Marlaska manda a la UME de madrugada a limpiar de nieve la sede de Protección Civil antes de su visita

El Ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, está molesto porque han sido las Fuerzas Armadas, y sobre todo la Unidad Militar de Emergencias (UME), quienes se han llevado las ‘medallas’ por su actuación ante la crisis de la borrasca Filomena. Pero eso no le ha impedido dar la orden a los militares para que limpien de nieve todos los accesos a la sede central de Protección Civil en Madrid justo antes de su visita oficial de este miércoles. Personal y quitanieves de la Unidad recibieron en plena noche (con los termómetros marcando hasta -12 grados) la orden de despliegue y estuvieron limpiando los accesos durante toda la madrugada para que el convoy de más de media docena de vehículos en los que viajaban Grande-Marlaska y el ministro de Transportes y Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos, estuviese en perfecto estado a primera hora de la mañana.

En la noche de este martes, la UME recibió la orden de desplazarse de inmediato a la sede de la Dirección General de Protección Civil y Emergencias, situada en la calle Cartagena de Madrid, con la misión de limpiar de nieve todos los accesos al edificio que alberga el ‘cuartel general’ a nivel nacional de este organismo civil para la gestión de emergencias. Una importante dotación de personal, una quitanieves y dos pequeños bulldozers se afanaron durante horas en retirar toda la nieve y el hielo que desde el pasado viernes se acumulaba en estos accesos.

El motivo de esta urgencia era que unas horas más tarde -a las 11 de la mañana de este miércoles- estaba prevista la llegada del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska que, acompañado del titular de Transportes, tenían en su agenda presidir la reunión del Comité Estatal de Coordinación y Dirección del Sistema Nacional de Protección Civil (CECOD). La célula de crisis que dirige la respuesta estatal a los estragos de Filomena.

También en los patios

Según relatan a OKDIARIO testigos que presenciaron en vivo las tareas de limpieza, éstas se alargaron durante horas. Y no sólo se centraron en los exteriores del edificio, sino que también hubo militares limpiando nieve a paladas en uno de los patios del edificio. A contrarreloj, ya que unas horas más tarde llegarían el convoy de vehículos del Gobierno.

Y así ocurrió. Minutos antes de las once de la mañana, como se comprueba en el material gráfico que aporta OKDIARIO, la calle Cartagena permanecía despejada de nieve y cortada al tráfico (con vehículos de ciudadanos a la espera de paso), bajo una intensa vigilancia, para recibir a Grande-Marlaska y a Ábalos. Ambos llegaron acompañados de un grupo de asesores a bordo de más de media docena de vehículos todoterreno adaptados para circular fácilmente por la capital y sortear las grandes placas de hielo que aún hoy impiden la correcta movilidad por las calles de Madrid.

Desde primera hora de la mañana, efectivos de la Policía Nacional han vigilado las inmediaciones, desplegando incluso perros detectores de explosivos que olisquearon las grandes montañas de nieve acumuladas tras las labores de limpieza que ha realizado la UME esta madrugada.

Tras la reunión del Comité Estatal de Coordinación y Dirección del Sistema Nacional de Protección Civil, el ministro del Interior visitó las instalaciones del Centro Nacional de Seguimiento y Coordinación de Emergencias (CENEM).

Pulso Marlaska-Robles

Los aplausos generalizados de la sociedad al trabajo de los militares durante el temporal han molestado a una parte del Gobierno de coalición de PSOE y Podemos. Han irritado especialmente en Interior, que ha estado al frente de la célula de crisis que ha guiado las actuaciones de los cuerpos militares, policiales y civiles en respuesta al caos provocado por las precipitaciones en el centro de la Península. Grande-Marlaska considera, tal y como informa este miércoles OKDIARIO, que los militares se han llevado las ‘medallas’ de la respuesta estatal a Filomena.

Resultado: Grande-Marlaska y el vicepresidente social han reclamado a Sánchez que la responsable de Defensa, Margarita Robles, salga del foco, porque “el Ejército se lleva las medallas que se debe llevar el Gobierno”. Y eso no gusta al entorno de Podemos.

Lo que Interior le reclama a Robles es que la decisión de enviar a los militares a actuar debió darla Interior, previa petición del Ayuntamiento de José Luis Martínez Almeida a la Comunidad de Madrid, presidida por Isabel Díaz Ayuso, y de esta al ministerio que dirige Grande-Marlaska. En cambio, al margen de este circuito burocrático que hubiese demorado la respuesta, la situación se saldó con una llamada personal de Almeida a Robles pidiendo auxilio ante la grave situación que se planteaba a la capital el sábado, cuando la nieve se acumulaba en las calles por encima del medio metro de espesor.