Iglesias compara su estrategia electoral con la «guerra relámpago» de Hitler

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Pablo Iglesias, durante su intervención del día 9 ante el Consejo Ciudadano de Podemos

Las metáforas las carga el diablo. Pablo Iglesias ha comparado la estrategia electoral de Podemos con la Blitzkrieg, la «guerra relámpago» utilizada por Hitler para invadir Polonia en el otoño de 1939. Un episodio que provocó el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Pablo Iglesias compareció el pasado día 9 ante el Consejo Ciudadano Estatal de Podemos para hacer balance del resultado de las elecciones del 26J. Durante algo más de media hora, describió la rápida progresión que ha experimentado Podemos desde su fundación, en enero de 2014, hasta las dos elecciones generales en las que ha obtenido 5 millones de votos y 71 escaños.

En la reunión interna, Iglesias lamentó que no haya tenido éxito su estrategia de Blitzkrieg o «guerra relámpago» que habría permitido a Podemos superar al PSOE en las elecciones anticipadas de junio y encabezar un Gobierno con los socialistas como compañeros de viaje. «Hemos estado a esto de conseguirlo», explicó gráficamente el líder del partido morado.

La crisis como oportunidad política

Esta estrategia descrita por Pablo Iglesias demuestra que, pese a sus declaraciones públicas, en ningún momento tuvo intención de apoyar la investidura de Pedro Sánchez como presidente tras los comicios de diciembre. Por el contrario, forzó la convocatoria de unas segundas elecciones, con la esperanza de que Podemos diera el sorpasso y al PSOE no le quedara más remedio que apoyar la elección de Pablo Iglesias como presidente del Gobierno.

«Somos el resultado de una serie de transformaciones en la estructura social que se expresa en un campo de batalla ideológico que es la televisión», afirmó Iglesias en la reunión para definir a su partido.

«Sólo un lenguaje político novedoso que engarce con ese movimiento tectónico de las clases medias a través de su empobrecimiento puede permitir un blitz (sic) político, una guerra relámpago, un golpe aprovechando una estructura de oportunidad que ha durado dos años», añadió, «eso es lo que explica la estrategia de Podemos tanto en las elecciones europeas como en el modelo organizativo que se estableció en Vistalegre, que tiene que ver con algo tremendamente ambicioso: pretender pasar en cuestión de 24 meses de no existir a gobernar en España».

La ventana de «oportunidad» que debía servir de trampolín a Podemos para gobernar, tan sólo dos años después de su fundación, era la crisis económica que ha empobrecido a las clases medias. Una coyuntura que, como ocurrió con el nazismo y el fascismo en los años 30, aprovechan los partidos populistas para hacerse con el poder ofreciendo soluciones milagrosas a los ciudadanos y arremetiendo contra la «casta» culpable de todos sus problemas.

Los juicios de Nüremberg

La expresión Blitzkrieg o «guerra relámpago» empleada por Pablo Iglesias para describir la estrategia electoral de Podemos se utiliza habitualmente para referirse a la invasión de Polonia por Hitler en septiembre de 1939, una agresión que provocó el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

Tan sólo unos días antes, el 23 de agosto de 1939, los ministros de Asuntos Exteriores de la Alemania nazi y la URSS, Von Ribbentrop y Molotov, habían firmado un pacto secreto para que ambas potencias se repartieran el territorio polaco.

El acuerdo permaneció en secreto hasta 1945, cuando salió a la luz durante los juicios de Nüremberg contra los jerarcas nazis. Algo que puso en aprietos a los soviéticos, al poner en evidencia que Stalin había sido cómplice de los crímenes contra la humanidad cometidos por las tropas de Hitler.

No deja de ser significativo que Pablo Iglesias recurra una vez más a sus referentes totalitarios para describir la estrategia de Podemos encaminada a hacerse con el poder en España. Durante su intervención ante el Consejo Ciudadano de Podemos, Iglesias atribuyó el fracaso electoral de su coalición –que ha perdido un millón de votos desde diciembre– al «miedo de los ciudadanos al cambio» y a los ataques de los medios de comunicación.

Una ‘jaula de grillos’

Algo que pone en evidencia que Podemos se ha convertido en una jaula de grillos para explicar su fracaso en las urnas. Monedero asegura que durante la campaña electoral los votantes echaron en falta el «discurso de la cal viva» de Pablo Iglesias, mientras que Verstrynge le reprocha que se presentara como socialdemócrata en vez de recurrir al populismo más descarnado: «Ni derechas ni izquierdas, Podemos debe presentarse como el tribuno de la plebe, el defensor de los ciudadanos». Un mensaje encaminado a ocultar el discurso de extrema izquierda de su partido.

Más honesto, Íñigo Errejón reconoce que el pacto con Izquierda Unida fraguado por Iglesias ha perjudicado sus expectativas electorales: efectivamente, el voto a Unidos Podemos ha descendido especialmente en los feudos tradicionales de IU, como Asturias. Como Gaspar Llamazares, miles de votantes del antiguo PCE se negaron a ser absorbidos por la maquinaria de Podemos. A ello hay que sumar el descalabro electoral de Podemos en las ciudades como Madrid en las que está gobernando a través de sus marcas blancas.

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