Los lujos del nº 2 de Sumar como embajador en la ONU: 5 plantas, squash, cocinero y mayordomo

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El representante de España ante Naciones Unidas, Agustín Santos Maraver, asumió el puesto de embajador en Nueva York desde 2018, un puesto de confianza, entre los más cotizados dentro de los diplomáticos, que trae consigo una mansión en la zona más prestigiosa, Lenox Hill, del exclusivo barrio del Upper East Side en Manhattan (Nueva York). La mansión Warburg Villa, construida a finales del siglo XIX, ha tenido varias vidas, además de ser la residencia oficial del embajador trotskista, que además de su suculento sueldo de embajador, cuenta con servicio de dos chóferes, mayordomo, cocinero y al menos cinco miembros de personal de servicio, entre ellos, ama de llaves. Un inmueble de lujo que conocen bien no sólo Yolanda Díaz, sino también líderes de Podemos como Irene Montero, a la que ha vetado precisamente Díaz y cambiado por Santos Maraver. A todos ellos, el embajador ha ofrecido fiestas cuando han ido a la urbe neoyorquina en viajes oficiales, supuestamente de trabajo, destacando el último de Irene Montero, a la que Santos Maraver paseó por la ONU. Entre otros lujos, la residencia del número 2 de Sumar como embajador en la ONU tiene cinco plantas, squash, cocinero y mayordomo.

Regalo de bodas del banquero Jacob Schiff, que la compró a Robert W. Tailor, tras anunciarse el compromiso de su hija Frieda con el adinerado Felix Warburg, la mansión de piedra caliza se ubica en el número 18 de la calle 72, en el lado este de Manhattan, cerca de la Quinta Avenida frente a Central Park. Es propiedad del Estado español desde 1972 y residencia oficial del representante de España ante Naciones Unidas, puesto de confianza que tiene línea directa con el presidente del Gobierno. Al acompañar a Yolanda Díaz en la lista de Sumar, Agustín Santos Maraver pone fin a su vida de lujo en Nueva York para convertirse el número 2 de Sumar: sabe que después de la debacle del PSOE en las elecciones del 28M, su puesto caerá en el primer Consejo de Ministros en caso de que, como destacan todas las encuestas, los españoles despidan a Pedro Sánchez en las elecciones generales del 23J.

Servicio al embajador

Con una fachada de siete metros de ancho, forma parte de una serie de majestuosas casas adosadas de inspiración francesa. Asentada sobre una base rústica con una amplia ventana arqueada en equilibrio con la entrada, tiene cinco plantas, entre las que se distribuyen 11 habitaciones, una sala de squash, una escalera noble por donde sube el embajador y otra interior que comunica la cocina de la planta baja con el salón del primer piso, en el que se sirve el desayuno, comida y cena al embajador.

Además, tiene un ascensor montaplatos para que el servicio pueda subir los platos de la comida del embajador Agustín Santos Maraver. Apoyado en una cartela de piedra entre intrincadas hojas talladas, el segundo y el tercer piso se inclinan respecto a la fachada, creando un balcón con balaustrada de piedra en la cuarta planta.

Charles E. Danforth, agente de Bolsa, compró la mansión en enero de 1916 por unos 200.000 dólares. Entre sus acaudalados vecinos se encontraban Louis C. Tiffany, Oliver Gould Jennings, W. Bayard Cutting y Lewis Cass Ledyard. Mientras, en la actualidad, las mansiones de lujo de la zona, que se asemejan en dimensiones y distribución a la del embajador trotskista, destacan por estar valoradas en hasta 30 millones de dólares. Entre ellas, se subraya una mansión de 13,450 millones de dólares, según la agencia inmobiliaria Corcoran en Estados Unidos, muy parecida en estilo a la del embajador, pero con seis habitaciones y cuatro baños, menor en dimensiones que la del número 2 de Yolanda Díaz, que disfruta de 11 habitaciones.

En el interior, la primera planta es donde se ofrecen las fiestas. A ella se accede a través de una majestuosa escalera de madera que viene de la planta baja, con suelo de mármol. Además, la primera planta resalta por incluir un salón, ubicado a la izquierda, de la escalera que da a la calle 72, desde la que se ve la Quinta Avenida y Central Park. El comedor se encuentra a la derecha en la primera planta. La escalera que hace de columna vertebral da paso a las diferentes plantas, entre las que se ubican la sala de squash y el resto de las estancias, entre las que se destaca un despacho biblioteca, con las paredes forradas de madera. Mientras, el servicio suele hacer vida en la planta baja, entre la cocina, una habitación adyacente y un pequeño baño.

Chófer del embajador

Los dos conductores personales del embajador también se integran en el personal de servicio, los cuales le suelen llevar a trabajar a la Misión de España ante Naciones Unidas, que se encuentra en la planta 36 de la calle 47 con la Segunda Avenida en el lujoso edificio de oficinas One Dag Hammarskjöld Plaza, muy cerca a la sede la ONU, que se ubica a una manzana de la misión en la Primera Avenida. Un uso del que puede disponer no sólo para ir a la ONU y así evitar el metro, a través del que se desplazan diariamente millones de neoyorquinos, sino para acudir a diferentes cenas de gala, fiestas y actos de representación a los que le invitan como representante de España en Nueva York.

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