Marruecos inicia las obras de la desaladora clave para su sector agrícola: Sánchez financia 250 millones
El Consejo de Ministros aprobó que España financie el 40% del coste del proyecto, clave para el campo marroquí
Mientras Marruecos celebra como un hito nacional que sus tomates ya se venden más en la Unión Europea que los producidos en España, Rabat festeja también otro nuevo hito: el inicio de la mayor planta desaladora de todo el continente africano, que estará situada en Casablanca y cuyo coste, unos 600 millones de euros, será cubierto en parte por el Gobierno español. Moncloa aprobó en el último Consejo de Ministros de 2023 un crédito de 250 millones de euros para financiar la construcción de esta planta clave y estratégica para el campo marroquí, ya que dedicará más de 50 millones de metros cúbicos de agua al regadío.
Esta misma semana, el príncipe heredero marroquí, Moulay El Hassan, presidió el acto de inicio de las obras de esta gran planta desaladora a las afueras de Casablanca. Una infraestructura capaz de aportar agua a 7,5 millones de personas… y de cubrir las necesidades de una extensa área agrícola de Marruecos.
Se trata de un proyecto de gran envergadura que involucra a varias empresas marroquíes, que trabajan conjuntamente con la española Acciona. El coste de la construcción, que se extenderá por una superficie equivalente a unos 100 campos de fútbol, supera los 600 millones de euros. Una parte importante de ese coste será financiado con un crédito a la UTE responsable del proyecto por valor de 250 millones de euros. Un 40% de su coste total.
La planta estará situada en la zona de Casablanca, con un importante hub agrícola. Junto a la de Agadir, que también contó con aportación española, y otras previstas en Al Jadida y Safi, Marruecos espera multiplicar casi por diez la capacidad de obtener agua para regadíos de cara a 2030: se pasará de nueve plantas y 147 millones de metros cúbicos anuales a alrededor de veinte con más de 1.000 millones de metros cúbicos.
También afectará al Sáhara, donde las macroplantaciones de tomates marroquíes en Dajla ya rivalizan en el mercado europeo con el español. El reconocimiento del Sáhara por parte del Gobierno ha contribuido a ello.
El plan marroquí
Marruecos tiene un plan para duplicar su producción y colocarse en cabeza de los países exportadores de productos agrícolas en 2030. Un plan que, como advierten los agricultores, supone pasar por la derecha al cultivo español. Y para ello, uno de los puntales de su estrategia se basa en el agua desalada, con la construcción de una decena de nuevas plantas de última tecnología para abastecer una producción agrícola enfocada específicamente a la exportación.
Estos planes, legítimos por la parte marroquí, tienen un componente que ha encendido al campo español: buena parte de esas nuevas infraestructuras se están construyendo con apoyo y dinero público español. Ya sea en forma de subvenciones o de créditos, como el que el Gobierno de Sánchez aprobó el pasado 27 de diciembre en el último Consejo de Ministros del año, en plena Navidad, para esta desaladora de Casablanca.
La mayor desaladora
La referencia de ese acuerdo señala la concesión de un crédito reembolsable «con cargo al Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM)», organismo dependiente del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. Se otorga a favor de las empresas marroquíes Afriquia Gaz y Green of África (de ambas es CEO Aziz Ajanuch, actual primer ministro de Mohamed VI), que construirán dicha desaladora junto a la española Acciona -su filial Acciona Agua S.A.-.
El objetivo de ese desembolso es «financiar el proyecto SALT de diseño, construcción, financiación, puesta en marcha, operación y mantenimiento y traspaso de una planta desaladora». El anuncio en sí no cita explícitamente que la instalación estará ubicada en Marruecos.
«La mayor de África»
Sí entra el Gobierno al detalle en el desarrollo de la referencia del Consejo de Ministros, donde explica que ha «aprobado tres operaciones a cargo del Fondo para la Internacionalización de la Empresa (FIEM) de proyectos de gran interés para la internacionalización de la economía española». «Contribuirán al desarrollo del continente africano en el marco de la estrategia Horizonte África del Ministerio de Economía, Comercio y Empresa», explica el Ejecutivo.
«La concesión de un crédito reembolsable para la construcción, mantenimiento y transferencia de la mayor planta desaladora de agua con última tecnología en el norte de África. La financiación del FIEM será de un máximo de 250 millones euros para desarrollar una de las infraestructuras de desalación más relevantes en todo África a través de los servicios y suministros de empresas españolas», relata el Gobierno.