El Gobierno ‘feminista’ ha regado con 441.000 € al sindicato que reivindica usar el ‘hiyab’ en clase

El Gobierno feminista de Pedro Sánchez ha regado con subvenciones al Sindicato de Estudiantes, que esta misma semana se ha manifestado en el municipio madrileño de Parla exigiendo poder llevar el hiyab en los institutos. Concretamente, esta organización, vinculada a la izquierda, ha recibido 441.000 euros desde 2021, principalmente de los ministerios que ahora encabezan miembros de Sumar. Así, pese a vanagloriarse de sus avances feministas, los de Yolanda Díaz apoyan con fondos públicos a este sindicato, a pesar de que importantes asociaciones internacionales han puesto en evidencia la «degradación» para mujeres y niñas que supone la imposición de esta prenda.

Juventud e Infancia, Educación, Igualdad, Derechos Sociales… Muchos son los ministerios que han subvencionado al sindicato, que sólo en 2024 ha recibido más de 105.000 euros de las arcas públicas. Estas ayudas económicas se circunscriben a programas de mantenimiento de asociaciones juveniles o programas de prevención y concienciación sobre las distintas formas de violencia contra las mujeres. En total, en los últimos cuatro años han recibido 440.955 euros, según consta en el Portal de Subvenciones.

Este miércoles, este sindicato se manifestó en Parla acusando a esos centros de fomentar «la islamofobia y el racismo» con su restricción de llevar hiyab en las clases. Pero, ¿qué significa llevar esta prenda? El hiyab es un velo utilizado por las mujeres musulmanas para cubrir la cabeza y el pecho cuando están en presencia de personas ajenas a su familia cercana. Además, el término puede hacer referencia a cualquier prenda destinada a cubrir la cabeza, el rostro o el cuerpo, siempre que cumpla con ciertos estándares de modestia. También puede aludir a la separación de las mujeres de los hombres en espacios públicos.

Así, el uso de esta prenda es denominada por importantes asociaciones de derechos humanos como una subyugación de la mujer, algo que retrataría al Ejecutivo feminista. «Tratar como delincuentes a las mujeres y las niñas que se niegan a llevar el hiyab es una forma extrema de discriminación. Las leyes que imponen el uso obligatorio del velo violan todo un repertorio de derechos, entre ellos los derechos a la igualdad, a la intimidad y a la libertad de expresión y de creencias y, en última instancia, degradan a las mujeres y a las niñas, privándolas de sus derechos y su autoestima», afirma Adela Alcaraz, coordinadora de la Estructura de Trabajo sobre Irán en Amnistía Internacional España.

Manifestación en Parla

«Yo no llevo hiyab, soy profundamente atea, pero esta lucha también es de todas las que defendemos unas aulas libres de islamofobia, racismo y machismo», ha asegurado la secretaria general del Sindicato de Estudiantes, Coral Latorre, en un mitin durante la manifestación en la que se pronunciaban gritos de «Ayuso, escucha, eres una racista» o «Prohibir el hiyab es racismo disfrazado de laicismo».

«Es una vergüenza que intenten encubrir estos montajes racistas en nuestros centros de estudios bajo una supuesta laicidad», ha asegurado Latorre. Y ha añadido que «si tan laicos son, que prohíban la religión católica», lo que ha provocado un ávido griterío entre los manifestantes que se agolpaban a las puertas de los institutos públicos.

La Comunidad de Madrid subrayó que «no existe ninguna regulación específica sobre el uso del velo islámico» en los centros. La Consejería de Educación de Emilio Viciana defendió que los institutos «pueden regular todo lo relacionado con la vestimenta de los alumnos» en su reglamentación interna. Entre otras cosas, se asegura que pueden «impedir que utilicen prendas que cubran la cabeza». No sólo velos, sino también «gorras o pañuelos» si es «en el horario lectivo».

Desde uno de los institutos señalados por esta organización sindical, se afirma que las protestas constituyen «un ataque directo a la independencia del centro y a su carácter laico», criticando con dureza las huelgas convocadas por el Sindicato de Estudiantes. En un comunicado, el centro ha denunciado que esta movilización tiene como objetivo «interrumpir las sesiones lectivas del alumnado» y está vinculada a «graves acusaciones de racismo e islamofobia contra los docentes y miembros del equipo directivo».