Marlaska permite a Bildu reunirse en grupo con presos etarras en las cárceles para pactar el acercamiento

En la prisión de Huelva se ha permitido algo impensable para el resto de presos: reuniones en grupo en las que se han sentado a negociar de forma conjunta hasta siete personas

Presos etarras
El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.
Carlos Cuesta

La estrategia de acercamiento y beneficios penitenciarios a los presos etarras marcha a toda velocidad. Y Marlaska ha decidido permitir incluso reuniones grupales entre enviados de Bildu y los presos etarras para que agilicen los acuerdos que se negocian al otro lado de la mesa con el Gobierno de Pedro Sánchez. Esas reuniones están prohibidas en muchas de las prisiones. Por ejemplo, en la de Huelva. Y allí, mientras que esos encuentros se niegan a otros presos, cinco etarras se acaban de reunir con dos enviados de Bildu: Estitxu Elduaien Uranga e IñakivRuiz de Pinedo Undiano.

Las rondas de negociación empezaron hace tiempo. Y se han centrado en los últimos días en la prisión de Jaén, tal y como adelantó OKDIARIO. Otra de las cárceles donde se han celebrado estas negociaciones entre representantes de Bildu y presos de la banda asesina ha sido la de Huelva.

Y en esta última se ha permitido algo impensable para el resto de presos: reuniones en grupo. En concreto, en esta cárcel se han sentado a negociar de forma conjunta hasta siete personas: por parte de EH Bildu, Estitxu Elduaien Uranga e Iñaki Ruiz de Pinedo Undiano. Por parte de los presos, Fernando García Jodrá, Juan Carlos Besance Zugasti, Víctor Franco Martínez, Iker Lima Sagarna y Aitzol Maurtua Eguren.

Las negociaciones se centran en la consecución de un pacto para todos los presos de ETA. Un acuerdo que permita, no sólo un acercamiento de los condenados a las prisiones más cercanas al País Vasco sino también la aplicación de beneficios penitenciarios para lograr de forma disimulada una excarcelación masiva de los etarras, especialmente por motivos médicos o de necesidad de reinserción social.

El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska no está poniendo ningún obstáculo a estos encuentros por un motivo obvio: que al otro lado de la mesa se encuentra su Gobierno, el de Pedro Sánchez. Porque todo lo que se pacte con los etarras será posteriormente trasladado al PSOE para terminar de cerrar el acuerdo y mantener como aliado estratégico a Bildu.

Cárcel de Jaén

El primero de estos encuentros fue llevado a cabo por dos diputados de la formación proetarra EH Bildu, que se saltaron el estado de alarma este pasado lunes para visitar a presos etarras en la cárcel de Jaén. La visita fue realizada por el diputado nacional de la formación radical Jon Iñarritu y el también diputado en el Parlamento Vasco, Unai Urruzono.

La prisión de Jaén cuenta en la actualidad con seis presos de la banda terrorista ETA. Uno de ellos es el asesino Beñat Aginagalde, condenando a 44 años por la Audiencia Nacional por matar al empresario Ignacio Uría.

Aginagalde ha sido considerado durante mucho tiempo uno de los hombres clave en el sector más duro de la banda terrorista y, por lo tanto, una de las personas esenciales para llegar a un acuerdo de acercamiento de presos al País Vasco y de negociación de beneficios penitenciarios e incluso excarcelación de los etarras, tal y como pretende Bildu.

Hay que recordar que todos los socios de Gobierno del PSOE han oficializado en plena pandemia una petición de excarcelación de los presos con motivo del coronavirus. Y que todo ello sucede cuando más necesita Pedro Sánchez a sus socios para poder sacar adelante los Presupuestos que vuelve a impulsar en estos momentos.

Bildu ya ha obtenido en un reciente y polémico pacto el compromiso de derogar la reforma laboral. Ahora inicia un contacto con los presos etarras, justo cuando más puede hacer valer su peso en los apoyos a Sánchez en el Congreso y en pleno estado de alarma.

La entrada de todos estos enviados de Bildu en centros penitenciarios como el de Jaén o Huelva implica que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tiene conocimiento de las visitas de los proetarras.

Excarcelaciones

Tanto PNV como EH Bildu han insistido en la necesidad de que Pedro Sánchez avance en los acercamientos de presos etarras e, incluso, en medidas más allá de ese acercamiento y tendentes directamente a la salida de los presos de las cárceles. No se trata de los únicos partidos que han solicitado ya medidas, evidentemente, centradas en la salida de los etarras y los golpistas de los centros penitenciarios.

Todos los socios de Pedro Sánchez al completo han exigido al Gobierno socialcomunista durante la crisis del Covid-19 que excarcelara a presos golpistas y etarras aprovechando el coronavirus. Desde EH Bildu, hasta Unidas Podemos, pasando por ERC, Junts, PNV, Más País, CUP, BNG y hasta Compromís firmaron hace escasas semanas un manifiesto conjunto en el que urgían al Ejecutivo socialcomunista a «adoptar medidas alternativas a la privación de libertad para garantizar el derecho a la salud de las personas presas durante la emergencia sanitaria». Y la medida alternativa estrella era la excarcelación, por supuesto, también para etarras y golpistas con algunas condiciones.

Según la argumentación de comunistas, proetarras y separatistas, «la crisis sanitaria generada por la pandemia del Covid-19 está teniendo un impacto muy fuerte sobre las personas en prisión».

Los socios de Pedro Sánchez afirmaban que «en ese contexto, importantes organismos internacionales urgían a adoptar medidas específicas sobre las cárceles» y que, por lo tanto, era necesario adoptar medidas «alternativas a la privación de libertad, incluida la excarcelación de personas presas, así como garantizar la atención médica adecuada a las necesidades específicas, sobre todo a grupos vulnerables o de riesgo: grupos de edad avanzada y grupos con patologías previas».

Y son las mismas formaciones que lideran, entre otros, Pablo IglesiasArnaldo OtegiOriol Junqueras o Carles Puigdemont las que lo solicitaron. Las que pidieron, en consecuencia, al Gobierno español [del que muchos de ellos son socios] que adopte las siguientes medidas: «la primera, la excarcelación de personas presas, en especial de quienes presenten especial vulnerabilidad ante el Covid-19, concretamente internos/as que presenten patologías previas serias, crónicas o agravadas por la edad -mayores de 65 años-, por conformar grupos de riesgo ante el contagio de la pandemia».

La segunda exigencia pasaba por adoptar medidas «sin excepcionalidad de ningún tipo derivado de la tipología gravedad del delito, para la excarcelación de personas presas que hayan cumplido» determinada parte de la condena, que «no presenten alto riesgo de reincidencia y/o presenten pronóstico favorable de reinserción social, con recursos familiares o de su entorno social próximo, para someterse al confinamiento en los mismos términos que el resto de la sociedad».

Lo último en España

Últimas noticias