Juan Carlos I residirá de forma permanente en Abu Dabi aunque volverá «con frecuencia» a España
La Casa del Rey ha difundido este lunes un comunicado en el que anuncia la intención de Juan Carlos I de seguir residiendo «de forma permanente y estable» en Abu Dabi, aunque asegura que volverá «con frecuencia» a España para «visitar a la familia y amigos».
«Prefiero, en este momento, por razones que pertenecen a mi ámbito privado y que solo a mí me afectan, continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi, donde he encontrado tranquilidad, especialmente para este período de mi vida. Aunque, como es natural, volveré con frecuencia a España, a la que siempre llevo en el corazón, para visitar a la familia y amigos», afirma Don Juan Carlos en una carta remitida al Rey Felipe VI.
El Rey emérito manifiesta que, tanto en sus visitas «como si en el futuro volviera a residir en España» su propósito es «organizar» su «vida personal» y su «lugar de residencia» en «ámbitos de carácter privado para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible».
Este es el contenido íntegro del comunicado difundido por la Casa de Su Majestad el Rey:
Su Majestad el Rey don Juan Carlos ha dirigido a Su Majestad el Rey la siguiente carta:
5-III-2022
»Majestad, querido hijo:
En agosto de 2020, guiado por el convencimiento de prestar el mejor servicio a España y a todos los españoles, a sus instituciones y a ti como Rey, te comuniqué mi decisión de trasladarme fuera de España, para facilitar el ejercicio de tus funciones. Desde entonces, he residido en Abu Dabi, lugar al que he adaptado mi forma de vida y al cual agradezco enormemente su magnífica hospitalidad.
»Conocidos los Decretos de la Fiscalía General del Estado, por los que se archivan las investigaciones de las que he sido objeto, me parece oportuno considerar mi regreso a España, aunque no de forma inmediata. Prefiero, en este momento, por razones que pertenecen a mi ámbito privado y que solo a mí me afectan, continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi, donde he encontrado tranquilidad, especialmente para este período de mi vida. Aunque, como es natural, volveré con frecuencia a España, a la que siempre llevo en el corazón, para visitar a la familia y amigos.
»Me gustaría así culminar esta etapa de mi vida desde la serenidad y la perspectiva que ofrece el tiempo transcurrido. Como bien sabes, en 2019 te comuniqué mi voluntad de retirarme de la vida pública, y así lo seguiré haciendo. En este sentido, tanto en mis visitas como si en el futuro volviera a residir en España, es mi propósito organizar mi vida personal y mi lugar de residencia en ámbitos de carácter privado para continuar disfrutando de la mayor privacidad posible.
»Soy consciente de la trascendencia para la opinión pública de los acontecimientos pasados de mi vida privada y que lamento sinceramente, como también siento un legítimo orgullo por mi contribución a la convivencia democrática y a las libertades en España, fruto del esfuerzo y sacrificio colectivo de todos los españoles.
»Siempre que te parezca bien, es mi deseo que hagas pública esta carta, para conocimiento de todos los españoles y en la fecha que estimes oportuna.
»Con mi lealtad, cariño y el orgullo inmenso que siento por ti. Tu padre».
Su Majestad el Rey respeta y comprende la voluntad de Su Majestad el Rey don Juan Carlos expresada en su carta.
Palacio de La Zarzuela, 7 de marzo de 2022»
Archivo de la investigación
El comunicado llega después de que, la semana pasada, la Fiscalía archivase las dos causas que estaban abiertas en el Ministerio Público sobre la fortuna del Rey Juan Carlos I. Se trata de las referidas a las presuntas comisiones ilegales por la adjudicación del AVE a La Meca, las del supuesto uso de tarjetas black sufragadas por un empresario mexicano, y la relativa a la fortuna que habría ocultado en la isla de Jersey.
La Fiscalía del Supremo ve delitos de cohecho y blanqueo de capitales cometidos presuntamente por Juan Carlos I. Sin embargo, el Rey emérito se ha librado de la imputación gracias a la prescripción del delito y a su inviolabilidad.
En la primera de las líneas se investigaba un posible delito de corrupción en los negocios por la adjudicación de las obras del AVE que une las ciudades de Medina y La Meca (Arabia Saudí) al consorcio Al-Shoula, formado por 12 empresas españolas y dos saudíes, y la presunta comisión cobrada por el Rey emérito por hacer de intermediario en la adjudicación.
Se investigaba la relación de esa adjudicación con el ingreso de 64,8 millones de euros (100 millones de dólares), ordenado el 8 de agosto de 2008 por el entonces Rey de Arabia Saudí en la cuenta de la Fundación Lucum en el banco suizo Mirabeaud, de la que Juan Carlos I sería su titular real. El Ministerio Público reconoce que, por el cobro de esta cantidad, «se han identificado cuotas defraudadas a la Hacienda Pública en el IRPF (Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas) de los ejercicios 2008 a 2012 que superan con creces el importe de 120.000 euros», por lo que tendría una responsabilidad penal.
La Fiscalía subraya que no ha quedado acreditado que el emérito cobrase dichos fondos en concepto de «comisión» por conseguir el contrato para el consorcio de empresas españolas. «Se trataría, pues, de un regalo que pudiera haber sido recibido en consideración a la condición de jefe del Estado que Juan Carlos de Borbón desempeñaba en el año 2008, y por tanto, susceptible de integrar el delito de cohecho del artículo 422 del Código Penal”, remarca el decreto.
Del mismo modo, la Fiscalía aprecia un delito de blanqueo de capitales en relación «con las operaciones financieras y societarias llevadas a cabo entre los años 2008 y 2012 por orden del entonces Rey de España tras la recepción de los referidos 64,5 millones de euros a la cuenta de la Fundación Lucum, partiendo del origen ilícito de la referida cantidad», sostiene el escrito.
Sin embargo, el Rey emérito no va a ser investigado ni por el delito de cohecho ni por blanqueo de capitales. La Fiscalía expone que «la responsabilidad penal de los ejercicios de 2008 a 2011 estaría extinguida por la prescripción del delito». No ocurre lo mismo con los delitos cometidos en el año 2012, que no están prescritos, pero «en aquella fecha y hasta el 19 de junio de 2014, Juan Carlos de Borbón estaba protegido por la inviolabilidad que el artículo 56.3 de la Constitución española reconoce al jefe del Estado», remarca el decreto de archivo.
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