Marruecos exhibirá ante la ONU la carta de Sánchez a Mohamed VI como prueba de que el Sáhara es suyo
El 16 de abril se tratará a puerta cerrada el asunto del Sáhara en el Consejo de Seguridad de la ONU
Este abril es un mes clave para las aspiraciones territoriales de Marruecos sobre el Sáhara, justo dos años después del giro histórico de postura ejecutado por Pedro Sánchez. El próximo día 16, el Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá, a puerta cerrada, para escuchar el testimonio del enviado especial para el Sáhara, Staffan de Mistura, que el pasado mes de diciembre obtuvo la confirmación definitiva por parte de Moncloa de su apoyo al plan marroquí para el Sáhara. La carta que envió Sánchez en marzo de 2022 verbalizando la cesión va a ser clave en esa reunión, ya que Rabat tiene previsto ponerla sobre la mesa como baza definitiva para que se reconozca como suya la propiedad del Sáhara.
El plan de Marruecos para anexionarse definitivamente el Sáhara Occidental avanza a marchas forzadas. Es, según lo definió el propio Pedro Sánchez, el «más serio, creíble y realista». Y en apenas dos semanas, el Consejo de Seguridad de la ONU mantendrá una audiencia a puerta cerrada con Staffan de Mistura, el enviado especial para el Sáhara. El hombre que asesora directamente al secretario General, Antonio Guterres, sobre este tema.
En esa audiencia de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental (Minurso), Mistura presentará a los países miembros de este organismo encargado de la paz en el mundo cuáles son las novedades sobre este asunto. Un tema que llevaba años fuera de la agenda oficial de la ONU, ya que apenas había cambios sustanciales.
Sin embargo, esta vez Marruecos puede apuntarse un buen tanto en su política expansionista hacia el Sáhara. Mistura lleva varios años manteniendo reuniones con todas las partes implicadas, incluidos actores internacionales de relevancia como España -antigua potencia colonizadora del Sáhara-. El cambio más importante de cuantos se han producido fue el que Moncloa ejecutó en marzo de 2022 con la carta firmada por Pedro Sánchez y enviada directamente a Mohamed VI, en la que reconocía el plan de Rabat para el Sáhara y rompía más de 40 años de posición internacional de España. De todos los gobiernos hasta el actual, sin importar el color.
Aquella decisión, que se tomó para cerrar la crisis diplomática abierta por Marruecos con el asalto masivo a Ceuta, no pasó siquiera por el Consejo de Ministros. De hecho, la opinión pública española la conoció a través de una filtración a medios marroquíes, a quienes la Casa Real de Mohamed VI avanzó el giro histórico en la posición española.
El textual o una copia de esa carta estará sobre la mesa de esa reunión a puerta cerrada del Consejo de Seguridad de la ONU. Y su portador, el enviado especial Mistura, tiene la confirmación oficial de España de que esa posición a favor de la marroquinidad del Sáhara no ha cambiado. La tiene desde el pasado diciembre.
A finales de 2023, en un viaje oficial de preparación para esta próxima reunión, el alto representante de la ONU viajó a Marruecos, Senegal, Mauritania y España para reunirse con sus ministros de Exteriores y confirmar su posición respecto al asunto del Sáhara. En Madrid, el Gobierno de Sánchez le confirmó que su postura no ha cambiado: lo que refleja la carta de Sánchez de 2022 es la apuesta oficial del Ejecutivo español. Y eso es lo que se va a trasladar al Consejo de Seguridad de la ONU.
Cesión por carta
La carta de Sánchez que Marruecos expondrá al Consejo de Seguridad de la ONU, en manos de ese enviado especial para el Sáhara, señala que «nuestros dos países están indisolublemente unidos por afectos, historia, geografía, intereses y amistad comunes. Estoy convencido de que los destinos de nuestros dos pueblos también lo son, la prosperidad de Marruecos está ligada a la de España y viceversa».
Continuaba la carta: «Nuestro objetivo debe ser construir una nueva relación, basada en la transparencia y la comunicación permanente, el respeto mutuo y el respeto a los acuerdos firmados por ambas partes y la abstención de toda acción unilateral, para estar a la altura de la importancia de todo lo que compartimos y para evitar futuras crisis entre nuestros países».
En ese punto, Sánchez verbaliza la posición política que Marruecos llevaba buscando décadas por parte de España: «Reconozco la importancia que tiene la cuestión del Sáhara Occidental para Marruecos y los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos, en el marco de Naciones Unidas, para encontrar una solución mutuamente aceptable. En este sentido, España considera la propuesta marroquí de autonomía presentada en 2007 como la base más seria, creíble y realista para la resolución de este diferendo.»
«En este nuevo contexto, tiene mi garantía de que España actuará con la absoluta transparencia que corresponde a un gran amigo y aliado. Os aseguro que España siempre cumplirá sus compromisos y su palabra. Espero con impaciencia la ocasión de mantener un encuentro con Vuestra Majestad lo antes posible para renovar y profundizar la relación privilegiada entre nuestros dos países hermanos», finalizaba la carta.
Maniobras en Canarias
Mientras, el Gobierno de Pedro Sánchez justifica las maniobras militares que Marruecos está realizando en aguas del Sáhara Occidental, a 175 kilómetros de las Islas Canarias. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, asegura que estas operaciones de la marina marroquí se están desarrollando en «áreas bien circunscritas y muy alejadas de aguas españolas».
Así se lo ha trasladado también al presidente del Gobierno de Canarias, Fernando Clavijo (CC), que había denunciado anteriormente la «nula información» del ministerio de Albares sobre estas maniobras militares. El titular de Exteriores ha señalado también que ya había hablado con el presidente canario sobre esta cuestión la semana pasada. Albares le ofreció a Clavijo mantener una reunión presencial, pero «no fue posible por la agenda del presidente».
Ambos dirigentes se han emplazado a celebrar esa reunión «en breve», que tendría lugar en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores. Fuentes del entorno de Albares han afirmado que Clavijo expresó «su satisfacción por las explicaciones ofrecidas por el ministro».