Mascarilla, aforo limitado y desinfección constante: así será ir de compras en la ‘nueva normalidad’
A partir de ahora, al ir de compras, deberemos tomar ciertas medidas de seguridad como por ejemplo dejar la ropa en cuarentena tras probárnosla
Para ir de compras en la ‘nueva normalidad’ deberemos armarnos de paciencia. Todo va a ser radicalmente distinto a como lo conocíamos hasta ahora. El primer cambio lo notaremos en los accesos a los centros comerciales. El aforo máximo permitido en las zonas comunes de estas grandes superficies es del 40% y eso, en días de máxima afluencia, nos obligará a esperar en el exterior del recinto para poder entrar. Cuando sea nuestro turno nos tendremos que desinfectar las manos por primera vez en un gesto que, a lo largo de la jornada de compras, nos veremos obligados a hacer en varias ocasiones.
Para entrar al interior de las tiendas nos deberemos fijar en la capacidad máxima del establecimiento. En la puerta o en el escaparate, cada tienda tendrá un cartel visible con el aforo máximo permitido. Con una delimitación bien visible de la entrada y la salida, ya sea con el uso de dos puertas distintas o con un separador, nos deberemos fijar en las flechas del suelo y en las señales que nos indican la distancia de seguridad. Una vez el personal de la tienda nos lo autorice, a la entrada nos tendremos que volver a desinfectar las manos.
En el interior de los establecimientos, al tratarse de un lugar cerrado, va a ser imprescindible el uso de la mascarilla. En el resto del centro comercial, si es al aire libre, no será necesario. Mientras compremos, en distintos puntos del local, la mayoría de comercios también han dispuestos dispensadores de gel desinfectante para limpiarnos las manos cada vez que toquemos un producto distinto. Y es que, a diferencia de lo que ocurre en los supermercados, en las tiendas de ropa o zapatos no es obligatorio el uso de guantes.
A la hora de probarnos la ropa también notaremos diferencias sustanciales. Seguramente, en más de una tienda, a la hora de pasar al probador te van a pedir que te pruebes únicamente aquello que haya más posibilidad de que te vayas a quedar. Y es que, como las personas, las prendas a partir de ahora también pasarán una cuarentena una vez nos las hayamos probado y antes de volver a la zona de exposición. Se desinfectarán las prendas y complementos, que después de probarse serán dejados en una zona de cuarentena hasta que se puedan desinfectar. Se hará con un tratamiento de presión y vapor caliente.
Algo similar ocurrirá cuando devolvamos una pieza de ropa que nos hayan regalado o comprado pero que no se nos ajuste a nuestras necesidades. De hecho, estos días, tras el cierre en marzo de la gran mayoría de establecimientos muchas de las visitas a las tiendas son, precisamente, para hacer efectivas algunas devoluciones o reemplazos. En cuanto a la devolución de las prendas que se hayan comprado, todas serán enviadas a la zona de cuarentena para ser desinfectadas, y 48 horas después volverán a tienda.
Para reducir el contacto entre el cliente y los trabajadores, además, se priorizará el pago por tarjeta aunque se trate de una cantidad pequeña. Muchos locales, en su reapertura, instalarán maquinas de autopago como ya existen en los supermercados para evitar aún más el face to face. En todas las tiendas se admitirá también el pago en efectivo, pero el pago con tarjeta será la preferencia para evitar el contacto con billetes y monedas.
En tiendas más pequeñas, hasta que no se recupere la normalidad previa al 14 de marzo, se recomendará seguir pidiendo cita para acudir como se ha hecho durante las últimas semanas. El objetivo de este sistema es evitar las aglomeraciones tanto en los accesos al establecimiento como también en su interior. De esta forma, si queremos acudir a la ferretería del barrio, bastará con llamar horas antes e informar de que, a una hora determinada, acudiremos a comprar unos tornillos.
Reabren este lunes
Desde este lunes las tiendas de más de 400 metros cuadrados y los centros comerciales ya tienen autorización para abrir sus puertas. Con la fase dos estos establecimientos podrán acoger a un máximo de un 40% de clientes en las zonas comunes y un 50% en el interior de cada tienda. En la fase tres la capacidad aumenta hasta el 50% tanto en las zonas comunes como en el interior de los establecimientos.
En la mayoría de centros comerciales, hasta que no se haya entrado en la ‘nueva normalidad’, optarán por mantener cerradas las zonas de descanso o de juegos para los más pequeños. En estos lugares es más difícil mantener la limpieza y desinfección tras cada uso. Donde sí se incrementará esa higiene es en los baños, que estarán totalmente operativos, aunque se desinfectarán permanentemente.