Informe de los Mossos

Un mosso corrió 3,4 km detrás del coche de Puigdemont hasta que lo perdió en un semáforo

El agente se equivocó en la identificación de la marca de coche

Varios afines a Puigdemont "intentaron entorpecer sus movimientos" durante la persecución

Un mosso corrió 3,4 km detrás del coche de Puigdemont hasta que lo perdió en un semáforo
Gonzaga Durán

Un agente de los Mossos persiguió a pie el coche en el que iba Carles Puigdemont el día que volvió a España para dar un mitin ante una multitud de seguidores cerca del Parlament de Cataluña con motivo de la investidura de Salvador Illa. El efectivo de los Mossos protagonizó una persecución de 3,4 kilómetros e intentó seguir el ritmo del vehículo que utilizó el ex presidente de la Generalitat para huir de las autoridades y evitar su detención. El mosso intentó alcanzar este coche hasta que le perdió la pista cuando llegó a un semáforo que cambió en ese momento de color.

Así lo relata el informe que los Mossos han remitido al Tribunal Supremo y que el juez Pablo Llarena había solicitado tras la nueva fuga que Carles Puigdemont protagonizó hace unas semanas, cuando volvió a España para posteriormente huir y regresar a su residencia de Waterloo (Bélgica). Este escrito, que consta de 24 páginas, está firmado por el comisario jefe de la policía autonómica, Eduard Sallent. El informe recoge todos los errores que se cometieron aquel día y que permitieron que el ex president de la Generalitat se diese a la fuga a pesar de la orden de detención nacional que pesa sobre el líder de Junts.

El escrito recoge el testimonio de uno de los ocho agentes que fueron asignados al dispositivo policial para intentar detener a Puigdemont. Concretamente fue destino a la zona asignada del Arco del Triunfo junto al Paseo Lluís Companys de Barcelona, donde Junts montó un escenario para que el ex president de la Generalitat protagonizase un aquelarre separatista en su regreso a España. El agente cuenta cómo Carles Puigdemont accedió al perímetro vallado escoltado por una multitud con el fin de evitar su detención. El agente «mantuvo el contacto visual en todo momento» mientras seguía a Puigdemont tras abandonar el escenario.

«El agente observó que, mientras el señor Puigdemont se encontraba dentro de la carpa, justo delante de la misma se colocaban unas cincuenta personas distribuyéndose en filas de tres columnas con los brazos entrelazados y que todas estas personas llevaban un gorro de paja. También observó como otras personas, en el interior del vallado, se colocaban otro tipo de sombrero, concretamente una gorra», señala el informe. «El agente fue detectado como posible policía y fue increpado por vanos ciudadanos que estaban realizando tareas de control y vigilancia en la zona», apostilla ese documento.

Puigdemont, con una gorra de beísbol

El agente de los Mossos vio entonces cómo Carles Puigdemont y el secretario general de Junts, Jordi Turull, subieron a un vehículo cerca del aparcamiento subterráneo situado en el Paseo Lluís Companys de Barcelona, sentido Besós. Los dos dirigentes separatistas, ataviados con dos gorras de béisbol, se subieron a un vehículo blanco. «El agente observó cómo el señor Puigdemont subía a un vehículo de color blanco en el asiento posterior izquierdo, cómo el señor Turull subía a ese mismo vehículo en el asiento posterior derecho y cómo al volante se encontraba una mujer. El agente observó como en el asiento del acompañante había una silla de ruedas plegada en posición horizontal», relata el informe.

El efectivo intentó usar su equipo de comunicación con el fin de informar al resto de agentes el curso de los acontecimientos, «pero no logró acceder al canal ya que en esos momentos se estaban transmitiendo diferentes comunicaciones par parte de otros efectivos policiales, y decidió llamar por teléfono a su superior para informar del desplazamiento del señor Puigdemont en un vehículo», relata el agente.

«Es relevante destacar que la imposibilidad que tuvo este agente de comunicar a través de la emisora lo que estaba observando provocó que el resto de efectivos policiales que se encontraban tanto en la vía pública, como en el Centro de Coordinación, fueran desconocedores de lo que estaba sucediendo y que toda la atención continuase centrada sobre la comitiva de políticos y autoridades que se estaban preparando para dirigirse al Parlament, tal y como se había planteado en el diseño de los posibles escenarios», esgrime el informe.

Por todo ello, el agente optó por iniciar una persecución a pie para seguir al vehículo en el que iba el ex president de la Generalitat. El mosso se encontró con varios obstáculos para realizar su labor, debido a que los acompañantes de Puigdemont «intentaron entorpecer sus movimientos» y parar al policía. «El agente empezó a correr tras el vehículo y le comunicó a su superior vía telefónica que el señor Puigdemont había subido a un Peugeot de color blanco y le facilitó dos matrículas ya que no había podido ver con claridad la numeración del vehículo. El agente le comunicó a su superior que las placas de matrícula eran 2251JTM o 2281JTM», recoge el escrito.

Se confundió de marca de coche

El agente de los Mossos inició una persecución a pie de 3,4 kilómetros al coche en el que iba Puigdemont. Recorrió varias calles hasta que le perdió la pista en un semáforo ubicado en la ronda de circunvalación del Paseo de Gràcia. «Observó cómo circulaba por la calle Vilanova, calle Nápoles, calle Buenaventura Muñoz, calle Cerdeña, calle Doctor Trueta y observó como el coche se paró al encontrarse un semáforo en rojo en la confluencia de la calle Ramon Trias Fargas con Paseo de la Circunvalación. El agente intentó Ilegar a la altura del vehículo pero el semáforo cambio a fase verde e inició la marcha en sentido mar perdiéndolo de vista», relata el agente.

El informe revela que este agente se equivocó a la hora de intentar identificar el vehículo en el que iba el ex president de la Generalitat. «Durante el seguimiento del vehículo el agente comunicó que era un Peugeot cuando en realidad era un Honda HRV. Esta confusión fue provocada por la tensión del momento y por el hecho que el agente se encontraba corriendo tras el vehículo, informando por teléfono a su superior y evitando que diferentes ciudadanos lo interceptaran para interrumpir el seguimiento al vehículo», esgrime.

«La información que el agente facilitó por teléfono a su superior, fue comunicada por este al Centro de Coordinación desde donde se requirió al trinomio motorizado del Grupo Regional de Seguridad Ciudadana para que buscasen un Peugeot Blanco con placas parciales JTM, sin que fuera localizado», zanja el informe de los Mossos remitido al Tribunal Supremo.

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