossos d’Esquadra se vieron obligados a realizar disparos al aire para evitar que los independentistas asaltaran la subdelegación del Gobierno de Lérida.
Miles de personas se concentraron el domingo 25 ante la subdelegación del Gobierno en Lérida. El dispositivo de los Mossos se antojaba insuficiente ante el empuje de los separatistas que, organizados por los CDR, intentaron entrar en el edificio.
Como se puede apreciar en las imágenes, el cordón montado por los agentes de la policía autonómica iba cediendo ante la violencia de los independentistas. La única solución que encontraron los agentes fue realizar disparos al aire con sus escopetas para asustar al gentío.
En concreto, dos agentes salen del interior del edificio. Empuñan las escopetas y lanzan, el menos, 34 disparos al aire. Uno de ellos, incluso tiene que pedir más munición a otro compañero para seguir lanzando salvas. Mientras tanto, otros antidisturbios comienzan a cargar contra los manifestantes para despejar la entrada del edificio. Entre gritos de «¡Hijos de puta!» y «¡Policía asesina!», los violentos asaltantes van retrocediendo.
Pese a que en las redes sociales se ha difundido la versión de que los Mossos realizaron los disparos con munición real, lo cierto es que las salvas lanzadas se realizan con munición de fogueo, específica para estas situaciones, y que lo único que provocan es mucho ruido.
Los cartuchos utilizados –a la que se le añade un corcho o plástico– se utilizan para lanzar las pelotas de goma o botes de humo cuando cuando se le acopla al arma la conocida como bocacha. Esta munición es completamente inofensiva. Además, tras el caso de Esther Quintana, la mujer que perdió un ojo tras recibir un pelotazo por parte de los Mossos, la policía autonómica no utiliza pelotas de goma desde 2014 para disolver los tumultos o las manifestaciones violentas.