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Gordillo (PP), ex líder de Cs en el País Vasco: «Hay que echar a Sánchez y evitar el liberalismo verde»

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Luis Gordillo, diputado del grupo de PP+Cs en el Parlamento vasco.
Segundo Sanz

Luis Ignacio Gordillo Pérez (Sayalonga, Málaga, 1980) ha sido la última baja sensible de Ciudadanos que se ha incorporado al PP. Este abogado y profesor de Derecho Constitucional en la Universidad de Deusto fue coordinador de la formación naranja en el País Vasco y desde el pasado año es diputado en la Cámara de Vitoria por la coalición PP+Cs. Ahora, implicado en el proyecto de los populares, analiza así su salida de la organización de Inés Arrimadas y remarca que ha llegado «el momento de Pablo Casado».

PREGUNTA.- ¿Por qué no funcionaba el proyecto de Ciudadanos en el País Vasco y ha decidido unirse al del Partido Popular?

RESPUESTA.- Desde un momento bastante inicial, siempre aposté por la confluencia con el Partido Popular, especialmente, con el centroderecha liberal, tanto en el País Vasco como España. Peleé mucho, luché mucho para que pudiéramos formar una única candidatura, sobre todo en el País Vasco, que sirviera como alternativa al nacionalismo y que además pudiera servir de ejemplo para seguir en otros lugares. Lo conseguimos en las elecciones de 2020. Lo que pasa es que con el tiempo y con la deriva que ha tenido Ciudadanos…

Después de un proceso interno de pensar y de hablar con muchas personas, me di cuenta de que lo importante en todo caso es España. Y por eso he decidido apoyar a la candidatura y al partido que pienso que tiene posibilidades de desbancar a la izquierda. Porque una cosa es cierta. Y es que la única manera que tiene el centroderecha liberal de ganar a la izquierda y a todos los partidos nacionalistas, regionalistas, separatistas… es concurrir unido. Por el sistema electoral de España y por razones de sociología electoral, si el centroderecha liberal no concurre unido, no va a conseguir ganar las elecciones y no vamos a conseguir echar a Pedro Sánchez de la Moncloa, que hoy por hoy es algo fundamental.

P.- ¿Cree, por tanto, que la alianza PP+Cs de los últimos comicios vascos ya no es exportable a otras citas electorales?

R.- Los mensajes, las señales que ha dado Ciudadanos hasta ahora, hacen pensar eso. En el caso del País Vasco, creo que la coalición ha funcionado bien con el que era hasta hace poco mi compañero de coalición, José Manuel Gil. Tengo una buena relación con él; es una persona muy inteligente, muy trabajadora, y está haciendo un papel extraordinario. Pero lo que parece a todas luces es que ese proyecto no se va a volver a repetir. Porque España no tiene tiempo y los ciudadanos no tenemos tiempo. La política avanza a un ritmo frenético y los problemas que tiene España hay que solucionarlos. Por eso es por lo que he decidido dar el paso y apoyar la opción que yo creo que es la buena y la importante. En Euskadi y en España hay que reforzar la opción de centroderecha liberal que es el PP.

El Partido Popular es un partido en el que confluyen personas que tienen distintas ideologías de base. Son personas conservadoras, democristianas y también liberales, que juntos podemos plantear una opción tanto para ganar músculo en Euskadi como para plantear una alternativa seria en el caso de España a la situación actual.

P.- ¿Qué le parece que el portavoz de Cs Edmundo Bal haya hablado de «OPA hostil sonrojante» del PP y de que el partido de Casado está «equivocándose de objetivo»?

R.- Yo a Edmundo le tengo mucho respeto. Es un buen jurista, aunque he discrepado con él en muchas cuestiones. Por ejemplo, cuando Ciudadanos decidió apoyar a Pedro Sánchez en esa especie de cheque en blanco que se le entregó de seis meses para el estado de alarma. Ante ello se presentó un recurso de inconstitucionalidad y el Tribunal ha dado la razón a los recurrentes.

Luis Gordillo

Si tú estás en un partido que está en este momento, digamos, buscándose a sí mismo, que está en otra cosa… España no está ahora para que los partidos estén ahora buscándose a sí mismos, pensando qué tipo de ideología es la que quieren seguir, que si el liberalismo verde. España no está ahora mismo para eso. España está ahora mismo para plantear una opción clara, con unas ideas claras, con un mensaje claro, que pasa por una libertad individual, una libertad de mercados y sobre todo, por tener una gestión ordenada y racional de los recursos. Y como digo, expulsar a Pedro Sánchez de la Moncloa, que creo sinceramente que es una necesidad imperiosa para este país en este momento. Por tanto, respeto mucho lo que pueda pensar Edmundo y otras personas de Ciudadanos, pero desde luego creo que ahí están muy equivocados.

P.- ¿En qué momento decidió que ya no podía seguir vinculado a Ciudadanos?

R.- Bueno, han pasado muchas cosas. Cuando yo entré en el Parlamento (vasco) en septiembre del año pasado, me relevaron de los cargos orgánicos, que yo ostenté en una época muy complicada, muy difícil, donde no había representación institucional por parte de Ciudadanos. Ahí inicié un proceso de reflexión personal, de hablar con muchas personas, con mis compañeros del PP del País Vasco, con personas de la sociedad civil en Euskadi, con empresarios, y también con el propio presidente del PP, Pablo Casado. Entonces, concluí que la única opción realmente factible y seria era apoyar al PP, que insisto, es la única manera de expulsar a la izquierda del Gobierno.

P.- ¿Le ha llamado Pablo Casado o alguien de su equipo para darle la bienvenida, además del señor Iturgaiz?

R.- Sí, yo tengo una buena relación con Pablo Casado y hablamos. A Pablo Casado le ha tocado, al igual que le tocó en su momento y le correspondió a Manuel Fraga o le correspondió a José María Aznar, liderar la reconstrucción del centroderecha. Y así se lo he dicho. Además, Pablo Casado ha demostrado su compromiso con esta opción y sobre todo, ha demostrado la generosidad, el valor y el coraje necesario para abrir su partido, abrir las puertas del PP y convertirlo en esa casa común, en ese proyecto común y compartido para que todo el centroderecha liberal de España pueda encontrarse cómodo, a gusto y sobre todo, proponer una alternativa. Lo hemos visto en la reciente Convención reciente. Los conservadores, liberales, democristianos, e incluso los socialdemócratas, van a estar cómodos.

P.- ¿Qué le pareció la doble moción de censura que Ciudadanos acordó con el PSOE en Murcia y el amago de presentar otra en la Comunidad de Madrid?

R.- No fue sólo una cuestión desleal y probablemente un intento de conseguir algún impacto mediático, sino que resultó innecesaria políticamente e innecesaria para los propios ciudadanos que están a otras cosas y que lo que necesitan son Gobiernos estables, que den solución a sus problemas y sobre todo, que establezcan un marco en el que las personas podamos ejercer nuestra libertad. La moción de censura de Murcia va a pasar a los anales de la historia política de España y del Derecho Constitucional como uno de los grandes errores del siglo XXI en la política parlamentaria europea, no sólo nacional.

P.- Un discurso suyo se hizo viral por denunciar el cordón sanitario a Vox en el Parlamento vasco, mientras Bildu no condena la violencia de ETA. Con ese mismo PSOE, que suscribe ese cordón sanitario, pacta con Bildu e indulta a los golpistas catalanes, Cs mantiene acuerdos, incluso con los votos de Podemos, como se vio hace unos días en Alcobendas. ¿Qué le parece esta actitud de Ciudadanos?

R.- Me parece una actitud totalmente censurable. La cuestión de los indultos ha sido uno de los elementos que también me han llevado a darme cuenta de que aquí hay alguien que ha cambiado y no he sido yo, sino el partido. Yo cambié de partido porque no quiero cambiar de ideas. Voy a seguir defendiendo la libertad, la libertad de que todos podemos coincidir con nuestras discrepancias en un proyecto más o menos común y compartido.

Respecto a aquella intervención contra el cordón sanitario a Vox, la hice por dignidad, la hice como constitucionalista, como persona, como ser humano. ¿Con qué derecho se le hace un cordón sanitario a un partido político? A ti, Vox te puede gustar más, te puede gustar menos, lo puedes criticar igual, pero tienes a Bildu en el Parlamento vasco, que es un partido que no ha condenado la violencia etarra… Y el PSOE, un partido histórico de Estado, hace acuerdos, firma mociones todos los días con Bildu y se permite hacerle un cordón sanitario a Vox, que es un partido que, insisto, te puede gustar más, te puede gustar menos, pero que es un partido perfectamente democrático.

Hice un discurso en defensa de la libertad, la libertad de todos nosotros. A mí no me importa decir que puedo discrepar con Amaia (Martínez, diputada de Vox) en muchas cosas. En otras coincido plenamente y además nosotros hemos apoyado mociones presentadas por Amaia, pero aquello, de verdad, me parecía una cuestión de derechos fundamentales y del constitucionalismo básico.

P.- Esta semana, hemos publicado en OKDIARIO que la candidatura de Arrimadas a las primarias de 2020 estaba falseada en la fecha de antigüedad de dos miembros. Y también hubo irregularidades en la Comisión de Estatutos. No es la primera vez que Cs está en el foco por estas cuestiones. ¿Cree que el partido ha actuado con suficiente transparencia en estos casos?

R.- Ellos tendrán que decir… Yo en los procesos internos de Ciudadanos siempre observé que la propia estructura y la propia maquinaria del partido, que en principio debe permanecer siempre imparcial, se mostró a favor de alguna candidatura. Cuando en un momento determinado Francisco Egea, que es una persona estupenda, maravillosa, un tipo inteligentísimo y que ha hecho una labor extraordinaria en Castilla y León, se presentó a las elecciones, vimos que toda la parte estructural de la organización se puso en su contra. En cualquier proceso interno, la maquinaria de la organización debe permanecer imparcial y nunca apoyar expresa o implícitamente a ninguna de las partes. El funcionamiento interno de los partidos ha de ser democrático y creo que Ciudadanos tiene o tenía, ya no estoy ahí, mucho margen de mejora.

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