Sánchez oculta un frenazo en la recaudación mientras dispara el gasto en los ‘viernes sociales’

Las cuentas no salen, pero pese a ello Sánchez no ha encontrado problema alguno en seguir repartiendo dinero y además, los viernes sociales del PSOE cuestan 2.773 millones de euros.

Pedro Sánchez
El secretario general del PSOE y presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su intervención en la presentación de las 110 principales medidas del programa electoral con el que los socialistas concurren a las elecciones del 28A
Carlos Cuesta

Pedro Sánchez lleva repartidos más de 2.700 millones de euros en aguinaldos electorales. Mientras la UE le insiste en que tiene que recortar 16.000 millones -en vez de disparar el gasto-. Y, sobre todo, mientras esconde un frenazo de la recaudación de los ingresos públicos, tal y como revelan las estadísticas de la Agencia Tributaria que hoy publica OKDIARIO.

Las cuentas no salen. Pero, pese a ello, Sánchez no ha encontrado problema alguno en seguir repartiendo dinero.

Los cambios normativos introducidos en 2019 han tumbado la cifra de recaudación en 675 millones de euros. Pero, sobre todo -y como se puede comprobar en los gráficos que hoy publica este diario- los ingresos por impuestos en España han empezado a marcar con claridad la llegada de la desaceleración. Ni se recauda ya como se hacía en 2018. Ni en 2018 se recaudaba como en 2017. Una caída en el ritmo y evolución de los impuestos que se ha convertido ya en tendencia.

El informe de la Agencia Tributaria señala expresamente que “la tasa está afectada negativamente por las devoluciones ligadas a las prestaciones de maternidad y por la pérdida de la recaudación del Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica (como consecuencia de la aplicación del RDL 15/2018 de medidas urgentes para la transición energética y la protección de los consumidores), y positivamente por la inclusión en el Impuesto sobre Hidrocarburos de la antigua tarifa autonómica”. Pero, además, lo cierto es que “los ingresos homogéneos crecen en el bimestre un 4%”, una cifra sensiblemente inferior al 4,8% de avance del primer trimestre de 2018 y claramente menor que el 6% y 6,2% de incremento de los ingresos tributarios homogéneos de 2018 y 2017, respectivamente.

Las estadísticas de la Agencia Tributaria que revelan un frenazo de la recaudación de los ingresos públicos. Foto: OKD
Las estadísticas de la Agencia Tributaria que revelan un frenazo de la recaudación de los ingresos públicos. Foto: OKD

La AEAT señala que “en los ingresos de febrero se contabilizan, además de las declaraciones mensuales habituales, las declaraciones del cuarto trimestre del IVA, de los pagos a cuenta de los empresarios individuales y de los Impuestos Especiales sobre Alcohol y Cerveza. En febrero también se presenta la declaración del Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica del último trimestre del año anterior, pero, como se ha dicho, este año apenas tiene ingresos”. Es decir, que se trata de unos meses con una actividad claramente representativa.

Pero “como se ha visto, el menor crecimiento de los ingresos homogéneos en los dos primeros meses del año respecto al cierre del año pasado es consecuencia, entre otros factores, del impacto de las medidas normativas (que explica casi un punto de la desaceleración) y el mínimo peso que tiene el Impuesto sobre Sociedades en el primer trimestre del año”.

Y es que esos cambios normativos han tenido un impacto de “particular importancia en el comienzo del año”, añade la AEAT. “Se estima que el impacto sobre los ingresos en los dos primeros meses del año fue negativo por valor de 675 millones. La figura en la que mayor impacto tienen las medidas es el IRPF, principalmente por el reintegro del impuesto pagado por la prestación por maternidad, renta que fue declarada exenta en sentencia del Tribunal Supremo. En enero y febrero de 2019 se realizaron devoluciones por este concepto (correspondientes a los ejercicios entre 2014 y 2017) por un importe de 310 millones”.

No es el único factor que está reduciendo la capacidad de ingreso del Estado: “Además, hay que sumar los menores ingresos por retenciones (20 millones) que están teniendo lugar en comparación con lo que sucedía hace un año, antes de la sentencia. Una segunda medida que afecta al IRPF es la rebaja de las retenciones a las rentas más bajas implementada a través de la modificación de la reducción por rendimientos del trabajo aprobada en los Presupuestos de 2018. Los efectos de este cambio comenzaron en los devengos de julio del año pasado y en los dos primeros meses de 2019 suman un total de 151 millones”.

Por último, en el IRPF hay otras dos medidas (también consecuencia de los PGE-2018) con un efecto negligible en los ingresos: la ampliación de las deducciones familiares y la elevación del mínimo exento en el gravamen sobre los premios de loterías”.

Las estadísticas de la Agencia Tributaria que revelan un frenazo de la recaudación de los ingresos públicos. Foto: OKD
Las estadísticas de la Agencia Tributaria que revelan un frenazo de la recaudación de los ingresos públicos. Foto: OKD

Pero también se nota ese efecto en otros impuestos: “En febrero hay dos novedades que afectan de manera significativa a los ingresos. Por un lado, está la desaparición de la recaudación del Impuesto sobre el Valor de la Producción de la Energía Eléctrica del último trimestre de 2018 […]. El primer resultado de esta medida ha sido una disminución de ingresos de 380 millones que habría sido el montante de la recaudación en febrero. Además, se suprimió el Impuesto sobre Hidrocarburos para el gas natural, gasóleo y fuelóleo empleados en la producción de energía eléctrica. Esta última supresión ya tuvo impacto en 2018 y en los primeros meses de 2019 restó 5 millones a los ingresos”.

Pero, pese a todo ello, desde que Pedro Sánchez anunció el adelanto de las elecciones generales al 28 de abril, el Gobierno ha usado sus “viernes sociales” en el Consejo de Ministros para disparar el gasto en 2.773 millones en 2019. Según el Ejecutivo, la cifra es menor y queda en 1.113 millones de euros. Pero sus propias memorias económicas incorporadas a los cambios revelan que realmente su impacto será más del doble. Los viernes sociales del PSOE cuestan esos 2.773 millones de euros.

La medida más cara de todas las lanzadas es el Real Decreto-Ley de medidas de ámbito laboral, con un coste de 1.611 millones, principalmente impulsado por el subsidio por desempleo a los parados mayores de 52 años -sólo esta medida dispara ya el gasto en más de lo que admite el Gobierno de Sánchez: lo hace en 1.263 millones.

Otras de las perlas del gasto son la ampliación del permiso de paternidad de cinco a ocho semanas -373 millones este año-. Pero de nuevo hay truco: porque su impacto supera 2019 y la ampliación del permiso a las 16 semanas en 2021 sumará otros 1.741 millones más de gasto.

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