Marlaska suprime los méritos para controlar los ascensos en la Policía

El Ministerio del Interior, que dirige Fernando Grande-Marlaska, ha suprimido, a través de la Dirección General de la Policía, el baremo por méritos en los concursos de ascenso en la Policía Nacional para controlar a los mandos del Cuerpo. La eliminación de los méritos policiales de los aspirantes (detenciones, trabajo policial operativo, etc.) en favor de criterios subjetivos que permiten colocar con menos dificultad a otros aspirantes «más afines» en los puestos de mando ha soliviantado a los sindicatos policiales.

La semilla de toda ésta polémica es el borrador del Real Decreto de Procesos Selectivos que, tras una negociación fallida en el Consejo de la Policía entre la Dirección General de la Policía y los sindicatos, salió adelante con el voto en contra de todas las organizaciones sindicales de la policía. Una imposición que finalmente se ha materializado en el Real Decreto 853/2022 aprobado este mes de octubre por el Gobierno con el impulso del Ministerio del Interior.

El malestar entre las organizaciones sindicales de la Policía es creciente porque en la práctica, según dichas fuentes, supone marginar en los ascensos a los policías en poder de una mayor puntuación por méritos en su trabajo a favor de pruebas o entrevistas subjetivas (según el método de ascenso) que permiten aprobar otros comisarios y, por tanto, controlar los puestos clave de las escalas Superior y Ejecutiva de la Policía.

En la Policía hay dos caminos de promoción interna o ascenso a los puestos de mando. Uno es el llamado concurso-oposición, que según los denunciantes ya no tiene nada de concurso y es prácticamente una oposición con una serie de pruebas, como realización de supuestos prácticos, con un alto contenido subjetivo. La otra forma de promoción interna en la Policía es la antigüedad selectiva para los más veteranos del escalafón que quedan sometidos a una prueba psicotécnica con criterios objetivos, pero también a una entrevista subjetiva que en la realidad termina cerrando o abriendo las puertas del ascenso a los puestos de Inspector o Comisario.

En definitiva, según los denunciantes, lo que ha hecho Grande-Marlaska es imponer un sistema de ascensos en la Policía que margina a los mejor preparados y con más méritos, en favor de otros con mejores relaciones.

Además, en comparación con la normativa anterior desde ahora se aumentan las plazas del concurso-oposición, de un 33% de plazas hasta un 40%. «Es decir, se llevan más gente a esa parte del concurso de ascenso con más pruebas subjetivas, para al final ascender a quien quieren o tienen que colocar».

Todos los denunciantes coinciden en que el objetivo final de este Real Decreto recién aprobado a instancias del Ministerio del Interior, es el de mantener bajo control a la Policía intentando colocar estratégicamente a los mandos en los puestos de mayor responsabilidad.