Los Mossos activan un plan de protección contra los CDR sin ampliar turnos ni cambiar horarios
Los Mossos anuncian un plan de protección contra los CDR que no contempla ni ampliar turnos ni cambiar horarios. El plan se conoce con el nombre de Minerva. Debe garantizar la protección de sedes oficiales y ubicaciones de los partidos políticos en medio de una fuerte oleada de ataques por parte de los radicales separatistas. Pero la disposición de medios extra que contempla ese plan es tan reducida que, literalmente, y tal y como se ha comunicado ya a algunos de los agentes, “no contemplará modificación de cuadrantes y se cubrirá con el servicio ordinario mientras no haya un especial aumento de incidencia en la seguridad”. En resumen, que el supuesto blindaje frente a los ataques y actos vandálicos de los CDR parece diseñado para quedare corto.
Este pasado miércoles se han iniciado en diversas comisarías las reuniones con los Mossos d’Esquadra para explicar el despliegue del conocido como operativo Minerva de protección de edificios oficiales. El plan se ha implementado ante la evidencia de los agravamientos de los ataques de los radicales y ante la sospecha de que su nivel de violencia puede crecer cuando la justicia alemana conceda a España la extradición de Carles Puigdemont.
El plan de seguridad, que ha presentado la policía catalana el martes pasado, debe estar preparado para cubrir cuatro grandes dispositivos de vigilancia ya en marcha: uno para las sedes judiciales (dispositivo ‘Toga’); otro para oficinas de la Administración del Estado y de organismos europeos (dispositivo ‘Estadi’); otro más para las sedes de los partidos políticos (dispositivo ‘Forum’) y, un cuarto despliegue preventivo (dispositivo ‘Atrium’) para actuar frente a manifestaciones y concentraciones.
Nadie oculta que el objetivo es la contención frente a un escenario de ataques y disturbios que va en aumento y que ha dejado ya escenarios graves como los del fin de semana de los pasados 23 al 25 de marzo. Los CDR se lanzaron allí -y no han parado desde entonces- en protesta contra el encarcelamiento de golpistas por orden del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena y, más tarde, por la detención del ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont en Alemania.
Uno de los puntos más delicados en cuanto a cobertura de seguridad en esos ataques fue la sede de la Delegación del Gobierno central en Cataluña. Los Mossos tuvieron que desplegar un gran número de furgones de antidisturbios para evitar que los atacantes entraran en el edificio.
Frente a semejante amenaza surge este “Dispositivo MINERVA activado desde el cuatro de abril y hasta el 22 de mayo”, que “tiene como objetivo garantizar la seguridad y el orden público en previsión de los diversos escenarios que se puedan producir en Cataluña a partir de este mes de Abril”, tal y como se les ha empezado ya a comunicar a los agentes. Un plan que “pretende extremar las medidas de prevención y reacción para asegurar el normal funcionamiento de la actividad ordinaria en Cataluña”, que afectará a “USC, ARRO y BRIMO (sólo en acontecimientos importantes)”, y que, sin embargo, deberá conseguir todo eso con unos medios más que escasos, porque “no contemplará modificación de cuadrantes y se cubrirá con el servicio ordinario mientras no haya un especial aumento de incidencia en la seguridad”, como se ha comunicado a los efectivos. Es más, “cualquier modificación horaria deberá ser mediante resolución del Director General”.
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