MARCHA VERDE SOBRE CEUTA

La invasión marroquí multiplica por 200 los contagios diarios en Ceuta

Los contagios de esta semana eran de un caso cada 24 horas, pero sólo el lunes se registraron hasta 200 casos entre los inmigrantes recién llegados

El número podría haberse multiplicado 48 horas después, pero ninguna fuente confirma a este medio la cifra exacta de los enfermos aislados

Ceuta, en directo: última hora sobre la crisis migratoria con Marruecos | Últimas noticias

Inmigrantes ilegales Ceuta
Sanitarios realizan pruebas diagnósticas de Covid en Ceuta.
Alfonso Egea
  • Alfonso Egea
  • Jefe de Investigación en OKDIARIO. Anteriormente fui responsable de la sección de Actualidad y Sucesos en Espejo Público, en Atresmedia. He publicado cuatro libros y actualmente colaboro en programas de televisión en Mediaset y en Telemadrid. Agradecido por tener el reconocimiento de la Policía Nacional de Madrid y la medalla al mérito de la Guardia Civil.

Los datos oficiales del Ministerio de Sanidad este miércoles para Ceuta apuntan a que hay sólo un caso de contagio en las últimas 24 horas. Eso es lo que dice el recuento oficial, pero las fuerzas de seguridad han contabilizado sólo el lunes un total de 200 contagios entre los inmigrantes llegados desde Marruecos.

Ceuta es, a día de hoy, la zona de España con menor incidencia acumulada. Sólo 14 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días. Sin embargo, si se llegasen a contabilizar los al menos 200 casos que se han detectado este lunes entre los inmigrantes que han asaltado ciudad autónoma, la incidencia se dispararía considerablemente.

Lo que ha sucedido en las últimas horas en Ceuta ha sido calificado como crisis migratoria, crisis diplomática e incluso invasión, pero las fuerzas militares y policiales desplegadas en la zona llevan desde el lunes enfrentándose a otro enemigo invisible: el coronavirus. Sólo el primer día se practicaron triajes efectivos entre el primer millar de inmigrantes ilegales que llegaron a Ceuta. Cuando la entrada de personas se disparó, se activaron las devoluciones en caliente y los contactos directos con inmigrantes ilegales que pueden ser portadores del virus.

Los ministerios de Migraciones y de Interior fueron taxativos a la hora de explicar al país que, pese a la masiva llegada de inmigrantes ilegales a Canarias desde marzo del 2020, no se iba a descuidar ni un poco el protocolo de actuación sanitaria frente a posibles contagios de Covid.

Por definición, los lugares de procedencia de los inmigrantes ilegales y sus situaciones personales los hacen serios candidatos a ser portadores del virus pandémico cuando llegan a España, bien sea a Canarias o esta misma semana a Ceuta. Por eso, todo el personal que interviene en su rescate, acogida o devolución, debe estar convenientemente protegido.

Durante las primeras horas de la madrugada del lunes, cuando comenzó de manera tímida la entrada de inmigrantes ilegales desde Marruecos a Ceuta, el protocolo se aplicó con eficiencia. A los grupos que se iban interceptando, primero de unas decenas y al final del día hasta un millar, se les fue aplicando las labores de triaje: medición de temperatura, revisión de síntomas y aislamiento en caso de ser una persona sospechosa de estar contagiada.

Pero a medida que pasaban las horas, la urgencia para el Gobierno dejó de ser la seguridad sanitaria de los profesionales en la frontera y los ciudadanos de Ceuta para convertirse en la necesidad de expulsar muy rápido a muchos inmigrantes ilegales. Más de 5.000 ya según el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

Pues bien, todas esas personas expulsadas han pasado por España, han tenido contacto directo con policías, guardias civiles o militares, y han sido devueltos a través de la misma valla que habían burlado sin ni siquiera tomarles la temperatura.

Esa ligereza contrasta con la medida de aislar a esos primeros 200 diagnosticados, que ahora podrían ser perfectamente el doble o más, en las naves industriales cercanas a la frontera. Allí deberán pasar la enfermedad y de allí no podrán salir hasta que den negativo en las pruebas diagnósticas de Covid.

Hasta Ceuta han llegado refuerzos policiales y militares no residentes en la ciudad para ayudar a los que allí trabajan de manera habitual. Todos comparten la misma preocupación, conscientes de que las condiciones de trabajo han hecho imposible aplicar determinados protocolos para evitar contagios.

Inseguridad sanitaria

“No sólo es poder haberte contagiado durante el control de la frontera, es que ahora mismo hay cientos de inmigrantes deambulando por la ciudad a los que debemos encontrar para tratar de devolverlos y no existe la menor seguridad sobre su estado de salud”, explica uno de esos agentes que sí trabajan en Ceuta de forma habitual.

Para los otros, los trasladados, la situación es incluso peor. Los que llegaron esta semana deberán cumplir un servicio mínimo de 15 días y todos se preguntan lo mismo porque ya les ha pasado: “¿Qué pasará cuando volvamos?, ¿se nos protegerá?, ¿se protegerá a nuestras familias?”. Las preguntas se las hace un agente que ya le tocó servir en Canarias y al que le negaron pruebas PCR a su regreso a la Península.

Se tuvo que pagar sus diagnósticos y pasó varios días conviviendo con su familia en las condiciones propias de un infectado, viviendo al margen de los convivientes de su hogar, sin compartir estancias y usando baños distintos.

La situación ha alarmado enormemente al personal sanitario que desempeña sus funciones en Ceuta, quienes temen que se esté asistiendo al inicio de una nueva ola de Covid en la ciudad. Algunas fuentes hablan de que entre las cerca de 5.000 personas que se han quedado en Ceuta, custodiadas o no, tras la violación masiva de la frontera, sólo se han podido practicar unas 500 pruebas de antígenos.

Con que un pequeño porcentaje de inmigrantes ilegales no controlados se encuentren en Ceuta contagiados y sin tomar medidas básicas como el uso de mascarillas, el riesgo de contagio en una zona geográfica de apenas 20 kilómetros cuadrados es inmenso para cualquier ciudadano en general y para los profesionales que deben atenderlos en particular.

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