El Gobierno ya no descarta aplicar el artículo 155 para impedir el referéndum ilegal
El Gobierno ya no descarta aplicar el artículo 155 de la Constitución —que contempla la intervención o suspensión de una autonomía— para evitar la celebración de un referéndum ilegal en Cataluña.
Una opción, recuerdan distintos dirigentes ‘populares’, que está recogida en la Constitución y que «nadie puede descartar como última posibilidad». Las mismas fuentes coinciden en que el Ejecutivo ya no rechaza «absolutamente nada» para frenar el órdago independentista.
El Gobierno pretende evitar la imagen de otro 9N. Para Mariano Rajoy, ese desafío es una prioridad. Y prueba de ello es la dureza con la que el presidente ha respondido en los últimos días a las provocaciones secesionistas. El lunes, al término del Comité Ejecutivo Nacional del PP, lanzó una advertencia clara: no permitirá «disparates» ni «delirios jurídicos» dijo, en alusión al plan exprés de ruptura con el Estado. Para Rajoy, uno de los «acontecimientos más graves» que ha visto y sobre todo «un chantaje inaceptable» al Estado.
El mismo mensaje le reiteró este jueves a Carles Puigdemont, en respuesta a la carta enviada la víspera por el presidente catalán, en la que solicitaba negociar la fecha y pregunta del referéndum. Rajoy se niega en rotundo: «Es una grave amenaza a la convivencia y al orden constitucional vigente», replicó en su misiva. No hubo más concesiones al diálogo que aquéllas que queden dentro de los límites de la ley. Mismo mensaje de siempre, sí, pero con un tono inusualmente áspero. Horas después, desde Bruselas, mantenía su firmeza: «No lo voy a permitir» aseveró Rajoy, sobre el órdago independentista.
En sus intervenciones, y preguntado por los periodistas, el presidente del Gobierno no ha cerrado del todo la puerta aún al 155, aunque sí ha pedido «no adelantar acontecimientos».
En privado, cada vez más dirigentes coinciden en que si la tensión continúa y el Gobierno catalán sigue haciendo oídos sordos a las advertencias del Ejecutivo, tendrán que actuar a través de ese mecanismo.
Los Mossos, bajo control del Estado
En su literalidad, el 155 contempla que «si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras Leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general».
En este sentido, y «para la ejecución de las medidas previstas», el Gobierno «podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas». Eso significa, por ejemplo, que las fuerzas de seguridad, como los Mossos d’Esquadra, quedarían bajo su competencia.
El procedimiento sería el siguiente: en primer lugar, se enviaría requerimiento a las autoridades catalanas solicitándoles que atiendan a sus obligaciones legales. Si no obedecen esa petición, las medidas previstas habrían de ser aprobadas por mayoría absoluta del Senado (el PP la tiene).
En público, varios ministros, como el de Justicia, Rafael Catalá, o el de Interior, han admitido que su aplicación es «una opción». Juan Ignacio Zoido destacó precisamente esta semana, en una entrevista radiofónica, que el Gobierno «tomará todas las medidas que tenga que tomar».
El independentismo pierde fuelle
Tras unas semanas insistiendo en su disposición al diálogo, Moncloa ha entrado en una etapa de ataque directo. Rajoy no quiere pasar por alto la escalada y ha sacado toda la artillería contra el órdago independentista. Y así no ha evitado calificativos, hasta el punto de asimilar los planes de Puigdemont con un «golpe de Estado», como este mismo miércoles abroncó en el Senado.
En Moncloa y en Génova consideran además que las provocaciones de los secesionistas responden a un «intento a la desesperada» por contener la pérdida de apoyos en la calle. Así, constatan que el suflé del independentismo «se ha ido desinflando» conforme los dirigentes catalanes han ido dando virajes a sus planes por la independencia. Para muestra, el último sondeo del Centro de Estudios de Opinión de la Generalitat, el ‘no’ a la independencia saca ya una ventaja de 4,2 puntos al ‘sí’.
Los ‘populares’ han colocado estos días en primer plano el argumentario contra el independentismo, hasta el punto de eclipsar los comentarios sobre el regreso de Pedro Sánchez. Hasta ahora, Rajoy ha esquivado las preguntas sobre el nuevo secretario general, aunque más incómodo que de costumbre.