Ataque de Irán a Israel

Borrell usa un informe ‘a medida’ para que la UE no declare terrorista a la Guardia Revolucionaria de Irán

El jefe de la diplomacia europea sólo se basa en un atentado de 1996 y desprecia 12 casos recientes

Más de 50 diputados del Partido Conservador en Reino Unido piden a Sunak que actúe contra el IRGC

Josep Borrel Irán
Segundo Sanz

Un atentado de 1996 contra las Torres Kohbar en Arabia Saudí donde murieron 19 soldados estadounidenses y ocurrido hace «más de 25 años» es el único episodio analizado por el socialista Josep Borrell, jefe de la diplomacia europea, sobre si la UE debe declarar como organización terrorista a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán (IRGC, por sus siglas en inglés), responsable del ataque a Israel del pasado 13 de abril.

Sólo este ataque de los años 90 aparece en el informe a medida que usa Borrell para no atender la petición de Israel -compartida por algunos países europeos como Bélgica- de incluir a la IRCG en la lista de grupos considerados terroristas por la UE. El documento dice que los sucesos han de ser «recientes», no de hace décadas, incluso si ocurren en «terceros países» (no sólo de la UE, como sostiene Borrell).

Ese «informe restringido» del Consejo de la Unión Europea, fechado en febrero de 2023 y al que ha tenido acceso OKDIARIO en exclusiva, fue encargado en enero de 2023 por el Consejo de Asuntos Exteriores de la UE, que preside Josep Borrell, al Servicio Jurídico del Consejo (CLS, en inglés) para que se pronunciara sobre si era posible incluir a la IRCG en la lista de organizaciones terroristas sujetas a restricciones conforme a la Posición Común 2001/931/PESC.

Sin embargo, en ese encargo fueron omitidos hechos recientes de terrorismo recogidos en decisiones judiciales de países de la UE y de Reino Unido que implican a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán. Y que se ajustan a la Posición Común 2001/931/PESC, que establece que es necesario que «una autoridad judicial o autoridad competente equivalente haya adoptado una decisión respecto de la persona, grupo o entidad» en cuestión.

Ya sea, prosigue la normativa comunitaria, «tanto si se trata de la apertura de investigaciones o de procedimientos en relación con un acto terrorista, como de la tentativa de cometer, o de participar, o de facilitar dicho acto, basada en pruebas o en indicios serios y creíbles, o si se trata de una condena por dichos hechos».

Por ejemplo, en marzo de 2017 un tribunal de Berlín condenó al ciudadano paquistaní Mustufa Haidar Syed-Naqfi por espiar objetivos israelíes y judíos en nombre del IRGC. Uno de los objetivos era Reinhold Robbe, ex diputado alemán y ex presidente de la sociedad germano-israelí.

Asimismo, en 2018 las autoridades francesas, belgas y alemanas frustraron un ataque con bomba contra una manifestación de la disidencia iraní en París a la que asistieron decenas de miles de personas. Un tribunal belga condenó al diplomático iraní Asadollah Asadi a 20 años de prisión por su participación, siendo luego intercambiado por un rehén belga. Y es que Irán tiene dos organizaciones de inteligencia principales: el Ministerio de Inteligencia (MOI) y la Organización de Inteligencia del IRGC que utilizan a miembros de sus embajadas para planes terroristas, como ocurrió con Assadollah Assadi.

Contra presentadores

Otro caso que tampoco recoge el informe restringido sobre Irán y que Josep Borrell no tiene en cuenta es el de la contratación en 2022 por parte del IRGC de un traficante de personas para matar a dos presentadores de noticias radicados en el Reino Unido que trabajaban para medios de la oposición iraní. Y así hasta 12 casos de terrorismo recientes, relacionados con el IRGC, ante los que el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores mira hacia otro lado.

Hasta ahora, Josep Borrell, ministro de Exteriores (2018-2019) en el primer Gobierno de Pedro Sánchez, ha venido sosteniendo que no se podía promover la declaración de Guardia Revolucionaria de Irán como organización terrorista, puesto que, según su versión, es necesario que la justicia de algún país de la UE considere como tal a este brazo para que reciba esa catalogación a nivel comunitario. Es decir, que algún tribunal de los Veintisiete haya condenado a la Guardia Revolucionaria iraní por terrorismo.

«Hay muchas opiniones interesantes al respecto, pero es algo que no puede decidirse sin una decisión de un tribunal. Primero tiene que haber una condena judicial de un Estado miembro», manifestó Josep Borrell el pasado año sobre el Cuerpo de la Guardia de Irán.

Josep Borrell Irán

De hecho, el martes de esta semana, tras mantener una videoconferencia de urgencia con los ministros de Asuntos Exteriores de la UE, volvió a alegar que la adopción de dicha medida entraña dificultades, ya que, según defendió, la Guardia Revolucionaria de Irán todavía no ha sido asociada a «ningún acto terrorista» en ninguno de los Estados miembros.

Sin embargo, esta afirmación no se ajusta a la realidad, según las fuentes europeas consultadas que remiten a la existencia de esos 12 casos recientes de terrorismo relacionados con el IRCG, en concreto, desde 2017. La mitad de ellos, prácticamente, tuvo lugar antes de la fecha del citado informe restringido, y el resto se produjo con posterioridad.

Diputados en Reino Unido

Entretanto, en Reino Unido, más de un centenar de diputados británicos, entre ellos más de 50 miembros del Partido Conservador del primer ministro, Rishi Sunak, han pedido este jueves al Gobierno que actúe contra el IRGC y lo declare «organización terrorista» en respuesta al ataque perpetrado el fin de semana por Irán contra Israel tras el bombardeo de su Consulado en Damasco (allí fue aniquilado el general Mohammad Reza Zahedi).

En una carta enviada al diario The Times, unos 130 diputados calificaron de «insuficiente» la lucha del Gobierno británico contra el extremismo y el terrorismo y subrayaron que la Guardia Revolucionaria de Irán es la «fuente principal de la ideología radical», por lo que es necesario «eliminar el problema de raíz y prohibirla».

Los diputados declararon además que el ataque lanzado por Irán contra Israel en la noche del 13 al 14 de abril supone un acto propio del «terror destructivo» propio de dicho grupo, alertando de que nunca ha sido «tan peligroso para Reino Unido como lo es hoy».

Josep Borrell Irán

El martes, el Gobierno de Israel informó de haber remitido cartas a 32 países (entre ellos, Reino Unido, Alemania, Japón, Canadá, Francia, Italia, India y Australia) para pedirles que impongan sanciones contra el programa de misiles de Irán y que designen a la Guardia Revolucionaria como una «organización terrorista».

«Junto a la respuesta militar al disparo de misiles y drones, encabezo un ataque político contra Irán», manifestó el ministro de Exteriores de Benjamín Netanyahu, Israel Katz, en redes sociales, desvelando así haber enviado dicha misiva a 32 países. También apuntó que había hablado con «decenas» de sus homólogos para abordar la situación actual.

Asimismo, Katz precisó que les había pedido que «impongan sanciones contra el programa de misiles de Irán y que la Guardia Revolucionaria sea declarada una organización terrorista, como forma para debilitar a Irán». «Irán debe ser detenido ya, antes de que sea demasiado tarde», apostilló.

Por su parte, el primer ministro belga, Alexander De Croo, señaló el miércoles que «el IRGC debería ser incluido en una lista de sanciones y me interesaría ver cuál es la posición de otros países sobre ese tema».

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