Interior deja que 2 diputados de Bildu se salten el estado de alarma para visitar a etarras en la cárcel de Jaén

La formación proetarra inicia un contacto con presos de la banda terrorista justo cuando más puede hacer valer su peso en los apoyos a Sánchez de cara a la negociación de los Presupuestos

Bildu
Los diputados de Bildu Jon Iñarritu y Unai Urruzono.
Carlos Cuesta

Dos diputados de la formación proetarra EH Bildu se saltaron el estado de alarma este pasado lunes 16 de junio para visitar a presos etarras en la cárcel de Jaén. La visita fue realizada por el diputado nacional de la formación radical Jon Iñarritu y el también diputado en el Parlamento Vasco, Unai Urruzono.

La prisión de Jaén cuenta en la actualidad con seis presos de la banda terrorista ETA. Uno de ellos es el asesino Beñat Aginagalde, condenando a 44 años por la Audiencia Nacional por matar al empresario Ignacio Uría. Aginagalde ha sido considerado durante mucho tiempo uno de los hombres clave en el sector más duro de la banda terrorista y, por lo tanto, una de las personas esenciales para llegar a un acuerdo de acercamiento de presos al País Vasco y de negociación de beneficios penitenciarios e incluso excarcelación de los etarras, tal y como pretende Bildu.

Hay que recordar que todos los socios de Gobierno del PSOE han oficializado en plena pandemia una petición de excarcelación de los presos con motivo del coronavirus. Y que todo ello sucede cuando más necesita Pedro Sánchez a sus socios para poder sacar adelante los Presupuestos que vuelve a impulsar en estos momentos.

Bildu ya ha obtenido en un reciente y polémico pacto el compromiso de derogar la reforma laboral. Ahora inicia un contacto con los presos etarras, justo cuando más puede hacer valer su peso en los apoyos a Sánchez en el Congreso y en pleno estado de alarma.

Los diputados pueden sortear el estado de alarma por motivo de su profesión. Pero sólo pueden hacerlo por motivos justificados. Por lo visto, visitar presos etarras ha debido ser considerado un motivo justificado y necesario como para desplazarse de unas comunidades autónomas a otras.

Marlaska lo sabía

La entrada de dos diputados en un centro penitenciario como el de Jaén implica que el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, tenía conocimiento de la visita de los proetarras.

Tanto PNV como EH Bildu han insistido en la necesidad de que Pedro Sánchez avance en los acercamientos de presos etarras e, incluso, en medidas más allá de ese acercamiento y tendentes directamente a la salida de los presos de las cárceles. No se trata de los únicos partidos que han solicitado ya medidas, evidentemente, centradas en la salida de los etarras y los golpistas de los centros penitenciarios.

Todos los socios de Pedro Sánchez al completo han exigido al Gobierno socialcomunista durante la crisis del Covid-19 que excarcelara a presos golpistas y etarras aprovechando el coronavirus. Desde EH Bildu, hasta Unidas Podemos, pasando por ERC, Junts, PNV, Más País, CUP, BNG y hasta Compromís firmaron hace escasas semanas un manifiesto conjunto en el que urgían al Ejecutivo socialcomunista a «adoptar medidas alternativas a la privación de libertad para garantizar el derecho a la salud de las personas presas durante la emergencia sanitaria». Y la medida alternativa estrella era la excarcelación, por supuesto, también para etarras y golpistas con algunas condiciones.

Según la argumentación de comunistas, proetarras y separatistas, «la crisis sanitaria generada por la pandemia del Covid-19 está teniendo un impacto muy fuerte sobre las personas en prisión».

Los socios de Pedro Sánchez afirmaban que «en ese contexto, importantes organismos internacionales urgían a adoptar medidas específicas sobre las cárceles» y que, por lo tanto, era necesario adoptar medidas «alternativas a la privación de libertad, incluida la excarcelación de personas presas, así como garantizar la atención médica adecuada a las necesidades específicas, sobre todo a grupos vulnerables o de riesgo: grupos de edad avanzada y grupos con patologías previas».

Excarcelaciones

Y son las mismas formaciones que lideran, entre otros, Pablo Iglesias, Arnaldo Otegi, Oriol Junqueras o Carles Puigdemont las que lo solicitaron. Las que pidieron, en consecuencia, al Gobierno español [del que muchos de ellos son socios] que adopte las siguientes medidas: «la primera, la excarcelación de personas presas, en especial de quienes presenten especial vulnerabilidad ante el Covid-19, concretamente internos/as que presenten patologías previas serias, crónicas o agravadas por la edad -mayores de 65 años-, por conformar grupos de riesgo ante el contagio de la pandemia». La segunda exigencia pasaba por adoptar medidas «sin excepcionalidad de ningún tipo derivado de la tipología gravedad del delito, para la excarcelación de personas presas que hayan cumplido» determinada parte de la condena, que «no presenten alto riesgo de reincidencia y/o presenten pronóstico favorable de reinserción social, con recursos familiares o de su entorno social próximo, para someterse al confinamiento en los mismos términos que el resto de la sociedad».

Los firmantes fueron «Jaume Asens (Unidas Podemos-En Comú Podem-Galicia en Común), Gabriel Rufián (Esquerra Republicana), Laura Borràs (Junts per Catalunya), Aitor Esteban (EAJ-PNV), Mertxe
Aizpurua (Euskal Herria Bildu), Iñigo Errejón (Más País) Mireia Vehí  (CUP), Joan Baldoví (Compromís), Néstor Rego ( BNG)».

Negociaciones con los etarras

La visita de Bildu a la prisión de Jaén confirma el avance en las negociaciones sobre los presos etarras. En esa cárcel se encuentran Beñat Aginagalde Ugartemendia, Aitor Fresnedo Guerricabeitia, Aitor Garcia Aliaga, Oihane Bakedano Maidagan, Iñigo Guridi Lasa y Mattin Sarasola Yarzabal.

Hay que recordar que la Sección Primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional condenó a los miembros de ETA Beñat Aginagalde Ugartemendia y Joanes Larretxea Mendiola a 44 años de prisión a cada uno por el asesinato del empresario de Azpeitia Ignacio Uría. El atentado se realizó durante la campaña de ETA contra la construcción del tren de alta velocidad (TAV). Y Aginagalde siempre ha sido considerado un etarra clave en el acercamiento de presos.

Otro de los presos significativos de la cárcel de Jaén es Mattin Sarasola, uno de los asesinos de la T4, el atentado de ETA llevado a cabo durante la negociación de la banda asesina con José Luis Rodríguez Zapatero.

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