Moncloa diseña la unión fiscal de Navarra y País Vasco de cara a un referéndum de anexión

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Carlos Cuesta

Pedro Sánchez cuenta con un Gobierno separatista en la próxima legislatura. Moncloa prepara cesiones de fuerte calado para ‘agradecer’ el apoyo de los nacionalistas vascos, catalanes y proetarras. En lo que concierne al País Vasco, un grupo de expertos del Ministerio de Hacienda ha recibido ya el encargo de trabajar para la unión fiscal vasca y navarra de cara a un referéndum de anexión de ambas autonomías.

Se trata de una de las grandes exigencias de los nacionalistas vascos, que siempre han aspirado a absorber a la Comunidad Foral. Ésta, se suma al peaje que deberá pagar Sánchez por el apoyo de los independentistas catalanes, tal y como ya ha filtrado Miquel Iceta con su anuncio de que un referéndum respaldado por el 65% de los catalanes debería ser aceptado por el Gobierno central.

El equipo del Ministerio de Hacienda trabaja desde hace semanas en el modelo técnico de unión de ambas haciendas forales: la vasca y la navarra. El paso supone la preparación del entramado que permitiría una rápida absorción de Navarra por el País Vasco tras la aplicación de la Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución Española. Ésta fue una exigencia del PNV en plena Transición, para poder anexionarse en un futuro Navarra, a la que UPN y PP siempre han combativo desde el territorio foral.

Los trabajos de los técnicos, además, se han acelerado en plena etapa pre electoral, justo cuando Pedro Sánchez se prepara para el reto -en caso de ganar las elecciones- de pretender formar de nuevo Gobierno tras las comicios del 28-A. Además, el desarrollo del proyecto sucede en medio de las negociaciones que ha llevado a cabo Sánchez para poder sacar adelante sus famosos “viernes sociales”, unos consejos de ministros en los que se han aprobado medidas totalmente contrarias a la visión económica del PNV y que, sin embargo, han contado con el apoyo de los nacionalistas vascos -expertos en el cambio de cromos en el Congreso y en salir ganando de todas y cada unas de esas operaciones-.

Más gasto en periodo electoral

De hecho, el Gobierno de Sánchez ha logrado convertir en realidad su gran anuncio electoralista, basado en medidas sociales con un gasto público cercano a los 3.000 millones de euros, gracias al respaldo en el Congreso de los Diputados de los partidos que apoyaron la moción de censura contra Mariano Rajoy. Todos ellos le han dado apoyo para convalidar seis decretos leyes que constituyen el último acto del Ejecutivo antes de las elecciones y su gran eslogan de campaña. Y todos ellos son: Podemos, ERC, PDeCAT, Compromís, Bildu y, por supuesto, el PNV.

El propio Arnaldo Otegi ha alardeado públicamente de haber obtenido acuerdos muy importantes a cambio del apoyo prestado por EH Bildu a las medidas electoralistas de Sánchez. Ahora descubrimos que, efectivamente, se ha negociado bien por parte de los nacionalistas y proetarras. Y de nuevo en contra de los intereses de la unidad de España.

Disposición Transitoria Cuarta

La Disposición Transitoria Cuarta de la Constitución Española fue toda una cesión por parte de los padres de la Carta Magna y todo un triunfo para el nacionalismo vasco. El texto de esta disposición señala que “en el caso de Navarra, y a efectos de su incorporación al Consejo General Vasco o al régimen autonómico vasco que le sustituya, en lugar de lo que establece el artículo 143 de la Constitución, la iniciativa corresponde al Órgano Foral competente, el cual adoptará su decisión por mayoría de los miembros que lo componen. Para la validez de dicha iniciativa será preciso, además, que la decisión del Órgano Foral competente sea ratificada por referéndum expresamente convocado al efecto, y aprobado por mayoría de los votos válidos emitidos”.

Esto quiere decir que Navarra puede ser absorbida por el País Vasco por medio de este mecanismo. La amenaza siempre ha sobrevolado la comunidad foral. Pero nunca había estado tan cerca de materializarse como ahora. Y es que, en estos momentos, el Gobierno navarro está comandado por un pacto separatista de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos e EE-Izquierda Unida. Y PNV no ha dejado de pactar cuestiones navarras con Sánchez vulnerando la autonomía de la comunidad foral.

El PNV ha pedido ya el traslado de los presos etarras y el traspaso de la competencia penitenciaria plena. Y Sánchez se lo ha prometido. Pero, además, ahora se desvela que también le ha pedido avanzar en la anexión de Navarra.

Pedro Sánchez, de hecho, negoció ya directamente con el PNV la salida de la Guardia Civil de Navarra. Una anomalía y una ilegalidad clamorosa, porque el presidente despreció a la Comunidad Foral y su gobierno negociando con los nacionalistas vascos, que no tienen competencia ni para negociar ni para tomar decisiones sobre Navarra.

La fórmula elegida por Sánchez para ceder a las exigencias del PNV fue la del traspaso de competencias. De esta manera, el Gobierno central otorgaría a la Policía autonómica navarra las competencias de tráfico, actualmente en poder de la Guardia Civil. El traspaso significaría de facto la expulsión de la Benemérita de tierras forales. Todo pergeñado a espaldas del Gobierno foral.

El propio diputado del PNV Aitor Esteban exigió públicamente a Pedro Sánchez que se acelerase esta cesión, además de otros traspasos de competencias a los que se comprometió Pedro Sánchez con los nacionalistas vascos.  Se basaba, así, en un golpe que anularía la presencia de la Guardia Civil en Navarra. Sánchez, lejos de negarlo, como se puede apreciar en el vídeo que publicó en su momento OKDIARIO asumió el compromiso, se disculpó por haber carecido de tiempo para materializarlo por completo y asumió el mantenimiento a futuro de este compromiso con los nacionalistas vascos.

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