El lujo de comprar a los agricultores en el mercado agroecológico: «Esta agricultura es artesanal»

El mercado ecológico en Zaragoza es más que una apuesta por la sostenibilidad y el medio ambiente. Es una honda filosofía de cultivar, vender y comprar, donde el agricultor es el centro gravitacional que hace posible que la huerta siga preservando el aura sagrada y tradicional.

Lo que empezó en verano de 2009, como un experimento con 10 productores, hoy se ha consolidado como una red de huertas aragonesas, principalmente de Zaragoza, que conforman el mercado ecológico itinerante, que atrae a un gran número de clientes fijos que apuestan por los productos ecológicos y de proximidad.

Estas muestras semanales tienen en la ciudad tres puntos de venta: los miércoles en la plaza Marco Polo de Parque Venecia; los viernes en el Campus universitario de San Francisco; y los sábados en la plaza del Pilar.

El apoyo de este mercado ecológico itinerante por parte del Ayuntamiento de Zaragoza, es una de las mejores formas de fomentar el consumo de productos locales en el corazón de las ciudades. Así como de defender el medio rural y hacer viable el compromiso que todos estas personas contraer con los métodos artesanos, tanto de producción como de elaboración de sus productos.

La venta directa

«La venta directa de los agricultores es algo artesanal», defiende Javier Máñez, porque es un «cultivo lento, sin esquilmar la tierra, dejando un suelo limpio para las siguientes generaciones».

Máñez advierte con recelo el surgimiento de la nueva forma ecológica «industrial» porque «es diferente. Además, la venta directa al agricultor es un lujo, puesto que hay unas energías que se unen».

Apuesta por lo rural en el mercado ecológico de Zaragoza

Todas las semanas, vienen desde Matarraña, un matrimonio que tiene una pequeña empresa, cuya ilusión era lograr tener un obrador propio, que está situado en Valdetormo, un municipio que cuenta con una población de 301 habitantes.

«El Matarraña es una comarca maravillosa, en cuanto a medio ambiente, paisaje y cultivos, como olivar y frutos secos”, explica Bernardo. «Todo es artesanal, ecológico y certificado. Son productos naturales con mucho sabor», añade.

Bernardo y su esposa Teresa defienden la importancia de que sus productos no tengan ningún tipo de producto químico: «Hay que saber y comer sano, porque luego vienen las consecuencias. La salud es lo más importante que tenemos».

La pareja hizo una puesta decida por el medio rural: «Tenemos que defender y apoyar el mundo rural, y hacer productos de calidad. En eso estamos».

Los precios de productos ecológicos: algo mas elevados

El puesto de frutas de Lumpiaque, Jalón Nature, ofrece manzanas y peras autóctonas con «un sabor excepcional y con una textura diferente», explica Lis.

La calidad es un sello de garantía que en todos los puestos queda reflejado también en los precios, algo más elevados que unas grandes superficies.

«El precio es más elevado porque los costes de producción son mayores, porque los tratamientos que seguimos no echamos sulfatos, por lo que tenemos que estar muy pendiente para evitar plagas», argumenta.

Un proceso de cultivo completo y lento

La razón de los precios más elevados también es clara: el cultivo es ecológico y biológico, es decir, no es transgénico, sino que se guardan las semillas de un año a otro, como explica Sebastián Debono, un francés afincado hace años en Aragón.

«Desde la siembra hasta la recolección, pueden pasar cuatro meses», expresa. Además los horarios del mercado son exigentes: «Yo estoy aquí a las cinco y media de la mañana, me gusta tener mi tiempo para prepararlo todo bien».

Sebastián conciencia que no solo es recolectar, «hay que hacer los manojos, lavar el producto para que salga sin tierra, más fresco y más bonito. Luego lo traemos aquí, y lo vendemos», detalla.

Gardenier: labor social por la inclusión en el mercado ecológico de Zaragoza

Si hay alguien famoso en todo el mercado agroecológico en Zaragoza, ese es Mariano. Un trabajador infatigable que lleva más de una década formando parte del proyecto Gardenier, como uno más, y que es el alma del puesto.

Gardenier también cuenta con obrador propio para elaborar conservas, que recientemente fue galardonado con el premio de Alianza Agrolimentaria Aragonesa. 

Antonio, Borja, Mariano, María, Miguel, Javier y Camilo, parte del equipo de nuestro Obrador de Conservas Ecológica posan con el galardón que @alianzaagroal nos concedió ayer. pic.twitter.com/08Ty7YgMDl

— Gardeniers (@Gardeniers1) October 25, 2023

Gardenier forma parte del proyecto de Atades, (Asociación Tutelar Aragonesa de Discapacidad Intelectual), y proporciona trabajo a más de 50 personas con discapacidad y diversidad funcional.

Mariano disfruta de lo que hace, vende los productos que cosechan en la huerta de Movera, y promociona la Marca Zaragoza, con ilusión y desparpajo: «Estoy muy contento de trabajar, y vender productos que elaboramos nosotros».