Marlaska utiliza la cuenta del Ministerio para hacer campaña por Illa con un tuit lleno de erratas

Fernando Grande-Marlaska
Los ministros Salvador Illa y Fernando Grande Marlaska
Rafael Gallego

La utilización de las instituciones públicas por miembros del Gobierno para intereses propios y partidistas viene convirtiéndose en marca de la casa de un tiempo a esta parte en el Ejecutivo. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha protagonizado este martes el último episodio de uso espurio de los recursos públicos para intereses propios y partidistas al servirse de la cuenta oficial en redes del Ministerio que lidera para enviar un mensaje de apoyo personal y hacer campaña en favor del candidato socialista a la Generalitat.

Pasadas las nueve de la noche, aparecía en la cuenta oficial del Ministerio del Interior en la red social Twitter una entrada no institucional sino firmado por el propio ministro socialista, Fernando Grande-Marlaska. Y su contenido no era información o actualidad referente al trabajo del Ministerio, sino un mensaje personal dirigido al hasta ahora compañero de Gabinete y ya ex ministro de Sanidad, Salvador Illa: «Mi reconocimiento y agradecimiento a Salvador Illa por su coraje y trabajo incansable frente al COVID y por su talante dialogante y sereno. Son cualidades que le hacen idóneo para liderar el cambio que necesita Catalunya. Un fuerte abrazo».

Al transcribir el mensaje que apareció en la cuenta oficial del Ministerio hemos corregido las numerosas faltas de ortografía que aparecieron en el mensaje, enviado, tal y como especifica la propia herramienta Twitter, desde un teléfono iPhone. Además de no utilizar el punto al final de las frases, y dejando a un lado el detalle de referirse a la Comunidad Autónoma cuyo Gobierno territorial aspira como candidato a liderar Illa en el idioma autonómico, el mensaje firmado por Marlaska desde Interior estaba trufado de erratas, tales como ‘caulidades’ o ‘ídoneo’.

Borrado una hora después

Nos referimos al mensaje siempre en pasado porque apenas una hora después de que apareciera en las redes, el mensaje fue borrado. Poco después de la publicación del mensaje, desde el Ministerio se entendió el error cometido y se borró la entrada, pero ya era demasiado tarde y las redes ardían ante esta utilización de las instituciones para la promoción partidista.

La recogida de cable continuó poco después cuando la propia cuenta del Ministerio publicaba un nuevo mensaje en el que se disculpaban por la anterior entrada, «que nunca debió ser recogida en un perfil oficial», y que achacaban a «un error material que lamentamos profundamente».

El hasta hoy ministro de Sanidad, Salvador Illa, fue designado recientemente por Pedro Sánchez como candidato para aspirar a la presidencia de la Generalitat en las elecciones que se celebrarán, si no media nueva decisión judicial, el próximo domingo 14 de febrero. Desde que se hizo pública su nominación, Illa ha estado asumiendo a la vez sus dos condiciones, la de candidato a la presidencia catalana y la de ministro de Sanidad en plena tercera ola de una pandemia que se ha cebado de forma especial con España, el país del mundo con más contagios semanales por millón de habitantes actualmente.

Mientras protagonizaba esa dualidad, el ministro a la fuga Illa no ha desaprovechado la oportunidad de utilizar el altavoz que le daba su aún vigencia como ministro para ocupar espacio mediático mientras, sin embargo, no quería saber nada de tener que dar explicaciones al Congreso sobre su gestión, desoyendo hasta 50 peticiones para ello.

Reacciones

Desde el PP se criticó este uso de las cuentas oficiales de una institución pública, denunciando que «la campaña ha empezado para el PSOE y lo hace desde una cuenta institucional, con faltas de ortografía y el peor día desde la primera ola con 591 fallecidos. Este es el nivel de escrúpulos y decencia que pagamos los españoles».

Desde Ciudadanos también se ha señalado esta utilización, lamentando «que una cuenta oficial del Gobierno de España se dedique a hacerle la campaña en Cataluña al candidato del PSC», lo que califican como «una gravísima falta de neutralidad institucional».

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