REPORTAJE

El ‘Hotel de los Horrores’: cientos de okupas conviven con ratas, mosquitos y asesinatos en Barajas

La Policía desaloja el edificio de Barajas donde se han registrado asesinatos y una joven murió intoxicada con un generador

Familias con niños de cinco años viven sin agua ni luz en un edificio donde los carteles advierten: "No mear, putos cerdos"

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La Policía Nacional ha ejecutado nuevos desalojos en el denominado Hotel de los Horrores de Barajas, un edificio okupado donde viven hacinadas «entre 250 y 300 personas» en condiciones infrahumanas, según han constatado los agentes en el lugar.

El inmueble, situado en el distrito madrileño de Barajas, se ha convertido en escenario de violencia y muerte. «Aquí ha habido asesinatos», confirman los residentes, que relatan a OKDIARIO cómo un joven colombiano fue asesinado a cuchilladas en la escalera del edificio. «Fue peleas de barras de su país», explican sobre el crimen. Además, «se murió» una vecina de 27 años por intoxicación con monóxido de carbono al meter el generador dentro de su vivienda porque «llovió».

Sin luz, sin agua y con ratas

Las condiciones de vida en el edificio son extremas. «Frío. No hay agua. No hay nada», resume una de las ocupantes. Los residentes utilizan generadores para obtener electricidad, que deben mantener en el exterior tras la muerte de la joven por los gases tóxicos.

«Ahorita ya están los zancudos [mosquitos], ya nos dejaron en paz. Las ratas sí. Todavía las ratas. A veces», relata otra ocupante, que muestra con naturalidad cómo «por la manguera pasa por aquí arriba pasaban las ratas».

En las paredes del inmueble pueden leerse carteles como «No basura. No mear» y «Putos cerdos. No mear guarros», según ha podido comprobar este diario.

Niños sin escolarizar

Entre los okupas hay familias con menores que no pueden ser escolarizados. Una madre con una niña de cinco años explica que no puede «llevarla al colegio» porque «no tienen papeles» ni «empadronamiento». La pequeña vive expuesta al frío, las ratas y las enfermedades.

«Esta niña, con el frío que hace aquí. Y luego que si ratas, enfermedades. Hay muchas cosas», lamentan los propios vecinos del edificio. Algunos ocupantes pagan «cinco euros por día» a otras personas por dormir en el inmueble, pese a que se trata de una ocupación ilegal.

Desalojos judiciales lentos

La Policía Nacional trabaja en la ejecución de desalojos con orden judicial, aunque el proceso avanza lentamente. «Vamos poquito a poquito. Piso por piso hemos conseguido 87. Hoy sería 88», explica un agente sobre los desalojos ejecutados de un total de 250 viviendas ocupadas.

Los agentes deben forzar las puertas cuando no obtienen respuesta. «Hemos hecho una ejecución forzosa de una sentencia judicial en vía forzosa y decirse que estén o no estén, hay que romper puertas porque lo dice juzgado», confirman fuentes policiales.

«Es muy normal esto encontrarse con policía que viene aquí», reconocen los propios okupas sobre la presencia constante de agentes ejecutando comisiones judiciales.

Un edificio inhabitable

La propiedad del inmueble ha retirado puertas y destrozado las instalaciones para dejarlo «inhabitable» y evitar nuevas ocupaciones. «Si pones una puerta antiokupa, al final se van a volver a meter. ¿Qué se hace en estos casos? Quitar todo, destrozarlo todo para que no se vuelva a meter nadie más», explican.

Sin embargo, la estrategia no ha impedido que centenares de personas, muchas de ellas inmigrantes en situación irregular que buscan regularizar «su papeleo para que me atiendan en el hospital», continúen viviendo en condiciones extremas en el denominado Hotel de los Horrores de Barajas.

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