El Gobierno define ahora como «legítima» la amnistía que vio «inconstitucional» en el indulto a Junqueras

Nuevo cambio de opinión en el Gobierno de Pedro Sánchez sobre la amnistía. En 2021, el Ministerio de Justicia firmó un extenso informe para justificar la concesión del indulto a los líderes del referéndum ilegal en el que sostenía que la amnistía es «claramente inconstitucional». Ahora, el texto de la Ley de Amnistía pactada entre Sánchez y sus socios sostiene precisamente lo contrario. En opinión del PSOE, no caben dudas de su constitucionalidad.

«A diferencia de la amnistía, claramente inconstitucional, que se reclama desde algunos sectores independentistas, el indulto no hace desaparecer el delito», se podía leer, en concreto, en el informe firmado por el Gobierno, en concreto por el entonces ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, para proponer el indulto a Oriol Junqueras y el resto de separatistas condenados. La medida de gracia se aprobó en el Consejo de Ministros de 22 de junio de 2021.

«La concesión de la gracia traerá consigo la consecuencia propia de todo indulto particular, esto es, la de excepcionar el cumplimiento de la pena indultada o conmutada, pero con la persistencia del delito. Persistencia que en caso de reiteración delictiva llevaría consigo la apreciación de los antecedentes penales. A diferencia de la amnistía, claramente inconstitucional, que se reclama desde algunos sectores independentistas, el indulto no hace desaparecer el delito», sostenía el Gobierno.

Sin embargo, en la Ley de Amnistía se sostiene todo lo contrario. Así, se incluyen abundantes referencias a su supuesta «constitucionalidad». Se afirma: «La amnistía, lejos de ser una figura inconstitucional, forma parte del pacto fundacional de la democracia española y se presenta como una facultad de las Cortes Generales, en las que está representado todo el pueblo español, titular de la soberanía nacional», se sostiene en un momento dado.

En otro párrafo se sostiene incluso que «declarada su constitucionalidad» -pareciendo adelantar así la conclusión de un eventual recurso ante el Tribunal Constitucional- «sólo cabe entender esta opción legislativa en el marco de las leyes singulares, respecto de las que el Tribunal Constitucional ha venido sosteniendo su excepcionalidad, pero también su conformidad con el texto constitucional».

En el texto se asegura además que, con la Ley de Amnistía, «las Cortes Generales acuden de nuevo a un mecanismo constitucional que refuerza el Estado de derecho para dar una respuesta adecuada más de diez años después del comienzo del proceso independentista, cuando ya se han superado los momentos más acusados de la crisis y toca establecer las bases para garantizar la convivencia de cara al futuro».

Y se precisa que una Ley de Amnistía «sólo puede fundamentarse en la solidez del sistema democrático, que demuestra así su capacidad de conciliación a través de un acto soberano de las Cortes Generales, cuya legitimidad encuentra fundamento en dos pilares de distinta naturaleza: por un lado, la constitucionalidad de la medida y, por otro, la necesidad de abordar una situación excepcional en pro del interés general, apostando por un futuro de entendimiento, diálogo y negociación entre las distintas sensibilidades políticas, ideológicas y nacionales».

«Cambios de opinión» sobre la amnistía

«El independentismo pedía la amnistía, pide un referéndum de autodeterminación. No han tenido amnistía, no hay un referéndum de autodeterminación ni lo habrá», decía Pedro Sánchez, apenas tres días antes de las elecciones del 23 de julio.

El líder socialista ha venido rechazando esta figura, que ahora concede al separatismo a cambio de mantenerse en La Moncloa. En el Congreso, en defensa de los indultos a los líderes del proceso separatista catalán, afirmó por ejemplo: «El indulto, a diferencia de la amnistía, no niega la existencia del delito ni la responsabilidad de los autores». «Si hablamos de la autodeterminación y la amnistía, pues el recorrido es el que es. Por eso hablo del principio de realidad. Es más inteligente para todos», concluyó entonces Sánchez. Ahora, ha cambiado de opinión.