La ministra Ribera viaja de urgencia a Argelia por el inminente cierre del gasoducto que atraviesa Marruecos
La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, viaja esta semana de urgencia a Argelia ante la situación límite que se cierne sobre el suministro de gas a España, puesto que este domingo, 31 de octubre, es la fecha prevista para que se corte el grifo en el gasoducto Magreb-Europa (GME) ante la rotura de relaciones diplomáticas entre ambas naciones magrebíes. La también vicepresidenta tercera se reunirá en Argel con las autoridades locales para intentar buscar una solución a un problema que amenaza con complicar de forma seria el suministro de gas a España.
Actualmente, España recibe gas argelino a través de dos gasoductos: el Medgaz, inaugurado en 2011, y que une de forma directa los yacimientos locales con Almería, y el GME, que pasa a través de Marruecos. Este GME supone un tercio de la electricidad que consume España, y es el que dejará de transportar gas ante el cerrojo diplomático entre Argelia y Marruecos. Las autoridades argelinas se niegan a seguir suministrando directamente energía a Marruecos.
Marruecos, además, tal y como se contó hace escasas fechas, está buscando una solución para suplir el abastecimiento sin el que se quedarán a partir de la próxima semana y negocia con España desviar parte del gas recibido a través del Medgaz para que llegue a Rabat a través del GME.
El ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, ya viajó a Argelia a finales de septiembre para negociar el suministro de gas a España, algo que el Ejecutivo argelino ha garantizado a través del aumento del gas transportado a través de Medgaz o mediante barcos metaneros. Sin embargo, hasta el momento no se vislumbra que este plan vaya a funcionar sin fallas desde el primer día, de ahí que, tal y como ha adelantado El País, la ministra encargada de la energía en España, Teresa Ribera, haya decidido viajar a Argel para tratar en primera persona el asunto.
Según las cuentas que maneja Enagás, el Medgaz transporta actualmente 8 millones de metros cúbicos de gas al año y con la ampliación comprometida, se aumentará a 10 millones a través de ese tubo. La cifra es insuficiente para compensar los 6 millones de metros cúbicos que llegan a través del GME a España, un gasoducto que cuenta con una capacidad total de 13,5 millones al año.
El equilibrio diplomático de España para mantener las relaciones con dos enemigos como Marruecos y Argelia también se antoja cada vez más complicado, como ya se comprobó recientemente con la crisis desatada a raíz de la acogida al líder del Frente Polisario, un protegido de Argel, en España. Está por ver cómo reaccionaría Argelia al hecho de que España ayude a Marruecos con el suministro de un gas cuyo grifo ellos cortan ahora.
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