Isabel Franco: «Arrimadas debe dimitir si no destituye a Cuadrado y los responsables de esta chapuza»

Isabel Franco es periodista. Trabajó en diversos medios y, después, montó su propia consultora de comunicación y redes. Periodista… «y autónoma», dice. «Se lo que supone sacar adelante una empresa y un negocio: levantarte cada día empezando de nuevo, la angustia de las facturas, los impuestos, cómo pagar los sueldos a fin de mes…». Como empresaria, ha vivido éxitos y fracasos. Pero siempre se levantó. «Nadie me ha regalado nada en mi vida». Isabel Franco plantó cara, peleó y ganó la batalla a un cáncer de mama en fase II.

Ciudadanos (aquel Ciudadanos de Albert Rivera) la buscó para su proyecto en Murcia y ella dio el paso en 2014. El 1 de agosto de 2019 tomó posesión como vicepresidenta del Gobierno de coalición con el PP, presidido por Fernando López Miras. En ese momento, Isabel Franco se puso, sin quererlo, en el punto de mira (implacable) de las ambiciones (durísimas) de personajes que uno sólo cree que pueden existir en las películas de Hitchcock.

Su voz desprende bonhomía, cualidad que indica bondad e ingenuidad al tiempo. La política le ha robado de un plumazo la segunda. Como consejera de Mujer, Igualdad, LGTBI, Familias y Política Social, Isabel Franco lleva a gala haber podido parar el impacto brutal del Covid en las residencias durante la primera ola. Sólo afectó a 5 de los 116 centros de mayores que hay en la Región de Murcia. Su gestión de la pandemia es ampliamente reconocida. También, por los mismos que en su partido llevan meses intentado de la peor manera (visitas a Murcia incluidas) que dejara su cargo para un «quítate tú… que hay que ponerla a ella». Sólo «ellos» saben por qué tanto interés por «ella».

Isabel Franco se ve ahora, «desde la 16.55 del viernes» (recuerda el minuto justo en que se lo comunicaron), expulsada de Ciudadanos por negarse, junto a dos compañeros más, a apoyar la moción del PSOE. No entiende que el sanedrín de Arrimadas (Carlos Cuadrado y José María Espejo) decidieran ellos solos «cambiar la estrategia de todo el partido sin consultar a nadie y permitir las mociones de censura contra los propios Gobiernos en los que estamos con acuerdos firmados». Isabel Franco cree que Carlos Cuadrado y compañía debieron dimitir o ser destituidos al día siguiente de las elecciones catalanas: «Nada de esto hubiera pasado».

La vicepresidenta murciana va a pelear por su militancia. «Ciudadanos es mi partido. Sigo creyendo que es necesario un proyecto de centro para España». Tiene claro que todo esto ha sido una «enorme chapuza» que responde a la «ambición de una sola persona» y que deja a Ciudadanos al borde de su fin.

Por increíble que parezca, a veces, las grandes crisis se explican con la letra pequeña de una ambición sin límites con cara de niña y vestida de ingenuidad y los más listos del lugar (los Cuadrado, Redondo y Bolaños de turno) cayendo en la vieja trampa de la seducción.

Pregunta.- ¿Le han comunicado la expulsión del partido?

Respuesta.- Me comunicaron el viernes la apertura del expediente, los artículos en los que se basa y los efectos del mismo.

P.- ¿Y va a alegar?

R.- Tenía 24 horas y el plazo pasó, pero eso no es obstáculo para que yo estudie todas las posibilidades ahora.

P.- ¿Quiere mantener la militancia en Ciudadanos?

R.- Es que yo me siento de Ciudadanos y quiero defender el proyecto de Ciudadanos.

P.- Se sigue sintiendo de Ciudadanos…

R.- Por supuesto. Es que lo que yo estoy haciendo es seguir apoyando el acuerdo suscrito, tanto el programático como el de gobierno, en junio de 2019 en representación de Ciudadanos.

P.- Expulsada de Ciudadanos, ¿qué va a hacer en la asamblea regional ? ¿Ir al grupo de no adscritos?

R.- Según el expediente incoado, al perder la capacidad de representar institucionalmente a Ciudadanos no puedo estar en el grupo parlamentario. Pero mi manera de pensar es la misma. No me he marchado a apoyar a ningún otro partido, sino que pretendo seguir apoyando el programa electoral y el compromiso adquirido por Ciudadanos con nuestros votantes en mayo de 2019.

P.- ¿Se siente tránsfuga?

R.- A ver, yo creo, Vicente, que tránsfuga es aquel que abandona su partido para permitir que salga adelante algo de otro partido y se beneficie por ello. En mi caso, no he abandonado el proyecto de Ciudadanos, sino todo lo contrario. Sigo trabajando por el proyecto de Ciudadanos. No he negociado absolutamente nada. Sólamente sigo el acuerdo de junio de 2019 y no hay ninguna mejora en mi situación personal respecto a cómo estaba hace un mes.

P.- ¿Por qué firmo la moción de censura con el PSOE?

R.- Bueno, porque tal y como lo plantearon el martes por la noche parecía que era una iniciativa y una medida beneficiosa para el proyecto de Ciudadanos en la Región de Murcia y porque la mayoría también decidió apoyar esta moción.

P.- ¿Le dijeron que seguiría siendo vicepresidenta?

R.- No. No condicioné ese apoyo a nada en absoluto. Como no lo he hecho nunca. Todo el mundo sabe que si mi partido me planteaba estar en otro lugar, yo siempre he pretendido y he querido cumplir las indicaciones de mi partido.

P.- ¿Sabía que iban a hacer Ana Martínez Vidal presidenta de la Comunidad cuando les dan a firmar la moción?

R.- Sí. La moción lo recogía. Estaba claro cuando la firmamos.

P.- ¿Usted se ha sentido acosada o presionada personal o políticamente por Ana Martínez Vidal desde que forman Gobierno con el PP?

R.- (Guarda silencio por un instante y se muestra prudente) Sólamente hay que ver la hemeroteca para saber que lleva mucho tiempo detrás del puesto de vicepresidenta.

P.- Y eso, ¿en qué se ha traducido, Isabel? ¿Ana Martínez Vidal es una persona ambiciosa?

R.- Yo creo que la ambición puede ser buena siempre que no implique traicionar el proyecto de un partido, el compromiso y el programa electoral de un partido y, por supuesto, siempre que no implique alterar, como en este caso, por completo todo un gobierno en un momento especialmente crítico.

P.- Pero, le insisto. ¿Se ha sentido acosada políticamente por Ana Martínez Vidal?

R.- (Mide, de nuevo, bien sus palabras) Es una actitud que ella ha adoptado con todo el mundo. La consejera de Transparencia, Beatriz Ballesteros, cuando dimitió, se quejó exactamente de lo mismo que podría quejarme yo ahora.

P.- ¿La dirección nacional del partido le ha presionado estos meses para que abandonara su puesto?

R.- (De nuevo, con prudencia) Bueno, digamos que me costó entender por qué, de repente, pasaba de ser la número uno de la candidatura a no contar en el proyecto del partido. Es algo que nunca se me ha explicado claramente. Me hubiera encantado que alguien me lo hubiera explicado.

P.- ¿Debería dimitir Carlos Cuadrado?

R.- Fue un error que el 15 de febrero, tras el desastre de Cataluña, los integrantes de la ejecutiva permitiéramos que no se tomara ninguna medida específica. Si en ese momento hubiéramos insistido en que los responsables de esos resultados hubiesen asumido su responsabilidad, ahora no estaríamos enfrentándonos al hecho de que el Comité Permanente [Arrimadas y su núcleo duro con Cuadrado y Espejo] tomó la decisión de un cambio tan importante sobre nuestro posicionamiento político y que tanto daño está haciendo a nuestro partido.

P.- ¿Y quiénes son los responsables? Póngale nombres.

R.- Todos los que han participado en decidir que el partido podía, a partir de ahora, plantear mociones de censura en aquellas comunidades donde estamos gobernando en coalición con otro partido para cambiar ese gobierno, en plena pandemia y sin comunicarlo a la Ejecutiva Nacional. Ellos deben sentirse y hacerse responsables de todo el daño que Ciudadanos y su proyecto está sufriendo durante los últimos días a nivel nacional.

P.- ¿E Inés Arrimadas es también responsable o no controla el partido?

R.- Para mí, son responsables, absolutamente todos los integrantes del Comité Permanente.

P.- ¿Empezando por Inés?

R.- Todos.

P.- ¿Y esa asunción de responsabilidades es dimitir?

R.- Por supuesto. Es que es gravísimo que se tome una decisión y un cambio de estrategia así sin comunicarlo, como mínimo, a la ejecutiva, porque incluso se debería haber tratado en el Consejo General.

P.- Por tanto, en la Ejecutiva del lunes, ¿deberían dimitir Arrimadas y toda la dirección y convocarse un Congreso extraordinario?

R.- Deben presentar la dimisión todos aquellos que hayan estado a favor de cambiar la estrategia política del partido sin comunicarlo a los órganos de gobierno del mismo, que son la Ejecutiva Nacional y el Consejo General.

P.- ¿A quién ve como recambio de Inés Arrimadas dentro del partido?

R.- Yo creo que Inés todavía está a tiempo de liderar este partido si toma las medidas necesarias, pero debe ser muy estricta en la adopción de esas medida y debe fijar muy claramente cuál es el camino que vamos a seguir.

P.- ¿Puede haber aún sorpresas en la moción de censura de la semana que viene? Porque va a depender de tres diputados no adscritos que dejaron Vox.

R.- No se lo que van a votar. Yo sólo puedo hablar de mi voto, pero no puedo decir más.

P.- Pero, ¿están en contacto con ellos?

R.- No. Yo no, desde luego. Yo he adoptado una posición en conciencia. La posición que he adoptado en conciencia tiene que ver con que creo que ahora no es el momento, en plena pandemia, de desmantelar todo un gobierno regional con todo lo que implica y además de esta manera, de espaldas a la Ejecutiva Nacional del partido y al Consejo General, sin consultarlo con ellos, perdiendo cuota de poder [en el nuevo gobierno con el PSOE] respecto a la que tenemos en estos momentos [con el PP] y sólo para atender la ambición de una sola persona. De la única persona que se ha beneficiado mucho de ese acuerdo con el PSOE, que es Ana Martínez Vidal.

P.- ¿Estamos ante el final de Ciudadanos?

R.- (Con tono triste de voz) Espero que no. Sigo creyendo en la necesidad de un proyecto político de centro. Estamos con 10 diputados en el Congreso, hemos perdido 30 en Cataluña, el Gobierno de Madrid… Si no se toman medidas urgentes…

Y ahí lo deja Isabel Franco sin poder acabar la frase, aunque todos presumamos el final.